EL PAíS › ALBERTO WERETILNECK, NUEVO GOBERNADOR

Un ascenso inesperado

La sorpresiva muerte del gobernador de Río Negro, Carlos Soria, obligó al hasta ayer vice, Alberto Weretilneck, a tomar las riendas de la provincia, que desde la semana pasada se convirtió en un hierro caliente. Sin tiempo para reaccionar, y tal como lo ordena la Constitución local, el también vicepresidente del kirchnerista Frente Grande deberá hacerse cargo de la gobernación del territorio patagónico, en plena aplicación de un paquete de medidas de ajuste: la semana pasada, la Legislatura aprobó un proyecto del Ejecutivo de reducción de personal estatal que dejó cesantes a 20 mil empleados públicos. En su lugar, asumirá la primera legisladora, Ana Pichinini.

Weretilneck aseguró que consultará los pasos a seguir con las fuerzas políticas aliadas y que buscará consensos. “Hoy (por ayer) lo importante es despedir a una gran persona, un amigo. Ya vendrá el tiempo de ver qué hacemos con el tema político. Esto lo charlaremos con la dirigencia del Frente para la Victoria y con el gobierno nacional si es posible”, confirmó en declaraciones que resultaron un pedido de ayuda a la Casa Rosada. Si bien desempeñará el cargo porque “la Constitución es clara”, comenzará a evaluar colectivamente el panorama incluso antes de asumir formalmente mañana, a las 18, en Viedma. Se reunirá con el Gabinete provincial y, avanzada la semana, hará lo propio con un grupo de intendentes y legisladores kirchneristas.

La situación de ese territorio patagónico no se puede describir precisamente como calma. El jueves pasado, la mayoría legislativa del FpV había aprobado una ley que declaró la “emergencia económica” en la provincia y permitió el pase a “disponibilidad” de miles de empleados de la administración pública. El proyecto fue rechazado por “inconstitucional” y “arbitrario” por los bloques opositores. El artículo 180, inciso 2, de la Carta Magna provincial, establece que “en caso de fallecimiento, destitución, renuncia o inhabilidad definitiva del gobernador, antes o después de su asunción, lo reemplaza el vicegobernador hasta el término del mandato”.

Con 49 años, Weretilneck llegó a compartir la fórmula con Soria desde la intendencia de Cipolletti, que ejerció entre 2007 y 2011. El binomio integrado por un pacto entre el PJ local y el Frente Grande fue el único en recibir la venia de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner para gobernar Río Negro y el primero en arrebatarle el poder provincial al radicalismo, que lo ejerció desde 1983. Militó en el Frente Grande desde sus primeros pasos políticos. Al asumir la responsabilidad política partidaria, Weretilneck expresó que uno de “los grandes desafíos” que debía cumplir el Frente Grande era “acompañar, fortalecer y profundizar el modelo nacional que encabeza la presidenta Cristina Fernández”.

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Imagen: Télam
 
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