El gobernador santacruceño, Daniel Peralta, decidió enfrentar abiertamente al kirchnerismo para lograr el control del PJ y perfilarse así de cara a las elecciones legislativas de este año con la intención de lograr mayoría propia en el parlamento provincial, dominado hoy en día por el Frente para la Victoria. Con esa intención, el jueves a última hora pidió la renuncia a todos sus funcionarios y se tomará hasta el 20 de febrero para evaluar la estrategia y definir quiénes siguen y quiénes se quedan, según manifestaron fuentes de la gobernación a Página/12. Desde el sector del peronismo que continúa alineado con el Gobierno minimizan la movida del mandatario, a la que califican como un “manotazo de ahogado”, y advierten: “Si quiere enfrentar al kirchnerismo tendrá que ser por afuera. El peronismo, en Santa Cruz como en el resto del país, está alineado con la Presidenta.”

“El cambio no va a ser total, pero el gobernador quiere evaluar cada caso con tranquilidad”, explicaban en Río Gallegos. Por eso ordenó el jueves por la noche a su ministra de Gobierno, Paola Knoop, que pida las renuncias firmadas a todos los ministros, secretarios, subsecretarios, directores de organismos dependientes del ejecutivo y vocales por parte del gobierno santacruceño en otras dependencias. En los primeros días de febrero completará una rueda de charlas con dirigentes políticos, sociales y sindicales que permanecen a su lado antes de tomar las decisiones, pero sotto voce se hablaba de tres o cuatro reemplazos entre los ministros.

El cimbronazo está estrechamente relacionado al conflicto entre Peralta y el kirchnerismo, que explotó en diciembre de 2011, poco después de que el gobernador fuera reelecto, cuando el Frente para la Victoria, que tiene mayoría en la legislatura unicameral de la provincia, le negó la posibilidad de endeudarse para hacer frente al pago de aguinaldos, situación que volvió a repetirse un año más tarde. De cara a las elecciones de este año, el mandatario busca asegurarse el control de la Cámara y busca el equipo ideal para preparar una campaña que promete ser encarnizada.

Desde el Frente para la Victoria minimizan la movida y la atribuyen a un “manotazo de ahogado” del gobernador. “Decidió abrirse solo y ahora se dio cuenta de que no tiene con qué. No le responden los diputados, no le responden los intendentes, no le cierran las cuentas y lo único que le queda es intentar un golpe de efecto que le saque las papas del fuego”, confiaba un kirchnerista de primera hora.

De todas formas, se preparan para resistir la embestida en la interna del PJ, que el gobernador intentará recuperar para sí con la ayuda de algunos sindicatos aliados. Y subrayaban que, en caso de que Peralta quiera llevar una lista por su cuenta en las legislativas, “tendrá que ser por afuera del peronismo”.