EL PAíS › EL MINISTERIO DE TRABAJO BONAERENSE LEVANTó LA MEDIDA QUE HABíA TOMADO EN EL CONFLICTO DE GESTAMP

Marcha atrás con la conciliación

La fábrica de autopartes retomó la actividad ayer a la mañana, aunque no permitió el ingreso de los trabajadores despedidos. Por la noche, Trabajo anunció que suspendía la conciliación obligatoria porque se trató de un conflicto “pluripersonal” y no sindical.

El conflicto en la fábrica autopartista Gestamp sufrió un nuevo giro ayer. Por un lado, después de estar paralizada durante una semana, la planta volvió a producir: “El informe oficial indica que la planta está en pleno funcionamiento con sus 400 operarios, y se ha reactivado la producción”, aseguró el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, apenas iniciado el día en la Casa Rosada. Pero, por otro lado, ya por la noche, el Ministerio de Trabajo bonaerense revocó la conciliación obligatoria que había dictado el sábado, argumentando de que se trataba de un conflicto “pluripersonal” y no sindical, porque el reclamo no contaba con el aval del gremio Smata. A su vez, durante la jornada, los dirigentes de Smata, Ricardo Pignanelli, y del Partido Obrero, Néstor Pitrola, cruzaron insultos.

“Se retomó el funcionamiento de la empresa y la continuidad del proceso productivo de las plantas abastecidas por ésta”, anunció temprano Capitanich, desde Balcarce 50. Gestamp puso en actividad nuevamente la cadena de producción, pero no permitió el ingreso del grupo de trabajadores que había sido despedido y que, mientras regía la conciliación, debía poder integrarse a sus tareas. Según dijo el abogado de los trabajadores, Agustín Comas, “la empresa solicitó que se realizaran un examen médico en la Capital. Son nuevas maniobras dilatorias para no cumplir con la conciliación obligatoria”.

La posibilidad de que los trabajadores reingresen quedó más complicada una vez que, a última hora de ayer, la cartera laboral de la provincia revocó la conciliación porque “el sindicato nunca realizó una medida de fuerza, es un tema de cada una de las personas involucradas”, explicaron en Smata. Trabajo dio así marcha atrás con su propia decisión, tomada el sábado pasado, después de que la Presidenta pidiera que el gobierno bonaerense interviniera para mediar en el conflicto que estaba paralizando a la industria automotriz. La conciliación obligatoria había sido criticada tanto por el gobierno nacional como por la empresa y Smata.

El conflicto comenzó ante la suspensión primero y despido después de 69 trabajadores en la fábrica de autopartes con sede en la localidad bonaerense de Escobar. Con apoyo de agrupaciones de izquierda, un grupo de operarios tomó luego parte del predio y generó el bloqueo de la producción, que derivó en la falta de insumos en cuatro automotrices que debieron detener la producción junto a los cerca de nueve mil trabajadores que desarrollan tareas en las empresas.

En medio del conflicto, la participación de partidos de izquierda generó fuertes cruces entre sus dirigentes y los líderes sindicales. “Que vaya a la Cámara de Diputados, que se dedique a hacer política y nos deje a nosotros que manejemos los gremios”, dijo Pignanelli apuntando al diputado del PO, Néstor Pitrola, que participó de las movilizaciones de los trabajadores despedidos. “Yo soy un laburante, aunque ese hijo de puta diga que soy un burócrata”, agregó el sindicalista.

Pitrola volvió a señalar que el dirigente de Smata pertenecía a “la calaña de esta burocracia sindical que ya perdió completamente la brújula, que se dedica a respaldar a las patronales en el despidode compañeros”. Pignanelli explicó que “en la asamblea de 600 compañeros, 550 votaron aceptar el licenciamiento al ochenta por ciento del salario bruto. Ellos (por el PO) les hicieron la cabeza a sesenta compañeros y ahí se armó el revuelo”. Apuntó contra el dirigente de izquierda y le recordó que “ahora él se va para el corso y nosotros nos quedamos con sesenta personas que no entran más. Y no entran más porque delinquieron. ¿Con qué cara entran ésos ahora? Una cosa es un derecho y otra cosa es un delito”, dijo, haciendo foco en la ocupación de la fábrica y los incidentes que se produjeron.

“Es la primera vez que vemos que un gobierno revoca una conciliación obligatoria a tres días de haberla dictado”, dijeron los legisladores del PTS, Nicolás del Caño y Christian Castillo. Mientras, desde la gobernación confirmaron que hoy a las 15 habrá una audiencia entre las partes, en Campana.

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La planta situada en Escobar volvió a funcionar después de una semana.
Imagen: Pablo Piovano
 
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