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Diez millones de bonaerenses en una elección que está muy clara

Todo indica que hoy Solá será reelecto gobernador de la provincia de Buenos Aires, por lo que el interés se centra en las 134 intendencias, las 35 bancas de diputados nacionales y 23 de senadores provinciales, y en las 46 bancas de la Legislatura que están en juego. Los partidos chicos.

 Por Martín Piqué

Más de un tercio del padrón del país votará hoy en la provincia de Buenos Aires para elegir gobernador. Serán exactamente 9.806.528 personas habilitadas para votar, que podrán optar por la continuidad de Felipe Solá, la oferta de derecha representada por Luis Patti y Aldo Rico, o el amplio y fragmentado arco de centroizquierda. Dependiendo del resultado, y en combinación con lo que suceda en Capital Federal, la elección podría definir el tipo de alianza que mantendrán Néstor Kirchner, Felipe Solá y Eduardo Duhalde en los próximos cuatro años. Si la victoria que pronostican las encuestas no llega con un triunfo de Aníbal Ibarra en la ciudad, el Presidente necesitará más de un PJ bonaerense cada vez más consolidado.
Además de gobernador y vice, se elegirán 35 diputados nacionales, 23 senadores y 46 diputados provinciales, 134 intendentes y 916 concejales para todos los municipios de la provincia. También se votarán consejeros escolares. Para elegir gobernador, los votantes podrán elegir entre diecinueve propuestas distintas, entre los que se encuentran Felipe Solá (PJ), Luis Patti (Afeba), Aldo Rico (Frepobo), Carlos Raimundi (ARI), Hernán Lombardi (Recrear), Jorge Rivas (PS-IU), Margarita Stolbizer (UCR), Luis D’Elía (Kambia Buenos Aires), Francisco Gutiérrez (Polo Social para la Victoria) –expresiones del kirchnerismo autónomo al PJ–, Christian Rath (Partido Obrero) y José Montes (PTS).
Como las encuestas descuentan un triunfo por amplio margen de Solá, el interés de las otras fuerzas se concentrará en los 35 diputados nacionales que se renovarán en la provincia. Los sondeos anticipan que el PJ podría batir su propio record y rasguñar las veinte bancas. Si eso sucediera, los demás partidos pelearán las quince restantes, para lo cual deberán superar el 3 por ciento del padrón electoral, lo que equivale aproximadamente a 288.000 votos. Según la consultora Equis, sólo las listas del Afeba (Guillermo Alchouron), Frepobo (Carlos Dellepiane) y el ARI (Marta Maffei) estarían en condiciones de incorporar diputados. En ese punto, la suerte de la UCR (Federico Storani) y del frente del Partido Socialista e Izquierda Unida (Juan Carlos Giordano) es aún incierta.
Lejos aparentemente de la posibilidad de competir por la gobernación, Patti y Rico se dedicarán a la pelea por el espacio de derecha que reclama seguridad y mano dura. A principios de la campaña, habían amagado con presentarse unidos pero no pudieron ponerse de acuerdo. Por eso, aunque tienen bases electorales distintas –Rico más llegada a sectores humildes y medio-bajos, Patti al “voto country” de la provincia– terminarán dividiéndose los votos que habían especulado con unir a principios de la campaña, cuando hablaban de una fórmula conjunta. Pero no se pusieron de acuerdo. Rico hará una buena elección en su zona de influencia (San Miguel, una parte de Moreno, José C. Paz, Malvinas Argentinas) y ambos deberán esforzarse para que el PJ no les arrebate sus municipios.
En el PJ, en cambio, la atención recaerá sobre la eventual diferencia entre lo que obtenga la candidatura de Solá y lo que consiga la lista de diputados de Chiche Duhalde. Se habló mucho de corte de boleta, por la presencia de Carlos Ruckauf y Graciela Camaño. Sin embargo, los duhaldistas confían en que la presencia de Chiche compensará la huida de votos supuestamente progresistas y arrastrará detrás suyo a los sectores humildes. Cualquier disparidad recibirá interpretaciones de los interesados. En la campaña, Solá quiso que su candidatura pudiera aparecer en boletas ajenas al PJ y pidió que se hicieran cambios en la boleta. No tuvo resultados. Ahora depende del resultado –necesita uno superior o igual al de Chiche– para serenar a los intendentes que siempre le fueron esquivos en temas como en la relación con la policía y el delito. Igualmente, Solá sabe que tiene el apoyo de Duhalde aunque es justo esa cierta dependencia la que quiere ir modificando. Le será difícil. En su entorno, sin embargo, aseguran que una victoria por el 50 por ciento de los votos lo convertirá “en otro Felipe”. Según esa idea, estará en mejores condiciones para presionar sobre algunos temas. Su plan, sin embargo, no es dedicarse a la construcción de una estructura propia para competir con Duhalde, como le pedían hace unos años. “Si hubiéramos hecho eso, ya habríamos perdido o estaríamos debilitados”, reconoció a Página/12 uno de sus hombres de confianza. Su proyecto es concentrarse en la gestión y elegir el perfil conveniente según lo que suceda en el distrito porteño. “Si el Presidente tiene una acumulación de triunfos, nosotros vamos a ser parte de ese triunfo. Si tiene algún traspié, podrá recostarse sobre Solá para compensar a Duhalde”, analizaba el funcionario.
En la provincia coinciden en que su relación con Duhalde pasa por un excelente momento. Sin embargo, en el PJ bonaerense eso no significa que el ex presidente reniegue de su rol de jefe político y fije algunos límites. Esa sería una de las causas de los cambios en las autoridades de la Legislatura bonaerense que impulsa el duhaldismo (ver nota aparte). Como antecedente, conviene recordar que Solá no logró incorporar a ninguno de sus hombres en la lista de diputados nacionales. Ahora, muchos de los funcionarios que lo acompañaron en el año y ocho meses de gestión -Federico Scarabino, Florencio Randazzo, Mariano West– pasarán en diciembre a la Legislatura con el objetivo de “fortalecer a Felipe”.
De cualquier forma, en las líneas más profundas, la relación SoláDuhalde-Kirchner conforma un bloque que por mucho tiempo no podrá ser roto por mutua necesidad. Esa situación parece estar descripta en la frase “esta es la última oportunidad de la Argentina” que tanto repiten desde el PJ. Lo prueba la decisión de Duhalde de apoyar a Solá y a Kirchner, sus declaraciones, sus gestos y los de su mujer. En todo caso, con las elecciones de hoy lo que parece estar en discusión son dos cosas: la búsqueda del gobernador bonaerense para difundir su “perfil propio” entre el Presidente y el titular del partido, y el modelo de proyecto que sustentará “la gobernabilidad” del Presidente: algo más transversal como quiere Kirchner o algo más vertical como prefiere Duhalde.

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Felipe Solá y Chiche Duhalde, dicen todas las encuestas, tienen todo para ganar hoy.
 
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