Lunes, 2 de marzo de 2015 | Hoy
EL PAíS › LA PRESIDENTA HABLó DE NISMAN Y RENOVó SUS CRíTICAS AL PODER JUDICIAL
Cristina Kirchner reclamó a la oposición que no utilice más la causa AMIA y “pidan justicia en serio”. Le apuntó al “partido judicial” porque “se ha independizado de la Constitución y de las leyes”.
Por Fernando Cibeira
El pie se lo dieron unos carteles que habían puesto algunos diputados reclamando la creación de una comisión investigadora por el ataque a la AMIA. “No necesito carteles para hablar de la AMIA, yo hablo de la AMIA desde 1994 denunciando el encubrimiento del juez (Juan José) Galeano y pidiendo justicia”, sostuvo la presidenta Cristina Kirchner en el momento más tenso de su discurso de ayer en el Congreso. Reclamó a la oposición que “no utilicen más la causa AMIA y pidan justicia en serio, que el Poder Judicial actúe en serio, porque lo que ha pasado es bochornoso”. Destacó el hallazgo de un escrito en la caja fuerte del fallecido fiscal Alberto Nisman en donde elogiaba la política llevada adelante por el Gobierno en el caso, casi al mismo tiempo que presentaba la denuncia por encubrimiento, y renovó sus críticas hacia el Poder Judicial. “Hay que ser independiente del poder político, hay que ser independiente de los poderes económicos, pero no se puede ser independiente de la Constitución, las leyes y los códigos”, comentó, para concluir: “Ultimamente el partido judicial se ha independizado de las leyes”.
Cristina Kirchner aclaró que lamentaba la muerte de Nisman “como la de cualquier argentino, cualquier ser humano, pero también quiero decir que leí profundamente tanto la denuncia como la sentencia del juez (Daniel) Rafecas, de la que no voy a hablar porque habla por sí sola”. Y siguió: “¿Con cuál Nisman me quedo? ¿Con el que me acusa de encubrimiento o con el que se dirige a mí reconociéndome todo lo que habíamos hecho y dicho para que yo me presente en el Consejo de Seguridad de la ONU?”. “Eso no es justicia: es una vergüenza y un bochorno para todos los argentinos”, añadió.
Fue dura con la Corte Suprema, que tiene a su cargo la investigación del atentado a la Embajada de Israel, hecho ocurrido dos años antes que el de la AMIA y que dejó un saldo de 29 muertos. En ese sentido, se preguntó por qué Israel no hace reclamos por el atentado a su embajada como los hace por la AMIA. “La utilización política de la causa AMIA, donde hay 85 víctimas que piden justicia, me asquea, porque la utilizaron y la siguen utilizando desde afuera y desde adentro para hacer geopolítica”, insistió, y lanzó un reclamo para que Israel permita testimoniar a su ex embajador Yitzak Avirán, quien en una declaración dijo que su país conocía a los responsables del atentado a la AMIA y, dio a entender, ya había dado cuenta de ellos. “Nos acusan de encubrimiento, a nosotros, que hemos dado todos los recursos, que venimos bregando por esta causa desde 2003. Yo misma me desgañité en la ONU pidiendo que cooperen, y que el juez tome declaración a los acusados”, agregó. “Han pasado 21 años y no tenemos un solo condenado, ni un solo preso por AMIA”, dijo, y destacó que al menos su gobierno le había hecho firmar a Irán algo que apuntaba a sentar a los acusados en el banquillo. La referencia al memorándum generó protestas entre los opositores.
“¿Sabe alguien cuál es el resultado de la investigación que llevó adelante la Corte sobre el atentado a la Embajada de Israel?”, preguntó la Presidenta. La cámara enfocó entonces el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, sentado en la primera fila del palco de autoridades junto a la procuradora Alejandra Gils Carbó. Lorenzetti permaneció impertérrito. “Yo quiero sumarle a los 85 muertos de la AMIA, los 29 muertos de la Embajada de Israel. Todos muertos en una contienda internacional, de la cual no tenemos nada que ver”, agregó, y sugirió que los carteles de la AMIA –los habían colocado los diputados Claudio Lozano y Berta Arenas– tal vez los tendrían que dirigir hacia otro lado, en referencia a la Corte que apresuró el juicio oral por la tragedia antes que el del encubrimiento de la AMIA, una causa mucho más antigua.
La Presidenta dirigió varias críticas a la Justicia que “tiene que reconocer la división de poderes”. “No pueden juzgar y firmar cualquier cosa, y últimamente el partido judicial se ha independizado pero de la Constitución, las leyes y los códigos, de todo el sistema normativo vigente y entonces sustituye lo que es una atribución específica del Poder Ejecutivo Nacional, votado por el pueblo, y del Poder Legislativo”, expresó en un tono que levantó a las barras.
La primera mención crítica fue cuando habló de Aerolíneas Argentinas. Recordó la citación a indagatoria al ministro de Justicia, Julio Alak, media hora antes de que el Congreso comenzara el tratamiento del Código Procesal Penal. Y que, por el contrario, nunca había llamado a declarar a los empresarios extranjeros que vaciaron la empresa.
Destacó la política oficial en materia de derechos humanos que ya produjo 700 condenados por crímenes de lesa humanidad. “No solamente puedo hablar de la AMIA y plantarme frente a los familiares de las víctimas, sino también frente a las víctimas del terrorismo de Estado”, subrayó. Las representantes de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo se pararon para aplaudirla.
Luego mencionó el derrotero de la ley de medios que “fue judicializada” y “hoy vuelve a ser suspendida por una suerte de cautelar delivery en un sector del Poder Judicial”. “Tiene que poder aplicarse a los grandes monopolios concentrados, esos quienes señalan quiénes son buenos y quiénes son malos”, agregó.
Hubo una última referencia de tono crítico a la Corte Suprema al tocar el tema Malvinas y recordar el reciente fallo contra a un reclamo de ex combatientes. “Espero que vayan a la Comisión Internacional de Derechos Humanos, estoy segura que van a ser atendidos. No podemos pasar por alto la tortura y los vejámenes a nuestros combatientes en Malvinas, que fueron a dar la vida por la Patria”, concluyó.
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