EL PAíS › UN PRESIDENTE, DOS PAíSES > SACUDóN EN LAS NEGOCIACIONES ENTRE LOS INTEGRANTES DE LA ALIANZA

Una relación con cortocircuitos

Luego de la renuncia de Sanz, los radicales mantuvieron reuniones para resolver cómo continúan las negociaciones con el macrismo. Podrían ocupar los ministerios de Salud, Defensa y Justicia, con Cano, Aguad y Gil Lavedra.

 Por W. P. y S. A.

Las negociaciones políticas dentro del frente Cambiemos entraron en un terreno incierto luego del sacudón que generó la renuncia de Ernesto Sanz a ocupar el Ministerio de Justicia y cualquier otro cargo tanto partidario como de gestión. Los radicales mantuvieron durante todo el día reuniones y conversaciones informales para acordar entre ellos como avanzar en las distintas cuestiones que están pendientes de resolución con el PRO: por un lado, los cargos en el gabinete nacional y por el otro, la conformación de los bloques y autoridades parlamentarias. Además, la UCR tiene que resolver la renovación de sus propias autoridades, que ocurrirá el 4 de diciembre, apenas seis días antes de la asunción de Mauricio Macri. “No va a haber nadie puesto por los radicales que Mauricio no quiera. No se va a dejar imponer a nadie”, avisó uno de los interlocutores designados por el líder del PRO, que le tiene reservados a los radicales tres espacios en la próxima gestión: Salud, Defensa y Justicia. Para esos lugares se menciona a José Cano, Oscar Aguad y Ricardo Gil Lavedra.

Si bien Sanz tiene mandato al frente del partido hasta el 4 de diciembre y como senador hasta el 10, su rol como interlocutor quedó debilitado tras la carta pública que difundió en Facebook. Lo mismo sucede con sus hombres de confianza, como el puntano Walter Ceballos o el porteño Jesús Rodríguez. “Ahora hay que barajar y dar de nuevo”, le escucharon decir al senador electo Julio Cobos. El mendocino, junto al jujeño Gerardo Morales, el diputado Mario Negri y el chaqueño Angel Rozas son los hombres que ahora encabezarán las negociaciones, aunque paradójicamente fueron quienes se opusieron a la estrategia de Sanz de acordar con Macri en la Convención de Gualeguaychú. Otro hombre que podría intervenir en las conversaciones es el propio Aguad, que si bien no tiene una gran relación con la mayoría de sus correligionarios, tiene un muy buen vínculo personal con Macri.

Del lado del PRO los interlocutores se mantendrán. Se trata del futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, el ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó (quien podría ocupar la presidencia de la Cámara de Diputados), el presidente del PRO, Humberto Schiavoni y Rogelio Frigerio, el titular del Banco Ciudad y futuro ministro.

“Siempre quieren más”, “hace mucho que no mojan”, “hay hambre”, relatan en el lado amarillo de Cambiemos para referirse a la posición de los radicales. Las diferencias entre ambos partidos se originó desde el momento mismo en que los radicales aprobaron el frente con el PRO y el entonces jefe de Gobierno les advirtió públicamente que no habría “cogobierno”. “Nosotros no le metemos gente a Morales en Jujuy y ni a (Alfredo) Cornejo en Mendoza”, argumentan los macristas, en referencia a las dos gobernaciones que obtuvieron en este año.

El otro socio de Cambiemos, la Coalición Cívica, tomó una posición totalmente distinta a la UCR. Elisa Carrió dijo públicamente que no pretendía ningún cargo y ratificó ayer que la conformación del Gabinete le corresponde a Macri. “Esta es una decisión del Presidente y va a seguir siendo personal”, sostuvo. Sin embargo, la chaqueña ayer no se privó de proponer al fiscal José María Campagnoli como eventual Procurador General de la Nación, si es que Macri logra su propósito de apartar a Alejandra Gils Carbó.

Un escenario similar se producía en la provincia de Buenos Aires. María Eugenia Vidal tenía prevista una reunión con su vicegobernador, Daniel Salvador, el titular del Comité bonaerense, Ricardo Alfonsín y el diputado Miguel Bazze, para avanzar también en el organigrama provincial. Al igual que en la Nación, se barajaban tres lugares para la UCR provincial: Producción, Salud y Medio Ambiente.

En paralelo a la negociación por el gabinete, la UCR tiene que definir su próximo presidente. Se trata de un cargo importante porque marcará cómo será la relación institucional con el PRO una vez en el poder. El gobernador electo de Jujuy, Gerardo Morales, pretende impulsar un nombre con un perfil más fuerte para encabezar el diálogo con Macri. En su entorno le critican a Sanz no haber “defendido” como corresponde los intereses del partido. Una posibilidad es ubicar ahí a Angel Rozas, un aliado histórico de Morales. Pero el senador chaqueño también podría presidir el bloque de Senadores. En las últimas horas también se barajó la posibilidad de que sea Julio Cobos quien presida el Comité Nacional, algo que cerraría definitivamente la grieta que se abrió en 2007, cuando aceptó ser el vicepresidente de Cristina Fernández y fue “expulsado de por vida” del radicalismo.

“Cobos tiene todos los deberes hechos. Es delegado al Comité Nacional. Es algo factible pero formalmente todavía no se lo han planteado”, aseguraron a Página/12 cerca del mendocino. De todas maneras, los cobistas todavía recuerdan cuando le habían prometido a Cobos la presidencia del bloque de Diputados y de la noche a la mañana quedó ratificado como jefe de bancada el cordobés Mario Negri, que ahora irá por un nuevo mandato. Las últimas definiciones, por lo pronto, llegarán en los próximos días, cuando termine de bajar la espuma electoral y se reacomode el espacio que dejará Sanz al retirarse.

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Julio Cobos y Gerardo Morales quedaron a cargo de las gestiones con el macrismo.
 
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