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Por V. G.

El fiscal Eduardo Taiano solicitó ayer que diez represores de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA), entre ellos Alfredo Astiz, Jorge Eduardo Acosta y Antonio Pernías, sean sometidos a juicio oral por haber secuestrado, torturado y hecho desaparecer personas durante la última dictadura militar. Si los tiempos no se dilatan excesivamente, el proceso debería realizarse en el transcurso del año próximo.
Taiano pidió la elevación a juicio de ochenta delitos cometidos en la ESMA. Se trata de los hechos por los que los marinos ya estaban procesados cuando se sancionaron las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Cuando este año la Cámara Federal reabrió la causa ESMA, el juez Sergio Torres consideró que esos crímenes ya habían sido analizados y que la investigación estaba en condiciones de cerrarse. Paralelamente Torres y Taiano continúan la instrucción por al menos otros doscientos casos de desapariciones y torturas cometidas durante la última dictadura en el centro clandestino de detención de la Marina.
“Los delitos fueron cometidos desde el aparato del Estado y constituyeron no sólo violaciones a los derechos humanos, sino también por su escala, volumen y gravedad, crímenes contra la humanidad de acuerdo al derecho internacional”, señaló Taiano en su dictamen.
Los diez represores que serían juzgados el año próximo son: Jorge Eduardo Acosta, Alfredo Ignacio Astiz, Juan Antonio Azic, Carlos Octavio Capdevilla, Adolfo Miguel Donda, Héctor Antonio Febres, Manuel Jacinto Tallada, Oscar Antonio Montes, Antonio Pernías, Raúl Enrique Scheller.
Para que el juez esté en condiciones de elevar estos hechos a juicio, deberán pronunciarse tanto las querellas –organismos de derechos humanos y víctimas del terrorismo de Estado– como las defensas de los represores. Fuentes judiciales estimaron que si los trámites no se dilatan excesivamente, el año próximo se realizará el proceso. Sería la primera vez desde el juicio a las juntas –a excepción de casos de apropiación de menores– que represores de la dictadura serían condenados por violaciones a los derechos humanos.
Taiano destacó en su pronunciamiento que en la ESMA “se empleó la organización militar para cometer un sin número de delitos, poniéndose en marcha una maquinaria clandestina de represión que actuaba al margen de la ley, mediante la cual los sujetos que ocupaban las más altas jerarquías cometían crímenes sin tener que supeditar su realización a la decisión autónoma del eventual ejecutor, que a su vez actuaba con libertad y responsabilidad, pues no se encontraba coaccionado ni engañado”.
Para que se realice este proceso no es necesario esperar la decisión de la Corte Suprema respecto a la validez de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida ya que esta causa se reabrió como consecuencia de la anulación de esas normas por el Congreso. Por otro lado, todo indica que en el momento de pronunciarse, el máximo tribunal respaldará los juicios por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura.