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Llegó el día para Pontaquarto, Genoud, Cantarero y De Santibañes

Los cuatro imputados principales del affaire de las coimas en el Senado serán, muy probablemente, procesados hoy, sin prisión preventiva, por el juez Canicoba Corral. La confesión del ex secretario parlamentario dio mayor peso a las pruebas que ya existían en la causa.

 Por Victoria Ginzberg

El ex jefe de la SIDE Fernando de Santibañes, los ex senadores Emilio Cantarero (PJ) y José Genoud (UCR) y el ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto serán procesados por el delito de cohecho, es decir, por el pago y cobro de coimas. Con esta resolución, que de acuerdo con los plazos procesales debería firmarse hoy, el juez Rodolfo Canicoba Corral considerará que hay suficientes pruebas para sostener que los ex legisladores fueron sobornados para que aprobaran la Ley de Reforma Laboral. Faltará establecer el rol de otros imputados en la maniobra, entre ellos, el ex presidente Fernando de la Rúa.
Canicoba Corral firmaría la resolución hoy, ya que se están por vencer los plazos procesales. Se descuenta que esta decisión será apelada por los acusados y por lo tanto el expediente será elevado a la Cámara Federal. Por el momento, el magistrado se inclinaría por no ordenar nuevas citaciones hasta que estos cuatro procesamientos sean confirmados por el tribunal superior. Pero aún quedaría pendiente establecer el rol de De la Rúa y determinar qué otros senadores o funcionarios se beneficiaron económicamente con la sanción de la ley. Por el monto de la pena, los acusados no irán a prisión. Las detenciones podría ordenarlas un tribunal oral cuando el caso llegue a juicio.
La confesión del ex secretario parlamentario Mario Pontaquarto será uno de los pilares de los procesamientos. De hecho, el escrito que saldría hoy involucrará a las personas que fueron directamente mencionadas por el “arrepentido” (y a él mismo): De Santibañes –quien según el ex secretario parlamentario le entregó los cinco millones de pesos– y Cantarero y Genoud, a quienes Pontaquarto se los entregó.
Pero la investigación no se basa sólo en la palabra de Pontaquarto. Otros indicios confirmaron su relato. Entrecruzamientos de llamadas telefónicas, registros de la SIDE, análisis de las cuentas del organismo de inteligencia y declaraciones testimoniales aportaron pruebas que sostendrán la resolución. Incluso los descargos de los acusados hicieron su aporte. Cantarero, por ejemplo, confirmó que estuvo en su casa la noche del 18 de abril de 2000 y Genoud admitió que pasó por su despacho el 27 del mismo mes. Es decir, ambos estaban en el lugar indicado por Pontaquarto en el momento en que supuestamente recibieron la plata.

La confesión

Pontaquarto declaró en la Justicia su participación en el pago de las coimas el 12 de diciembre del año pasado, después de que se publicó su confesión en la revista TXT. Su relato se situó en tres escenarios clave: la SIDE, el departamento de Cantarero y el despacho de Genoud. Así ocurrieron las cosas según el “arrepentido”:
- La SIDE: El 18 de abril de 2000, aproximadamente a las dos de la tarde, fue a la SIDE, donde le dijeron que debía ir a retirar el dinero a la noche. Concurrió nuevamente alrededor de las 22 o 22.30. Lo esperaban un señor y la secretaria de De Santibañes, de nombre Gladys. Le dieron un maletín, una valija y una caja con los cinco millones de pesos.
- El Departamento: Cantarero hizo que lo llamara para abrirle el portón del edificio. Pontaquarto le entregó cuatro millones trescientos mil pesos y el ex senador le dio un papel con nombres de otros legisladores.
- El Senado: El 27 de abril, antes de que ambos viajaran a Jordania junto con una delegación de senadores, Pontaquarto le dio 700 mil pesos en mano a Genoud. Fue en el despacho del mendocino y sin testigos.

Informes y reconocimientos

Después de declarar ante la Justicia, Pontaquarto hizo un reconocimiento ocular en la sede de los espías, el Senado y el departamento de Cantarero. Investigadores del caso consideraron “convincentes” los movimientos del arrepentido en todos los lugares, sobre todo, en el organismo de inteligencia, que era el que más les interesaba.
Los informes de la SIDE confirmaron que el 18 de abril Pontaquarto estuvo allí después del mediodía. La entrada de la noche no está registrada, pero una empleada aseguró que eso podía ocurrir si existía una orden verbal del “Señor Cinco”. Los registros señalan que el ex secretario parlamentario también ingresó a la sede de los espías el 22 de agosto de ese año y que en esa oportunidad fue “atendido por Gladys”. De Santibañes argumenta que a fines de agosto estaba fuera del país y que su secretaria estaba en el Sur. Pero cuando declaró como testigo, la mujer afirmó que nunca faltó a su trabajo mientras se desempeñaba en la SIDE.
El organismo de inteligencia informó además que, para la época en que se habrían pagado los sobornos, había en la secretaría (en el área del subsecretario) dos Renault Laguna blancos, el modelo y color del auto que según Pontaquarto lo escoltó la noche del 18 de abril de 2000 hasta el Senado.
Canicoba Corral también recibió listados de las compañías telefónicas que acreditan varias llamadas que Pontaquarto dijo hacer y recibir. Una de las más importantes es la que habría realizado el 26 por la noche antes de entrar al departamento de Cantarero. Con ese registro, se pudo reconstruir el recorrido de Pontaquarto esa noche. El trayecto coincide con el camino que va desde el Congreso hasta Callao y Posadas, donde vivía el ex senador salteño.

La plata

La hipótesis de que el dinero para pagar las coimas salió de la SIDE figuraba en la causa desde que se inició. La confesión de Pontaquarto sólo la reforzó. Hace tres años, cuando apelaron la falta de mérito de siete senadores, los fiscales Eduardo Freiler y Federico Delgado sostuvieron que la plata podía haber provenido de los retiros en efectivo que hizo la SIDE del Banco Nación de 1 millón 500 mil pesos el 11 de abril de 2000 y cinco millones de pesos el 14 del mismo mes y año.
De Santibañes atribuyó el cobro de estos dos cheques con diferencia de días a que, como había huelgas en el banco, “cuando se encontró momento para sacar más plata, se la sacó”. Pero según la investigación judicial no hubo conflictos laborales en la entidad en esa época. Freiler y Delgado detallaron que la SIDE ocultó la existencia de dos cuentas en el Banco Nación y los retiros de dinero y proporcionó informes sobre sus movimientos financieros que luego la Sindicatura General de la Nación demostró que eran falsos. Para el juzgado y los fiscales la plata de los sobornos pudo provenir tanto de aquellos dos cheques como de otro dinero obrante en la SIDE. Lo que es casi imposible de determinar es cuánto es y en qué se gasta la plata de los espías.

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A Canicoba Corral se le vencen hoy los plazos procesales para definir la situación de los cuatro.
 
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