EL PAíS › OPINION

Fue una aventura, no una gesta

Por Mirta Mántaras *

En la papelería que utiliza el ejército para todas sus comunicaciones reza la misma leyenda: “2002, a 20 años de la Gesta de Malvinas”. Crasa falsedad, porque “gesta” significa hazaña, en cambio los militares golpistas se embarcaron en una macabra aventura que operó como acción psicológica dirigida al ámbito interno. Para sortear el malestar por la política económica y los reclamos por la atroz violación de los Derechos Humanos, decidieron tocar el sentimiento popular de defensa de la soberanía, provocando la muerte de cientos de adolescentes patriotas que creían que estaban defendiendo su tierra.
A la guerra sucia que provocó el genocidio de los connacionales se le quiso oponer la guerra limpia, la que se libra contra el enemigo extranjero, la que se estudia en la carrera militar.
Y quedó claro que los que eligen como arma la picana, las bolsas de nylon para cubrir las cabezas de los secuestrados, el asesinato de personas maniatadas, no pueden hacer la guerra. Tiene una contradicción interior insalvable. la cobardía. En el Informe Rattenbach, elaborado por el general que presidió la Caercas (Comisión de Análisis y Evaluación político militar de las responsabilidades del Conflicto del Atlántico Sur) se lo calificó como una aventura irresponsable, donde cada arma funcionaba por su cuenta, carecían de preparación y la conducción estuvo plagada de errores.
La sentencia del tribunal castrense (Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas) lejos de considerar la invasión como una hazaña la señaló como un delito y condenó a Leopoldo Fortunato Galtieri a 12 años de reclusión con accesoria de destitución, al almirante Jorge Isaac Anaya a 14 años de reclusión con accesoria de destitución, al brigadier Basilio Arturo Lami Dozo a 8 años de reclusión.
Quedaron absueltos por el transcurso del tiempo aunque se cometieron los delitos, el general Osvaldo Jorge García, Helmut Conrado Weber, Juan José Lombardo, Leopoldo Alfredo Suárez del Cerro, Mario Benjamín Menéndez y Omar Edgardo Parada.
Uno de los absueltos fue entonces el teniente de navío Alfredo Ignacio Astiz, quien luego de rendirse y ser llevado a Gran Bretaña como prisionero de guerra, al salir su imagen en la prensa fue reconocido como la misma persona que se hacía pasar por familiar de un desaparecido señalando a las monjas francesas y otras personas para que sus compañeros del grupo de tareas produzcan su desaparición.
Al ser revisada la sentencia castrense por el poder judicial tampoco consideró la invasión a las Islas como una gesta sino que ratificó las condenas por los delitos cometidos unificándolas en 12 años para tres altos jefes y fundamentó por qué se trataba de una aventura militar, en similares términos al obrante en el informe del general Benjamín Rattenbach.
La incapacidad e irresponsabilidad de las tres Fuerzas Armadas fue expresada en estos términos: falta de preparación y de conducción, con salteamiento en la cadena de comandos, roces y la falta de coordinación, falta de espíritu de lucha y desmoralización por parte de la tropa, errónea elección de unidades, fallas en la logística pues las dotaciones no llegaron a poder de los usuarios, que en el nivel de mando superior de las FF.AA. no hubo actuación directa en el conflicto, que la oportunidad benefició al enemigo, se escogí el peor momento climático y que la acción psicológica fue dirigida al ámbito interno del país.
Un aspecto determinante fue que la junta militar consideró que Estados Unidos intercedería ante cualquier respuesta bélica de Gran Bretaña en agradecimiento a los servicios prestados por los militares argentinos en la intervención y adiestramiento represivo en el cono sur y ocurrió todo lo contrario. Era lo esperable por los lazos estratégicos que siempre tuvo con la OTAN.
Los heroicos jóvenes del pueblo combatientes de Malvinas ni siquiera fueron recibidos por la junta militar al concluir el conflicto. Enfermosfísica y psíquicamente, mutilados, y torturados por sus propios jefes deambularon sin conseguir reconocimiento y, muy tarde obtuvieron una magra pensión cuando ya muchos de ellos se habían suicidado.
El aniversario de la aventura de Malvinas es un día de luto y de reflexión para que nunca más suceda.

* Abogada de derechos humanos.

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