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Con dos renuncias presidenciales en su historia, la mayoría de sus cuadros encerrados por temor al escrache y una renovación dirigencial casi nula, al radicalismo sólo le faltaba la reaparición de Eduardo Angeloz. “Estoy de nuevo y de frente. Ahora tengo certificado de buena conducta, puedo participar en cualquier lugar donde me presento”, dijo ayer el ex gobernador de Córdoba que, convencido de que ya cumplió su condena pública, anda con ganas de volver.
A diferencia del PJ, donde hubo al menos una renovación desde 1983 (la que lideraron Antonio Cafiero y Carlos Menem), la dirigencia de la UCR es más o menos la misma desde aquellos años. La foto se repite: Raúl Alfonsín sigue siendo el mandamás del partido y –salvo algunas excepciones– los liderazgos provinciales se mantienen. En este sentido, no es absurdo que en el radicalismo sucedan este tipo de cosas.
Ayer, Angeloz manifestó públicamente su voluntad de retomar la actividad política, aunque tuvo la delicadeza de reconocer que la sociedad todavía “no se ha reencontrado” con él.
Gobernador de Córdoba entre 1983 y 1995, candidato a presidente en 1989 y hombre fuerte del radicalismo del interior, Angeloz cayó en desgracia cuando se inició una causa por enriquecimiento ilícito. Fue acusado de acumular de manera irregular un patrimonio de más de cuatro millones de pesos a través de 14 testaferros. Sin embargo, en 1998 fue absuelto por la Cámara del Crimen de Córdoba y pocos días después pudo reasumir su banca de senador. Tres años más tarde, en febrero de 2001, la Corte Suprema confirmó el fallo.
Como primer gesto político desde su vuelta a la arena política, Angeloz aseguró que su sector respaldará al ex intendente de la capital cordobesa, Rubén Martí, para las próximas elecciones. “Es el mejor posicionado”, dijo.
En cuanto a su partido, admitió que “ha tenido errores tras errores en las gestiones de gobierno, así que va a pasar mucho tiempo para volver al poder”. Y cuestionó la decisión de Fernando de la Rúa de incorporar a Domingo Cavallo a su gestión. “No entiendo: ¿no lo conocían? Sin embargo eligieron este personaje que dejó una deuda enorme para la sociedad y ahora tenemos que pagar los costos y los errores cometidos por nuestra propia culpa”, sostuvo.
Convencido de que los fallos judiciales le dan carta blanca para opinar, el ex gobernador cuestionó, también, la gestión de José Manuel de la Sota. “La provincia está peor que nunca, las cuentas no cierran. Después de 12 años de gobierno yo terminé debiendo 1200 millones de pesos y hoy De la Sota tiene una deuda de 4100 millones de pesos, sin incluir la última emisión de bonos Lecor.”
Finalmente, Angeloz dijo que se opone a adelantar las elecciones presidenciales. “Sería el error más grosero que podríamos cometer”, explicó.
Aunque no lo dijo, el cordobés tiene planeado jugar un rol importante en la próxima interna del radicalismo de su provincia, por lo que hace un par de meses logró imponerse a Eduardo Capdevilla, un ex funcionario suyo, y se consagró presidente de Línea Federal, la corriente que siempre lo sostuvo. Está convencido de que, poco a poco, puede retomar la actividad política. Desde luego, habrá que ver qué piensan los cordobeses, que la semana pasada lo abuchearon en un restaurante del barrio Nueva Córdoba.