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El fiscal Hermelo, denunciado en la Conadep, y su denuncia al juez

En el Consejo de la Magistratura, el juez Sergio Delgado, acusado por el fiscal que participó en la ESMA, será defendido por personalidades académicas.

 Por Raúl Kollmann

Distintas personalidades del mundo académico y del derecho participarán de la defensa del juez Sergio Delgado ante el Consejo de la Magistratura. El magistrado fue acusado por el fiscal Oscar Hermelo (h.) por haberle otorgado libertades transitorias o extraordinarias a una importante cantidad de presos, lo que derivará en un trascendente debate sobre las reincidencias, los derechos de los detenidos y el funcionamiento de los servicios penitenciarios. El perfil del fiscal Hermelo no es un dato menor: figura en el listado de la Conadep con actuación en la ESMA, usando el seudónimo Vaca y “encargado de la compra y venta de las casas y de los bienes saqueados en los secuestros”. Hermelo (h.) admite que estuvo en la ESMA, pero en la Dirección de Talleres, en la que –según él– no se enteraron de las torturas y asesinatos del Grupo de Tareas 3.3.2, que funcionaba en el casino ubicado a unos 150 metros dentro de la misma unidad de la Marina.
El próximo capítulo del choque Hermelo –Delgado será el 5 de agosto en la Comisión de Acusación del Consejo de la Magistratura. Ese día, el magistrado expondrá lo que él considera criterios jurídicos divergentes con el fiscal Hermelo.
Uno de los puntos más críticos de la controversia es que en muchos casos el juez no ha aceptado las calificaciones que pone el Servicio Penitenciario. Sucede que la ley establece que tienen derecho a salidas transitorias los presos que cumplieron la mitad de su condena, “quienes tienen conducta ejemplar o el grado máximo susceptible de ser alcanzado según el tiempo de internación” y quienes tienen un concepto favorable del Servicio Penitenciario (SP). En muchos casos, Delgado no acepta los dictámenes del SP por considerarlos erróneos o arbitrarios. Sucede que en el ambiente penitenciario se conoce que la buena conducta se consigue a cambio de dinero y en muchos casos se utiliza el sistema como forma de reprimir a los que se rebelan contra los presos-matones que reducen a la esclavitud e incluso a la prostitución a los presos más débiles.
El fiscal Hermelo, por su parte, argumenta que son varios los casos de presos liberados por Delgado que vuelven a cometer delitos durante las salidas transitorias. El último caso se produjo el jueves pasado, cuando Luis Presas, quien está internado en el penal de Devoto por un caso de narcotráfico, fue detenido tras robar y tirotearse con la policía. Presas se recibió de abogado en la cárcel y tenía salidas transitorias para trabajar en su flamante profesión. Según los policías, ya había sido detenido en una ocasión, también por un robo en ocasión de una salida transitoria, aunque no fue condenado por aquel hecho. Hermelo asegura que el tribunal que lo juzgó dio por probado el robo, pero no lo condenó por razones técnicas. De todas maneras, el fiscal acusa al juez de dar más de 300 libertades que no correspondían y el magistrado responde que siempre se ajustó a derecho, que la mayor parte de sus medidas fueron confirmadas por la Cámara de Casación y que el problema de fondo es que tienen visiones contrapuestas sobre los derechos de los detenidos y el objetivo de resocialización de los presos.
En el sistema actual, el fiscal tiende a oponerse a cualquier libertad para un detenido y lo propio hace la mayoría de los jueces, que no quieren correr riesgos de que alguno de los presos que gozan de salidas transitorias reincida en el delito. A esto hay que agregar que el 90 por ciento de los presos no tiene defensor porque ya no tienen con qué pagarlo y tampoco asistencia de su familia. En el penal de Devoto, por ejemplo, apenas el diez por ciento de los internos recibe visitas porque en buena parte de los casos sus familias ni siquiera tienen el dinero para pagarse el boleto de colectivo.
La confrontación de Hermelo con Delgado no sólo se explica por las visiones distintas, sino también por los antecedentes del fiscal. En 1998 el Centro de Estudios Legales y Sociales le pidió a la Procuración que abriera un expediente para investigar el papel de Hermelo en la ESMA. La foto en la que el ex capitán Adolfo Scilingo aparece entregándole una condecoración a Hermelo (ver aparte), que luce flaco como en la actualidad, por servicios prestados como civil a los marinos es elocuente. En aquellos años, el ahora fiscal revistaba en la ESMA y también en la Justicia, por lo cual –según el CELS– no pudo desconocer lo que estaba pasando en un lugar donde asesinaron y torturaron a miles de personas. Hermelo ingresó a la ESMA por vinculaciones familiares –un primo era marino de alto rango– y de acuerdo al testimonio de los detenidos los bienes robados en los operativos de los grupos de tareas eran vendidos por abogados y contadores. Entre ellos –de acuerdo a la cita de la Conadep– estaba Vaca, el seudónimo que presuntamente utilizaba Hermelo. Fuentes del CELS relataron a este diario que tras la denuncia realizada por ese organismo en 1998, la Procuración derivó el caso a una comisión de disciplina que no se expidió, argumentando que no tenía facultades.

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El registro histórico de Oscar Hermelo (h.) recibiendo una distinción de manos de Adolfo Scilingo.
 
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