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Un proyecto de expropiación para alejar los fantasmas del Bauen

Si bien la adjudicación a la cooperativa de trabajo que desde el 2003 explota el Hotel Bauen depende de la Legislatura porteña, el diputado nacional Claudio Lozano presentó un proyecto para respaldarla.

Ante las constantes amenazas de desalojo sufridas por la cooperativa del Hotel Bauen, el diputado nacional alineado en la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Claudio Lozano, presentó la semana pasada un proyecto para impulsar la expropiación en favor de los trabajadores, declarando de “utilidad pública” al gigante edificio de Callao y Corrientes. La iniciativa –que sólo tiene un carácter simbólico, puesto que la expropiación debe ser resuelta en la Legislatura porteña– fue adoptada en respuesta a las presiones ejercidas por los ex propietarios, que ponen en una situación cada vez más frágil a los 120 empleados del hotel recuperado.
El proyecto prevé la declaración del emblemático hotel como “espacio de utilidad pública”. Con ello se busca favorecer el pedido de expropiación que hace dos semanas presentó la cooperativa en la Legislatura. Según explicó Lozano a Página/12, su aprobación “sería de un valor político incalculable, ya que no sólo promovería su tratamiento en el Parlamento porteño sino que también sentaría un precedente para la elaboración de una ley marco que saque del estado de desprotección jurídica en el que actualmente se encuentran las cooperativas”. “El caso del Bauen es uno de los tantos que revela la ausencia de normas que penalicen la conducta empresaria y que les permitan a los trabajadores de las empresas recuperadas hacerse cargo de su situación. Es necesario generar las condiciones de legalidad para favorecer el desarrollo de estos emprendimientos”, señaló.
La situación de la Cooperativa Bauen se agravó en las últimas semanas con la denuncia realizada por Mercotel SA, una empresa fantasma que los trabajadores les atribuyen a los ex dueños de la firma. La Justicia contravencional dispuso una inhabilitación administrativa sobre la cooperativa, impidiéndole tomar nuevas reservas. A esto se sumaron las amenazas de desalojo y las trabas sufridas para conseguir la titularidad del hotel. Según explicó el presidente de la cooperativa, Marcelo Ruarte, el primer pedido de expropiación fue presentado hace dos años, pero ante la oposición del macrismo nunca fue tratado. El legislador Diego Kravetz (Frente para la Victoria) presentó entonces hace dos semanas un nuevo proyecto que prevé la expropiación temporaria por dos años. La medida, además de no requerir la mayoría de los votos de los legisladores, les permitiría a los trabajadores armarse de las herramientas para pagar la deuda contraída por los ex dueños.
Desde su inauguración, el hotel quedó en manos de administraciones fraudulentas que lo condujeron a la quiebra en el 2001. La familia Iurcovich lo inauguró para el Mundial del ’78 gracias a un crédito del Banade que nunca fue cancelado. En 1997 se lo vendieron a la empresa chilena Solari SA que, además de no hacerse cargo de las obligaciones fiscales, nunca pudo terminar de pagar la deuda y se presentó en concurso en el 2001. Frente a la falta de inversión y mantenimiento, finalmente ese año el hotel debió cerrar sus puertas. Las chapas lo mantuvieron en el anonimato hasta que, en el 2003, veinte trabajadores decidieron ocuparlo.
Dos años después, la Cooperativa Bauen logró recuperar 160 de las 220 habitaciones y creó cien nuevos puestos de trabajo. Lejos de aquel monstruo abandonado que los recibió, el hotel parece ostentar aquellas cuatro estrellas de las que se jactó durante años. Además de tener casi todas las plazas ocupadas, sus salones son usados diariamente para eventos políticos y culturales. Hace cuatro meses, Alejandro Dolina decidió trasladar allí su clásico programa, La venganza será terrible. “Este hotel no sólo les da trabajo a más de 150 personas. Se ha transformado en un espacio de interés social, cultural y político. ¿Cómo van a hacer para terminar con esto?”, se preguntan sus empleados. Según advierten, la Legislatura comenzaría a definir su situación en los próximos días. Mientras tanto continúan en asamblea permanente y anunciaron varios actos para las próximas semanas.

Informe: Carolina Keve.

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Los trabajadores del Bauen se hicieron cargo del hotel abandonado por sus dueños.
 
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