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Bielsa en Gualeguaychú

Lejos de la campaña porteña, el canciller Rafael Bielsa comprobó ayer en carne propia hasta dónde puede llegar el conflicto por las papeleras, que ya generó un cortocircuito con Uruguay. Ayer, cuando llegó a Gualeguaychú, Entre Ríos, Bielsa fue recibido por vecinos que le silbaban y gritaban la palabra “vinculante”. Con esa consigna, aparentemente extraña, los manifestantes reclamaban que el estudio de impacto ambiental tenga carácter “vinculante”. Algunos manifestantes tenían pancartas que decían “Presidente Kirchner, no nos cambie la vida por dólares”. Tras esa bienvenida poco amigable, Bielsa brindó un informe sobre las gestiones de la Cancillería ante el gobernador Jorge Busti, vecinos y miembros de organizaciones ambientalistas. El canciller quiso demostrar que el Ejecutivo está haciendo todo lo posible para evitar la contaminación del río Uruguay. “El pedido de paralización de las obras ya ha sido efectuado, y Argentina se reserva el derecho de ejercer todos los medios para insistir porque las obras no se han paralizado. Si las plantas contaminan, creo que hay muy pocas posibilidades de que las plantas puedan continuar”, informó. Además, Bielsa aclaró que las acciones que está llevando adelante el Gobierno “no excluyen cualquier tipo de actuación de acuerdo a derecho que Gualeguaychú o la provincia (de Entre Ríos) deseen hacer”. En su reunión con los funcionarios y vecinos, el canciller reconoció que las empresas privadas –la española ENCE y la finlandesa Botnia– siguen avanzando con las obras para instalar las dos productoras de celulosa en la margen izquierda del río Uruguay. La reunión se realizó en la Municipalidad de Gualeguaychú y duró desde las 13 hasta las 16.40. Luego de presentar su informe, Bielsa habló con la prensa. Allí explicó que el hecho de que “el informe sea vinculante o no, determinará estrategias diferentes” para el Gobierno. Los gobiernos de ambos países se comprometieron a formar una “comisión binacional” para analizar el impacto ambiental de las obras. Esa decisión se tomó la semana pasada, tras una conversación entre Bielsa y su par uruguayo, Reinaldo Gargano. En Gualeguaychú no quedaron conformes: por las palabras de ambos funcionarios interpretaron que el informe no sería “vinculante”. Ayer, Busti salió a aclarar que la Argentina no había firmado ninguna autorización para que Uruguay avance con las papeleras. Bielsa fue consultado por los abucheos que había recibido. “He escuchado cosas que me han dolido”, confesó. Igualmente, elogió la movilización.

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