EL PAíS › HOY EMPIEZA EL JUICIO ORAL AL TURCO JULIAN

La mano de obra en el banquillo

Su verdadero nombre es Julio Simón y será juzgado por el secuestro y desaparición de Gertrudis Hlaczik y José Poblete y por la apropiación de Claudia, la hija del matrimonio. En julio se conocerá la sentencia.

 Por Irina Hauser

Buscarita Roa no puede dejar de pensar cómo será el momento en que vea cara a cara, sentado ante el tribunal, a ese represor, conocido como el “Turco Julián”, que hacía tirar por las escaleras del centro clandestino de detención El Olimpo a su hijo, José Poblete, a quien le faltaban las piernas. “Tengo grabada esa imagen, que conocí por el relato de algunos sobrevivientes”, dice, mientras se prepara “bastante nerviosa” para las audiencias del juicio oral que empieza hoy y que hará historia. El ex policía, que en realidad se llama Julio Simón, está acusado de la desaparición de Poblete y su mujer, secuestrados en 1978, y de la sustracción de la hija de ambos, que entonces tenía ocho meses de vida. Es el caso en el que se basó la Corte Suprema para declarar la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida y fue, por eso, el que permitió que se empezara a avanzar en otras investigaciones por los crímenes cometidos durante la dictadura.

Por la agenda de testigos prevista, es casi cantado que este juicio terminará antes del que transcurre en La Plata contra otro ex policía acusado por delitos de lesa humanidad, Miguel Etchecolatz. Por eso, Simón es candidato a convertirse en el primer represor condenado en los últimos veinte años –después del Juicio a las Juntas– por los crímenes del terrorismo de Estado. El 18 y 20 de julio serán los alegatos y podría haber sentencia antes de fin de ese mes.

En la audiencia de hoy, el Tribunal Oral Federal 5 le ofrecerá hablar al acusado, que está preso desde hace seis años, y luego se leerá el requerimiento fiscal que detalla las imputaciones en su contra: privación ilegal de la libertad agravada en concurso con torturas y sustracción, retención y ocultamiento de una menor. Buscarita Roa es querellante, junto con el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

En este mismo proceso estaba acusado Juan Antonio del Cerro, alias “Colores”, que murió el último 2 de abril, a un paso del juicio, en la cárcel de Devoto. Cuando el juez (ahora camarista) Gabriel Cavallo procesó a ambos policías y les dictó prisión preventiva aseguró que “decidían sobre la vida, la muerte, los tormentos y las demás vejaciones a las que eran sometidos los detenidos, sin necesidad de esperar órdenes concretas de sus superiores”. Ambos actuaron en los centros clandestinos Club Atlético, El Banco y El Olimpo. A Simón, por eso, le esperan juicios por muchas otras desapariciones en el área del Primer Cuerpo de Ejército.

José Poblete y Gertrudis Hlaczik fueron secuestrados el 28 de noviembre de 1978 en su casa de Guernica por un grupo que decía pertenecer a las “fuerzas conjuntas”. Primero se la llevaron a ella, con la beba en brazos, en un auto de la policía. Después lo llevaron a él, “que justo ese día no tenía puestas sus piernas ortopédicas sino que andaba en la silla de ruedas”, relata su madre. Gertrudis era estudiante de psicología. José era un técnico tornero que había perdido sus piernas en un accidente, siete años antes de su desaparición, y había formado en 1971 el Frente de Lisiados Peronistas (FLP). Por testimonios de ex detenidos se supo que fueron llevados a El Olimpo, de la División Mantenimiento de Automotores de la Policía Federal, donde fueron sometidos a todos tipo de vejámenes.

Durante la instrucción de la causa el juez Cavallo determinó que Gertrudis había señalado a Simón y Del Cerro como sus secuestradores y fue el primero en anular las leyes de impunidad. También estableció, en base a una denuncia de Abuelas de Plaza de Mayo, que la beba del matrimonio, luego de estar varios días en cautiverio con sus padres, fue entregada al teniente coronel Ceferino Landa y su mujer, Mercedes Beatriz Moreira. En junio de 2001 el militar retirado fue condenado a nueve años de prisión y su mujer a cinco años y medio por apropiarse y cambiarle la identidad a Claudia Poblete, que había vivido con el nombre de Mercedes Landa.

Buscarita será la primera testigo en hablar ante los jueces, mañana a primera hora. También están citados otros familiares de la pareja desaparecida y veintiún sobrevivientes de El Olimpo irán aportando sus relatos con el correr de los días. Entre los testigos citados por la defensa del Turco Julián figuran los apropiadores de Claudia.

“Después de tantos años de pelear parece increíble que llegue este momento. No puedo negar la sensación de que la Justicia llega tarde, pero este juicio será importante para las nuevas generaciones”, dijo a Página/12 Fernando Navarro Roa, quien como hermano menor de José Poblete buscaba imitar sus pasos en la militancia social. Su mamá, Buscarita, que trabaja en Abuelas, señaló: “Nuestros hijos, equivocados o no, tenían derecho a un juicio justo que ellos, los represores, les negaron y que ahora reivindican para sí”. Carolina Varsky, abogada del CELS, destacó que la lucha de los organismos de derechos humanos “consolidó un proceso de justicia real para la etapa más sangrienta de la historia”.

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El Turco Julián integraba la patota de torturadores junto con el fallecido Antonio Del Cerro.
 
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