EL PAíS › RENUNCIARON CUATRO ABOGADOS DE GRASSI. DENUNCIA POR PAGOS ILEGALES

Más que defensa, una diáspora

Cuatro de los cinco abogados del cura renunciaron a su defensa. El único que queda seguiría el mismo camino. Grassi optaría por un defensor oficial, con asesoramiento de Telleldín. La Justicia investiga una denuncia por pagos irregulares a abogados con fondos de la Fundación Felices los Niños.

 Por Raúl Kollmann

Cuatro derrotas consecutivas pusieron al padre Julio César Grassi contra las cuerdas y ayer se quedó sin sus principales defensores. Los cuatro abogados del sacerdote que tenían un papel protagónico, Laura Fechino, Adriana Novello, Luis Osler y Adrián Maloney, presentaron su renuncia y al anochecer en la página de Internet del sacerdote se informaba que Jorge Sandro, que fue penalista, entre otros, de Alfredo Yabrán, queda como único letrado de la defensa. Otra versión indicaba que Grassi se inclinaría por un defensor oficial que, a su vez, sería asesorado por Carlos Telleldín, el hombre que resultó el principal imputado en la causa AMIA, estudió Derecho en la cárcel y tras ser absuelto ejerce la abogacía. Telleldín tiene estrecha relación con Grassi, ya que uno de sus hijos estuvo en la Fundación Felices los Niños durante los años de prisión de El Enano, como le decían a Telleldín. Los ex abogados de Grassi mantuvieron ayer su hermetismo y no quisieron explicar por qué renunciaron. Anoche se manejaban distintas versiones. Que una parte de la defensa renunció por una denuncia de cobro irregular de cheques provenientes de la Fundación, otros dicen que dieron el paso al costado porque ya Telleldín ejercía demasiada influencia en Grassi y, por otro lado, se menciona que esas cuatro graves derrotas de los últimos tiempos ponían a Grassi en situación muy difícil de cara al juicio oral, por lo cual hubo una especie de pase de facturas y un desgaste en la relación con el cura.

Hace seis meses, la defensa de Grassi cantaba victoria. Consideraban que el juicio oral conduciría inevitablemente a la absolución del sacerdote. Sin embargo, cuatro derrotas consecutivas cambiaron el escenario en forma total:

- Lo más reciente y más grave para los defensores fue el desplazamiento del Tribunal Oral Criminal número 4, integrado por los jueces Pedro Rodríguez, Carlos Torti y Rodolfo Castañares. La fiscal Sandra Míngolo tuvo la iniciativa en la recusación y la Cámara de Garantías le dio la razón apartando al tribunal por prejuzgamiento, es decir por jugar a favor de Grassi, admitiendo medidas que lo beneficiaban y bloqueando otras que lo perjudicarían. Desde ayer, el juicio oral quedó en manos de un nuevo tribunal, el número 1, integrado por Luis María Anduela, Jorge Eduardo Carrera y Mario Daniel Gómez (ver página 2).

- Un giro trascendente en el caso fue adelanto de Página/12: el joven Luis Gutiérrez, que integró el entorno del cura y que figuraba en una causa en Santa Cruz como abusado por Grassi, declaró ante una fiscalía de Morón que dos veces el sacerdote lo llevó a su cama para hacer juegos sexuales. Gutiérrez, que hasta ese momento era el principal testigo a favor de Grassi, luego dio una lista de otros jóvenes que pasaron por lo mismo.

- Otro golpe a la defensa del cura también fue revelado por este diario: en una causa civil existente en Santa Cruz, el sacerdote aceptó realizarse una pericia psiquiátrica cuyos resultados fueron totalmente negativos para él, al punto que se lo equipara con el perfil de un “delincuente sexual”. Esa pericia iba camino a ser admitida como documento en la causa principal de Morón.

- Por último, el joven Gabriel, que aparecía testimoniando los abusos en su contra en el informe de Telenoche Investiga que dio origen a toda la causa, supuestamente había firmado su renuncia a ser parte querellante y se perdía entonces a un acusador fundamental. Sin embargo, representado por el abogado Eduardo Valdés, Gabriel se presentó otra vez en el expediente y sostuvo que le hicieron firmar la renuncia con un engaño. Reiteró su voluntad de ser tomado como parte en el juicio contra Grassi y eso lo debe resolver la Cámara de Casación. También el Comité de Seguimiento de los Derechos del Niño, con Juan Pablo Gallego a la cabeza, pidió a la Casación ser tenido como parte en el proceso. Todos estos cambios fueron desfavorables para Grassi y, según parece, este motivo y otros provocaron ayer la renuncia de los defensores, aunque los letrados sólo dijeron que dan un paso al costado por razones personales y creyendo en la inocencia del cura.

En ese terreno de la defensa, ayer se produjo otra novedad de importancia. Valdés, el abogado de Gabriel, presentó hace varios meses una denuncia por manejo irregular de fondos de la fundación Felices los Niños, en concreto por el desvío de cheques destinados a pagar carne para los chicos hacia una cuenta a nombre de Viviana Galli, madre de la (ahora ex) defensora de Grassi Laura Fechino. Valdés descubrió que tres cheques, por valor de 23.000 pesos, librados a favor del Frigorífico Cañuelas, nunca llegaron a ese proveedor de carne de la Fundación, sino que habrían servido para pagar la defensa del sacerdote. Según parece, en la misma situación se detectaron otros treinta cheques por un monto que rondaría los 600.000 pesos.

Ayer fue citado a la Fundación el dueño del Frigorífico, Rubén Barga, quien declaró que él nunca recibió ninguno de esos cheques, que las firmas de endoso le resultaban desconocidas y que por lo tanto existía una maniobra irregular de derivación hacia la defensa de Grassi de fondos destinados a la comida de los chicos. Hasta el momento siempre se dijo que los gastos de abogados eran pagados por empresarios que respaldan al sacerdote, no por la Fundación, que no podría hacerlo en forma legal ya que tiene sus propios abogados, por lo que se habría optado por esa forma encubierta de sacar fondos. En el encuentro de ayer a las 14 en Felices los Niños, Barga anunció que ante la justicia contaría la verdad: que no recibió los cheques ni los endosó. En la mira quedó entonces el estudio que encabezan Novello y Fechino, esencialmente porque según la denuncia de Valdés ante la Fiscalía general, los cheques fueron depositados en la cuenta de la madre de Fechino. Este diario se comunicó con ambas letradas, pero no hubo respuesta a las llamadas.

Otro factor de choque en la defensa de Grassi fue la irrupción con un papel protagónico de Telleldín. El Enano afirma que no es defensor, sino amigo de Grassi, a quien le está agradecido por haber recibido a su hijo mientras él estaba en la cárcel. De todas maneras, mediáticamente Telleldín apareció en escena e incluso hizo comentarios sobre la vida sentimental de los defensores, lo que provocó gran malestar. No faltó quien deslizó que en los últimos tiempos Grassi escuchaba más a Telleldín que a sus abogados. En un diálogo que este diario mantuvo con un hombre del estudio en el que revista Maloney no se quisieron dar explicaciones por la renuncia: “La relación con Grassi se desgastó. Entendimos que habíamos cumplido un ciclo y él está ahora en libertad para tomar otras determinaciones. Respecto del vendedor de autos (Telleldín) tenemos que decir que no lo conocemos, nadie nos pidió que trabajáramos con él en la defensa y no lo hubiéramos hecho. Tampoco recibimos cheques de la Fundación: tuvimos quién pagara nuestros servicios”.

Tras la renuncia de los principales abogados, quedó como único defensor el conocido penalista Jorge Sandro. El letrado figura como designado en la causa desde el principio, pero hace muchísimos meses que no firma ninguno de los escritos presentados en el expediente. Estaba casi apartado. Y lo cierto es que no queda para nada claro que se vaya a hacer cargo de la defensa. El rumor más extendido es que Grassi recurriría a un defensor oficial, pero asesorado por Telleldín o algún otro abogado. Todo esto está por verse.

Como se sabe, el sacerdote está acusado por abuso deshonesto, corrupción de menores y amenazas, a raíz de las denuncias que hizo públicas el 23 de octubre de 2002 el programa Telenoche Investiga, donde se pusieron al aire los relatos de dos menores, Gabriel y Ezequiel. Tras un largo proceso en el que Grassi acusó a la Justicia de Morón de perseguirlo, finalmente eljuicio oral y público se iba a iniciar el 3 de octubre pasado. Sin embargo, la recusación de la fiscal contra los jueces por presunta parcialidad impidió el inicio de las audiencias y ahora éstas estarán en manos de un nuevo tribunal que deberá tomar una serie de decisiones de la máxima importancia. Entre ellas, si continúa con el proceso donde lo dejó el Tribunal Oral número 4, si espera las resoluciones de Casación –algo que es inminente– y si cita a una nueva audiencia para definir las medidas de prueba a tomar antes de iniciar el juicio.

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Julio César Grassi adoptó a Carlos Telleldín como uno de sus asesores de mayor confianza.
 
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