EL PAíS › EL GOBIERNO, DISPUESTO A APOYAR A JUEZ

El enojo del Gallego

Los sondeos con que cuenta la Rosada indican que tanto Luis Juez cuanto Pichi Campana se imponen a Juan Schiaretti, patrocinado por el gobernador De la Sota.

 Por Sergio Moreno

El intendente de Córdoba, Luis Juez, y la ex estrella de básquetbol nacional Héctor “Pichi” Campana, se imponen por un margen de 13 y ocho puntos respectivamente a Juan Schiaretti, candidato a la gobernación cordobesa patrocinado por el actual mandatario provincial, José Manuel de la Sota. En cualquier escenario planteado en la encuesta que poseen en la Casa Rosada –y que es actualizada semanalmente–, los aspirantes “transversales” obtienen una cómoda victoria ante el pollo del Gallego de la Sota. Este escenario ha volcado la romana del presidente Néstor Kirchner hacia los antípodas del delasotismo, motivo por el cual el gobernador no trepidó en desparramar un discurso más cercano al de sus orígenes ideológicos que al del oficialismo. Nada sorprendente si se tienen en cuenta las adhesiones coyunturales del mandatario a lo largo de su historia en el peronismo. Con este telón de fondo, Kirchner ayer recibió a De la Sota en la Casa Rosada para, según dijeron voceros del encuentro, hablar de inversiones del erario nacional en la provincia mediterránea. Más allá de este gesto, aunque la reunión estaba previamente concertada, el clima belicoso se ha instalado.

Fue De la Sota quien públicamente hizo los primeros escarceos. En la inauguración de la Exposición Rural de Río Cuarto, el gobernador cuestionó a quienes desde los gobiernos “tratan de aniquilar a la oposición”, dijo que él se considera enemigo de aquellos que tratan de imponer un “pensamiento único” y respaldó a los ciudadanos que participaron de la marcha en reclamo de seguridad que organizó el ingeniero Juan Carlos Blumberg con el patrocinio de la derecha y la ultraderecha criolla. Por si no bastase, “el Gallego” aprovechó el escenario ruralista para reclamar la eliminación de las retenciones a los productos agropecuarios y la liberación de las exportaciones de carnes, apuntando a uno de los pilares centrales de la política económica del gobierno nacional, gracias al cual se genera un superávit tal que permite financiar obras como las que fue a pedir ayer mismo el cordobés a Balcarce 50.

De la Sota ve con claridad que la baja performance de su apadrinado Schiaretti, lanzado a una temprana candidatura, a manos de cerriles adversarios como Juez y Campana, lo ponen a un tris de desperdiciar todo el poder político que supo acumular, no bien pierda las elecciones. El cordobés no duda que, ante una derrota, lo que ahora son devaneos y flirteos para con los “transversales cordobeses”, devendría un apoyo tout court, expulsándolo a un costado de la política provincial.

Los números mandan

Kirchner cuenta con un trabajo de la consultora Equis, dirigida por el sociólogo Artemio López –que es actualizada semanalmente– en el que se plantean diversos escenarios electorales. En cada uno de ellos, Juez se impone en la carrera por la gobernación, seguido de cerca por Pichi Campana. En todos los casos Schiaretti queda cómodamente tercero, con pocas posibilidades de mejorar su marca (ver cuadros).

El escenario se completa con los guarismos de intención de voto a Presidente. Si los comicios fuesen hoy, Kirchner se impondría con un 48,4 por ciento seguido de Macri, con un 13,5; Roberto Lavagna, con 13,1 y Elisa Carrió, con 11,4, por nombrar a los primeros (ver cuadro adjunto).

Hace ya tres semanas, en esta columna se había adelantado esta situación. Así como en el parnaso kirchnerista no dudan sobre el apoyo que darán a Juez, tampoco lo hacen cuando analizan las causas de esta situación. “Schiaretti resultó ser un mal candidato. Si el aspirante fuese De la Sota, ganaba seguro. Pero no lo es”, especuló uno de los ministros más importantes del gabinete ante este cronista.

En este marco de referencia, la presencia de Juez en el acto convocado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, la semana pasada, para lanzar un retazo de la concertación que impulsa el Gobierno, junto, además, al mendocino Julio Cobos y a la titular del PAMI, Graciela Ocaña, entre otros, guardó una coherencia ajustada con el pensamiento oficial respecto de qué hacer en el cuarto distrito electoral nacional.

Esa presencia, más las otras informaciones y sus propias encuestas, enfurecieron a De la Sota, un hombre pragmático si los hay que no trepida en criticar duramente a un gobierno al que defendió en toda su línea hasta la semana pasada. Acostumbrado a estas gimnasias –De la Sota fue uno de los “duros” que criticaron a CFK y al por entonces hombre de confianza de Kirchner, Sergio Acevedo, en aquel volcánico congreso peronista de Parque Norte, en los albores de esta administración–, recompuso su relación con el patagónico que supo financiar obra pública cordobesa y los sigue haciendo hasta ahora.

Obviamente, los centuriones oficialistas no dejaron pasar la oportunidad para fustigar al mediterráneo. Juez salió a la palestra acusándolo de “menemista recalcitrante” y, fiel a su estilo de humorista cordobés, acometió: “Escuchar a De la Sota hablando de tolerancia es como escuchar a Drácula hablar de las bondades de la leche en polvo. ¿Será el frío que le habrá afectado la bocha?”, se preguntó. “Ahora –siguió– va a pedir (al Gobierno) que financie 190 millones de pesos del vencimiento que tiene, y se pone en un discurso de centroizquierda y se hace el muchacho revoltoso de la década del ‘70.”

Juez hizo así referencia al encuentro celebrado ayer en el despacho presidencial, que se extendió durante 40 minutos. Además de Kirchner y De la Sota, participaron los ministros de Economía nacional, Felisa Miceli, el cordobés, Angel Electtore, y el titular del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, Carlos Fernández. El préstamo que otorgará el Fondo Fiduciario será de 180 millones de pesos, a un plazo de 6 años y una tasa del 7 por ciento anual, que estará destinado a obras públicas para la provincia y un total de 10 millones serán transferidos a la Municipalidad de San Francisco para infraestructura básica social.

También el titular del Correo Argentino, el kirchnerista Eduardo Di Cola, criticó al gobernador de Córdoba: “Su soberbia no le permite aceptar que es posible construir un Estado capaz de mediar entre los intereses sectoriales para poder dar equidad al proceso de construcción de riqueza”, señaló. Di Cola agregó que De la Sota “no tolera ver que puede tener éxito un esquema distinto al que viene aplicando desde hace siete años en la provincia”.

Un tanto más incómoda en su posición, ya que ella, bajo el patrocinio de Kirchner, ingresó a la Cámara baja en las listas de De la Sota, la diputada Patricia Vaca Narvaja negó que haya “ruptura” entre el gobernador y el Presidente. “No, yo no veo ruptura”, expresó la vicepresidenta de la Cámara de Diputados, quien consideró que sigue habiendo margen para trabajar políticamente para decidir candidaturas consensuadas.

Los senderos

En su arduo trabajo de construcción de poder, Kirchner ha andado disímiles senderos, varios de ellos bifurcados y hasta contradictorios. La acumulación política ha sido de confrontación en la provincia de Buenos Aires –al vencer a Eduardo Duhalde– para luego aplicar una impasse que aún perdura en la manutención de una estructura arcaica y que en nada se diferencia de la heredada del duhaldismo. Es cierto que todo lleva su tiempo, pero en política las señales tienen valor, entre otros el de indicar cuál será el camino a seguir.

Algo de tal índole ocurre en Misiones, donde el gobernador, Carlos Rovira, pretende armar una consulta popular para imponer la reelección indefinida del mandatario provincial (que según un sondeo de Equis es rechazada por el 61,4 por ciento del electorado contra el 27,2 por ciento, que la aprueba), degradando la situación institucional de esa provincia. El gobierno nacional bien podría promover que los gobernadores provinciales pudiesen ser reelectos una sola vez, en todo el país y esperar un período para volver a intentarlo. No actúa así ni en Misiones ni en la provincia de Buenos Aires.

Juez y Campana quieren competir ambos por la gobernación, pero ya hay estrategas presidenciales que trabajan para conciliarlos y hacer que el basquetbolista tiente a la suerte como candidato a intendente de Córdoba acompañando a Juez, que competiría por la primera magistratura provincial. Acaso la actitud que la Casa Rosada de apoyarlos sea una de esas señales vitales para la política, para ejercer el cambio –uno de tantos– que hace falta en el país para renovar la dirigencia política y recomponer el lazo de la sociedad con la política y los partidos.

Pero quizá sólo sea una cuestión de conveniencia y de resultados de las encuestas. El tiempo dirá qué sendero escogió esta vez el Presidente. Y el lector sabrá juzgar con criterio propio.

Voto a Presidente

Kirchner 48,4%
Macri 13,5%
Lavagna 13,1%
Carrió 11,4%
Ns/Nc 4,8%
López Murphy 2,7%
Menem 2,5%
Blanco 2,5%
Iglesias 0,6%
Otros 0,5%

Fuente: Elaboración Consultora Equis


Intención de voto de candidatos a gobernador

Primer escenario

Luis Juez 29,5%
“Pichi” Campana 23,6%
Juan Schiaretti 16,6%
Mario Negri 8,6%
Eduardo Accastello 7,6%
Ns/Nc 7,1%
Blanco 3,2%
Otros 2%
No votará 0,7%

Segundo escenario

Luis Juez 36,2%
“Pichi” Campana 31,7%
Juan Schiaretti 19%
Ns/Nc 5,9%
Blanco 2,7%
Nulo/Imp. 1,9%
No votará 1,4%
Otros 1,2%

Tercer escenario

Luis Juez 43,7%
“Pichi” Campana 41,2%
Blanco 5,6%
Ns/Nc 5,2%
Nulo/Imp. 1,7%
Otros 1,5%
No votará 1,1%

Cuarto escenario

Luis Juez 49,4%
Juan Schiaretti 34,5%
Ns/Nc 6,5%
Blanco 3,8%
Nulo/Imp. 3%
Otros 1,7%
No votará 1%

Fuente: Elaboración Consultora Equis con datos propios.

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José Manuel de la Sota, ayer, con el presidente Néstor Kirchner y la ministra Felisa Miceli.
 
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