EL PAíS › ACTO EN SAN JUSTO CON CFK COMO CENTRO

Una vidriera para la dama

Era el aniversario de la localidad central de La Matanza y la senadora ni siquiera habló, pero quedó en claro que la palabra del día era “candidata”. Solá, derramando elogios sobre la idea.

 Por Martín Piqué

“Es una flor de candidata.” El elogio de Felipe Solá, pronunciado ante los periodistas cuando terminó el acto en San Justo, despejó todas las dudas. Todos hablaban de ella. Era su regreso a los actos multitudinarios en el conurbano, los que supo transitar el año pasado. Su aparición era el comentario obligado tanto para funcionarios como para los asistentes que llenaban la plaza céntrica de San Justo. Ella estaba de vuelta. Y lo hacía precedida por una efectiva instalación mediática que asociaba su nombre con una palabra: “candidata”. Todo estaba preparado. Los papelitos, el escenario al aire libre al frente del edificio de la municipalidad de La Matanza, la presencia del Presidente y el gobernador. Parecía el inicio de una campaña. Y la protagonista principal, que aunque no hiciera ningún discurso sí se bajó del palco para saludar a la gente, era ella: la senadora Cristina Kirchner. “La sociedad está mucho más preparada de lo que nosotros creemos (para tener una presidenta mujer)”, dijo Solá.

El acto había sido convocado con motivo del 150 aniversario de la fundación de San Justo, localidad cabecera del municipio de La Matanza. Hace diez días, durante un anuncio de inversiones para la comuna, el propio Kirchner había adelantado que asistiría a los homenajes. Lo que no había dicho era que lo acompañaría su esposa. Pero luego de un silencio de varios días, que todas las lecturas atribuyeron a la estrepitosa derrota del oficialismo en Misiones, el Gobierno reaccionó posicionando a Cristina Kirchner como candidata presidencial. Lo de ayer fue un paso más de esa estrategia. Así se entiende que toda la plana mayor del kirchnerismo haya acompañado al matrimonio presidencial en su visita a San Justo.

Las caras que se veían en el palco de la municipalidad prometen tener bastante protagonismo en los próximos años. Además de Kirchner, su esposa y Solá, estaban el senador José Pampuro, el titular de la Cámara de Diputados y ex intendente de La Matanza Alberto Balestrini, los ministros de Planificación, Julio De Vido, y de Salud, Ginés González García. Como todo anfitrión, en el terreno los recibió el intendente Fernando Espinoza, un delfín incondicional de Balestrini. En el mismo escenario se los podía ver a dos de los principales contendientes por la sucesión de Solá: Pampuro y el propio Balestrini. El ausente fue el ministro del Interior, Aníbal Fernández, en Brasilia por un encuentro del Mercosur.

Todos se cuidaron muy bien en cumplir con la orden que hizo circular Kirchner de no adelantar la definición de la pelea por la gobernación bonaerense. Los más suspicaces, igualmente, interpretaron los elogios a las últimas administraciones del municipio de La Matanza como un sutil gesto de reconocimiento a Balestrini. Solá, de buena relación con el actual presidente de la Cámara de Diputados más allá de peleas puntuales, fue el más explícito. Dijo que el distrito es llevado adelante “con dignidad y capacidad”. La frase también fue un aval al intendente Espinoza, quien aspira a ser reelecto pero tiene varios competidores. En esa lista están el empresario de la carne Alberto Samid, el subsecretario de Tierras y dirigente de la FTV, Luis D’Elía, y el subsecretario de Organización Popular y fundador de Barrios de Pie, Jorge Ceballos.

Otro que escuchó música para sus oídos fue Solá. Como viene haciendo en los últimos días, el Presidente lo elogió por haber desactivado su presentación judicial ante la Junta Electoral. “Me siento orgulloso de haber trabajado este tiempo con él como gobernador de la provincia de Buenos Aires”, dijo. Kirchner también aprovechó su discurso para referirse al proyecto de disminuir el número de miembros de la Corte. “Estamos trabajando para construir un verdadero Estado de derecho donde la justicia tenga su punto de equilibrio, donde los argentinos estemos seguros que la racionalidad ha vuelto al lugar que corresponde”, afirmó. “Queremos tener la seguridad de que se terminen todas aquellas coartadas legales que existen para que quienes tienen que estar detenidos por las responsabilidades que tienen, recuperen la libertad”, agregó.

Como en los primeros tiempos de su gestión, Kirchner apeló al recurso de construir una relación directa con los votantes. “Muchas veces he derramado lágrimas en silencio por la impotencia de no poder avanzar más rápido”, contó. Con esta segunda visita al conurbano en sólo dos días, recuperó el vértigo del primer año de gestión, cuando construía poder para compensar el famoso 22 por ciento de votos. Los últimos movimientos de Kirchner, sobre todo tras el renunciamiento de Solá, están produciendo un rápido realineamiento de la dirigencia bonaerense. Un ejemplo se vio el jueves en la municipalidad de Moreno, donde 15 diputados del Frente para la Victoria se reunieron con Solá y Balestrini. Se comprometieron a “actuar conjuntamente” en los próximos meses y acordaron que el gobernador tendrá un “fuerte protagonismo” en la campaña por venir.

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Cristina Fernández de Kirchner se bajó del palco a saludar.
 
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