Pese a la controversia sobre si ha incurrido en una figura monopólica al comprar acciones de Telecom, la empresa Telefónica hará una inversión en la Argentina superior a 1700 millones de pesos para el desarrollo de la banda ancha móvil y fija, entre otros servicios. El anuncio lo hizo ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido, después de que el presidente de la compañía, César Alierta, se reuniera con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La decisión de concretar la inversión, sobre la que no se conocieron más detalles, se la había trasmitido Alierta a De Vido el domingo pasado, cuando compartieron un almuerzo en la gigantesca sede de la Telefónica en Madrid. La empresa buscará desarrollar en el país “la banda ancha fija y móvil, servicios de última generación y transmisión de datos”, según difundió la compañía. A los 1700 millones se sumarán otros 200 millones de pesos, destinados a extender el servicio de telefonía móvil “a pueblos de baja densidad de población”, comunicó.

Según fuentes empresariales, Telefónica también está interesada en el negocio que se conoce como triple play, es decir, ofrecer al mercado un paquete conjunto de servicios de Internet, televisión por cable y telefonía. Pero para eso, hay una condición indispensable que es la reforma de la Ley de Radiodifusión, que rige desde la dictadura militar: esa norma prohíbe a las empresas de servicios públicos entrar en el negocio de la televisión y la radio.

El Gobierno tiene en elaboración un proyecto para una nueva Ley de Radiodifusión, elaborada por el titular del Comfer, Gabriel Mariotto, pero por ahora está demorado su envío al Congreso.

Sobre el presunto monopolio que está bajo la lupa oficial, a través de la Comisión de Defensa al Consumidor, fuentes del Gobierno anticiparon a Página/12 que, si bien aún no hay una decisión tomada, es muy probable que no se convalide el reclamo de la empresa española. Telefónica compró el 42,3 por ciento de Telco Spa, que tiene el 23,6 por ciento de Telecom Italia, propietaria de la mitad de las acciones de Telecom Argentina. Aunque indirectamente, ese dominó implicaría una violación de la ley antimonopólica.

Además de su encuentro con Alierta, la Presidenta recibió también en el Palacio de El Pardo, donde es huésped de los reyes de España, al presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau, y su socio en la Argentina, Enrique Eskenazi. Pese a que Repsol había anunciado un ajuste de 1500 millones de euros en todo el mundo, Brufau ratificó lo que el recorte no afectará sus planes en la Argentina. Eskenazi aseguró que la petrolera invertirá este año en el país “entre 1800 y 2000 millones de dólares”.

También pasaron por El Pardo para hablar con la Presidenta, Salvador Alemany, titular del grupo Abertis, que tiene la concesión de las autopistas Del Sol y Del Oeste y tendrá en sus manos el ensanchamiento de la avenida General Paz, los directivos de Gas Natural Ban, Salvador Gabarro, y Francisco Luzón, director para América latina del Grupo Santander, que en Argentina controla el Banco Santander-Río.

En las reuniones de CFK con empresarios españoles participaron también De Vido, el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, y el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini.