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Elisa Carrió llegó ayer a Mendoza, la tierra de su compañero de fórmula, Gustavo Gutiérrez, pero también la provincia de un enemigo que comparten: el banquero menemista Raúl Moneta. Los candidatos del ARI lo tienen siempre presente en sus discursos y recuerdan que es uno de los responsables del robo que sufrió el país durante el menemato. Moneta no se queda quieto y responde a través de un oscuro semanario que si bien no lo dice, nadie en Mendoza duda siquiera un instante que es de su propiedad, El Guardián.
A través de esta publicación el banquero mantiene una feroz guerra contra Gutiérrez, quien suele ser el protagonista principal de las páginas destinadas a la región cuyana. Por caso, en la última edición hay una larga crónica destinada a remarcar que la madre del candidato a vicepresidente del ARI está por sufrir un desalojo fruto de unas deudas impagas de su vástago. Gutiérrez no responde, se limita a decir que “sin querer este delincuente me hace prensa semana a semana. Lo sé porque yo puedo caminar tranquilo por las calles y él no puede siquiera pisar un bar de la peatonal”. El candidato a vice no es el único dirigente del ARI que tiene prensa en ese semanario. El dirigente bancario y miembro del partido de Carrió, Sergio Palazzo, es centro de la críticas de Moneta por haber cometido el pecado que pretender cobrar la indemnización de 800 ex empleados del banco de Mendoza.
Gutiérrez no tiene dudas y a menudo recuerda que el atentado que sufrió hace un par de meses en su casa, y que dejó como saldo a un efectivo de la Policía Federal malherido y a su esposa con una afección cardíaca, “tiene el sello mafioso de Moneta”. Es que el banquero no le perdona que el diputado por el Partido Demócrata de Mendoza haya desnudado sus negociados con el Banco República que terminó por fundir al banco provincial que estaba bajo su control desde que lo privatizaron.