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Por S. R.

Aníbal Ibarra recibió ayer un fuerte respaldo de Elisa Carrió. La chaqueña fue a visitarlo a la Jefatura de Gobierno de la ciudad y allí no declaró que peleará “hasta las últimas consecuencias para que gane Ibarra y para que haya una Argentina distinta, sin olor a basural y sin mafias”. También pronosticó que Mauricio Macri perderá el ballottage del próximo porque “la Argentina está avanzando en un nuevo proceso de cambio”.
Ibarra recibió a Carrió en su despacho. Ambos hicieron allí un análisis de los resultados de la elección del último domingo y del escenario que quedó planteado para la segunda vuelta. Después posaron juntos para las cámaras y conversaron con los medios.
La señal que trataron de dar fue clara: que Carrió no se desentenderá de la suerte de Ibarra. El ARI se sumó a Fuerza Porteña con la incorporación de candidatos a diputados nacionales y legisladores locales. La disputa de los cargos legislativos quedó resuelta el domingo pasado y ahora el único que queda en carrera es el ex fiscal, quien de todos modos ya anticipó que su futura administración representará lo que políticamente expresa la coalición que respaldó su reelección.
Carrió dejó en claro que no le interesan los cargos y que seguirá la pelea contra Macri por una “cuestión de dignidad”. “La cultura de los ‘90 no se niega a retirarse. Yo vengo peleando contra ellos desde hace 10 años y mi decisión está fuertemente marcada por esa lucha”, señaló la titular del ARI.
La referencia a la década del 90 no fue el único dardo que Carrió lanzó contra Macri. La chaqueña acusó directamente al empresario de “mentirle” a la sociedad y advirtió que el candidato de Compromiso para el Cambio “está hablando de la escuela pública, cuando nunca creyó en ella, y del empleo, cuando echó a los empleados del Correo”.
Ibarra agradeció el “compromiso” de Carrió y también cargó contra su adversario. “Se cansó de decir que ‘no vamos a hacer nada con las empresas de mi padre’ y lo primero que hicieron fue manipular los resultados de las elecciones”. Sobre el mismo tema agregó que “esto es una muestra de cómo los grupos económicos inciden en los ciudadanos”.
El jefe de gobierno también reiteró que la diferencia de tres puntos con el empresario era previsible. “Después de tres años de gobierno muy difíciles, después de haber arrancado una elección con 20 puntos abajo, estar en una situación de paridad es una elección muy buena”, opinó. Ibarra se mostró además confiado en sus chances para la segunda vuelta y dijo no tener “dudas de que la mayoría de los porteños va a acompañar nuestro proyecto”.