EL PAíS › ESTELA CARLOTTO EN EL PROGRAMA DE MIRTA LEGRAND

“Me pareció un milagro”

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo asistió al programa de Mirtha Legrand. Hablaron de la recuperación de su nieto y de las complicidades civiles con la dictadura.

Estela Carlotto estuvo con Mirtha Legrand. “Es una mesaza”, dijo la conductora antes del comienzo, mientras presentaba a quienes iban a acompañarla. Además de la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo estuvo Patricia Sosa y Susú Pecoraro, protagonista para la ocasión de Verdades verdaderas: la vida de Estela, una película de Nicolás Gil Lavedra. El centro del almuerzo fue el hallazgo de Ignacio Guido. Mirtha lloró. “Yo siento que es como un nieto mío ahora”, dijo. Y agregó: “Me pareció un milagro, es extraordinario”. Estela tuvo gestos de agradecimiento. En un momento dijo que la conductora fue una de las personas con las que habla de la búsqueda de su nieto desde hace más de treinta años.

“No se sorprendan si lloro, porque estoy muy emocionada”, dijo Mirtha al comienzo. “Disculpen, pero ella vino tantas veces a mi programa. Hará treinta años que viene”, explicó. En la mesa estaban, además, la actriz Mónica Ayos y Jonathan Viale, periodista, hijo de Mauro Viale, la persona más joven de los invitados y muy parlanchín. Habló del “caso”, intentó darles tono periodístico a las noticias y hasta se atrevió ahí en la mesa del Trece a hablar de la “dictadura cívico-militar” y el rol de los medios.

El gran tema del almuerzo fue Ignacio Guido. Estela les contó que esos días le hizo una pastafrola. El se comió la mitad y se llevó la otra mitad. “Lo abracé muy fuerte, pero no tanto como yo quería”, dijo en un momento. “Tiene carácter... Le agradezco tanto a Dios. Agradezco haberlo encontrado, pero también agradezco quién es. Es muy comunicativo, muy sano”, relató. “Agradezco haberlo encontrado. Es una persona sana, una persona culta, le gusta la música. Está muy comunicativo y es muy tierno y sano. Es un chico divino.”

Durante el almuerzo, Mirtha preguntó por el campo de Olavarría en el que dejaron a Guido. Estela contó que lo habían recibido dos peones de Aguilar, y que les dijo que nunca dijeran que lo habían recibido. Viale habló de la relación entre Carlos Francisco Aguilar y Loma Negra. Para sorpresa de los televidentes menos habituados, Mirtha habló de la relación entre Aguilar y la Sociedad Rural. Y preguntó cómo es que el niño había llegado a sus manos. En ese momento, Estela dijo como pudo que no quería decir demasiado más sobre este tema. Que eso estaba siendo investigado en Abuelas y en la Justicia. Que ella había estado disfrutando estos días de Guido como “abuela”. “Me hizo un dibujo y lo puso en la heladera”, dijo. Y explicó que el dibujo es un gran árbol con raíces, que ella lo veía torcido, pero que Guido le decía que no.

Durante el almuerzo pasaron tramos de la película de Estela. “Yo no quería que hicieran una película de mi vida... Pasaron años hasta que al final lo ayudé a Nicolás”, dijo. En uno de los fragmentos de la transmisión se oyó la voz del secretario de un juez que le dice a Estela aquello de que si seguía investigando, iba a aparecer en una zanja. Nadie nombró al juez Gustavo Mitchell en la mesa, pero en ese momento Viale hijo nombró la complicidad de los civiles. Mirtha no le esquivó a la cosa, pero tampoco habló demasiado. Aceptó que el tramo era fuerte, pero rápidamente dijo que se había sorprendido con la escena del “general”. “A mí la escena que me impresionó fue la de la entrevista con el general. No la enfrentaba. No la miraba”, dijo. “Yo fui sola a la entrevista con el general”, respondió Estela sobre la entrevista con Reynaldo Bignone, hermano de una docente compañera del colegio. “Cuando llegué estaba parado y con un revólver.” “A vos no te asusta nada”, le respondió la Legrand.

La película siguió como tema de conservación. “Yo viví esa época. Fue muy duro. Fue muy difícil”, dijo Mirtha. Y en alguna ocasión habló del canal, la intervención militar y las listas negras.

“Tuvimos mucho tiempo distanciadas”, dijo Mirtha hacia el final. “Durante un tiempo estuvimos alejadas por pensar diferente, pero nos reencontramos en el velatorio de Alfredo Alcón. Allí nos abrazamos.” Hacia el final, Estela decidió agradecerle. “Sus mensajes me llegaron al alma”, dijo.

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Estela Carlotto, con Mirtha Legrand, en pleno almuerzo de los domingos.
 
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