EL PAíS › REUNION DIPLOMATICA POR EL PAPEL DE BOTNIA

Las pruebas contra Finlandia

 Por Miguel Jorquera

No fue una reacción en el aire. El gobierno de Finlandia sabía que no sería bien recibido en la Argentina, por eso decidió en pocos días cancelar la visita, primero de su presidenta Tarja Halonen y luego de su ministra de Comercio Exterior, Paula Lehtomaki. Ayer, el vicecanciller Roberto García Moritán se reunió en el Palacio San Martín con la embajadora finlandesa Ritva Jolkkonen a quien le pidió la intervención de su país ante la empresa Botnia para que no obstaculice la posibilidad de una salida diplomática con Uruguay al conflicto de las papeleras. El argumento que esgrimió la cancillería fue contundente: “La Argentina maneja información de que el Estado finés es parte del proyecto económico y productivo de pasta de celulosa en Fray Bentos”.

La reunión duró una hora y la charla fue sin traductores de por medio, ya que Jolkkonen habla “un castellano perfecto”, dijo el vicecanciller a Página/12. Allí García Moritán soltó su batería de argumentos mientras la embajadora tomó nota y en lenguaje diplomático se comprometió a trasladar a las autoridades de su país la inquietud argentina, aseguró que a su gobierno le preocupa mantener buenas relaciones diplomáticas, pero insistió en la “confiabilidad técnica de Botnia” y que se trata de un “proyecto privado”.

“Finlandia está vinculada formalmente al emprendimiento que la empresa Botnia viene desarrollando en Uruguay, por medio de Kemira, una fábrica de derivados de cloros y otros químicos que el Estado finlandés controla en un 39 por ciento, cuya planta asistirá a la producción madre de pasta celulósica con sede en la misma planta de Fray Bentos que está levantando Botnia”, confiaron a Página/12 voceros de la Cancillería.

Los ambientalistas que apoyan la demanda argentina aseguran que “los productos que Kemira tiene previsto desarrollar en esa planta son insumos como el peróxido de hidrógeno, oxígeno, clorato de sodio a partir de electrólisis y más tarde y como derivado de éste, el dióxido de cloro. El esquema industrial diseñado por Kemira alcanza la exportación de estos productos a otros países latinoamericanos, lo que supone una escala superior al mero abastecimiento”.

En tanto, el canciller Jorge Taina envió –hace una semana– cartas a diversos organismos financieros que solventarán la construcción que Botnia levanta en Fray Bentos, para que no desembolsen el dinero hasta que haya un estudio de impacto ambiental independiente que confirme si las plantas van a contaminar o no el medio ambiente.

Botnia necesita obtener un financiamiento de 400 millones de dólares, de los cuales 70 millones los pone la Corporación Financiera Internacional y otros 100 lo aportan bancos privados bajo el paraguas de la CFI (enlazado al contrato que firmen con el organismo financiero). Pero el pool privado ING que iba a respaldar económicamente la planta de Botnia se bajó del proyecto hace una semana. El resto, 230 millones, lo aportan entes oficiales como la finlandesa Agencia de Crédito a la Exportación y un banco de desarrollo escandinavo. El aporte de estos últimos también fue parte de la charla que García Moritán mantuvo con Jolkkonen.

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