EL PAíS › PREFECTURA LOGRO EL OBJETIVO DE BLOQUEAR BUQUEBUS

“Esta gente sabe por qué vino”

“Gracias por respetar los códigos de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú, que siempre se manifiesta de forma pacífica”, dijo ayer el asambleísta Daniel Pérez Molemberg ante una multitud que no pudo superar a los mil agentes dispuestos para el operativo de seguridad. No hubo huevos ni bloqueo durante el acto que transcurrió a más de 100 metros de la terminal de Buquebús y donde se recriminó la “falta de decisión y coraje” del Presidente y se le pidió que declare la emergencia ambiental en el orden nacional. A un mes de la marcha contra la pastera Botnia en Plaza de Mayo, los ambientalistas porteños y bonaerenses encolumnaron sus padecimientos y reclamos detrás de la protesta de sus colegas entrerrianos, que prometieron más manifestaciones en la Capital Federal.

“No es el momento ideal para hacer una marcha”, fue la explicación de varios organizadores del acto, ante la merma de concurrencia en un caluroso mediodía de verano. “Acá tiene que ver la calidad y no la cantidad. Son aliados indiscutibles, esta gente sabe por qué vino”, reflexionó Molemberg, en referencia a los reclamos que traían, entre otros, los vecinos de González Catán contra el basural del Ceamse y los habitantes de la cuenca del río Reconquista que exigen hace 30 años el saneamiento del río que los vio crecer y “ahora nos mata”, rezaba un cartel.

La convocatoria surgida días atrás desde la asamblea de San Telmo nucleó a militantes del Polo Obrero, el MST, la Coordinadora de Unidad Barrial, al Movimiento Asambleas del Pueblo, dirigentes docentes, la FUBA y la CTA. Los organizadores agradecieron la presencia de los referentes de Gualeguaychú, en una jornada crucial donde cortaron simultáneamente los pasos fronterizos, en protesta por las pruebas hidráulicas que realizará Botnia en el río Uruguay. “Mostraron unión y fuerza, gracias a ellos empezaron a escucharnos”, comentó Víctor Rodríguez, de la Asamblea del Delta y el Río de la Plata, donde, según relataron algunos isleños, desde hace cinco años no se pueden meter al agua.

El aguante

Luego de concentrar frente al Correo Central aguantando el sol con paraguas, protectores solares y gorras, los manifestantes avanzaron sobre la avenida Leandro Alem, fuertemente custodiados por motos de la Policía Federal y carritos de bombón helado. “Hace calor, no se amontonen. Son sólo cinco cuadras”, alertó uno de los organizadores, mientras los tres trompetistas de Los Caprichosos de San Telmo tocaban la melodía de “Los caminos de la vida”, acompañados por tambores y redoblantes. Detrás, la activista travesti Diana Sacayán competía inventando coplas norteñas: “Qué quilombo se va a armar... fuera las papeleras y aire limpio para cantar”. “No queremos ser violentos, vamos a llegar hasta donde las autoridades nos dejen”, advirtió el dirigente piquetero Néstor Pitrola desde la cabecera de la marcha, que compartió con Vilma Ripoll del MST, Martín Saboulard de la Asamblea de San Telmo y Fabiola Ferro del gremio docente de la UBA. A un costado, el heladero José Cayún afirmó que desde el 2001 sólo trabaja en los piquetes y las marchas. “Empecé en La Matanza, cuando veías codo a codo a Castells, D’Elía y Alderete”, recordó el responsable de aminorar la sensación térmica, quien adelantó un corte en la Avenida de Mayo para el próximo martes porque “nos quieren sacar la licencia de los carritos”.

Corte al corte

Al llegar al cruce de Córdoba y Moreau de Justo, los manifestantes se encontraron con una muralla humana de 300 metros de largo, compuesta por tres filas de más de 500 efectivos de la Prefectura Naval. Sobre el río, dos gomones con integrantes de los grupos de elite Albatros e integrantes de la Compañía Guardacostas custodiaron los barcos que zarparon desde la terminal de Buquebús. “En ningún momento dijeron que planeaban bloquear la salida de barcos”, admitió el prefecto mayor José Romero, quien recibiera tan cortésmente a la comitiva entrerriana que visitó la terminal el martes pasado.

Mientras los fotógrafos se deleitaban con las consignas antipapeleras escritas en la panza de una embarazada, en el escenario el asambleísta Pérez Molemberg desafió: “Que el Presidente nos dé soluciones ya; tiene los instrumentos pero falta decisión, falta coraje. Que no se le pase el cuarto de hora”. Luego, desde un costado del escenario, fueron subiendo los distintos dirigentes que apoyaron el reclamo de Gualeguaychú y detallaron el propio.

Antes de finalizar el acto, la Prefectura cedió paso a los asambleístas para que volantearan en la puerta de Buquebús, sin dejarlos ingresar al hall de preembarque. El enojo fue evidente. “Con que el Gobierno haya montado semejante operativo, ya estamos cumplidos”, se quejó el asambleísta Juan Carlos Quinteros, quien después de repartir un par de volantes dio por finalizada la acción, que, estimó, “logró el objetivo de concientizar a todos los argentinos sobre el peligro del funcionamiento de Botnia”.

Informe: Emilio Ruchansky.

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