ESPECIALES

“Si no hay autarquía, el cine estará en peligro”

El director del Incaa, Jorge Coscia, explica por qué para el futuro del cine argentino es central la disponibilidad de los fondos que genera, que hoy retiene Economía. “Cada día vale oro”, argumenta.

 Por Oscar Ranzani

“Soy optimista: pienso que el presidente firmará a la brevedad el decreto. Y espero no equivocarme porque sería una grave derrota para quienes hacemos cine en la Argentina.” Jorge Coscia, director del Instituto de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), habla del decreto que garantizaría la autarquía del organismo, actualmente a la firma del presidente Eduardo Duhalde. El decreto en cuestión le permitiría recuperar al Incaa la autarquía –es decir, que el Instituto maneje directamente los fondos que recauda– anulada en 1996 por el ministro de Economía Domingo Cavallo durante la gestión presidencial de Carlos Menem. En rigor, significaría recuperar el espíritu de la Ley de Cine sancionada en 1994 que creó el Fondo de Fomento Cinematográfico, actualmente administrado por el Ministerio de Economía.
“Desconozco los detalles”, señaló el titular del Incaa al ser consultado sobre la demora de la firma, que Duhalde prometió hace dos semanas, antes de viajar a Europa. “Sé que elaborar un decreto, revisarlo, analizarlo requiere una serie de pasos. Lo que tengo entendido es que el decreto estaría a la firma a la brevedad. Y por otra parte es lo que deseo y lo que desea toda la industria del cine de Argentina y lo que va a determinar, en definitiva, que se haga justicia. Porque una industria cultural como el cine con sus particularidades que no tiene ninguna posibilidad de protección aduanera, debe contar en un cien por ciento con el espíritu de la ley que en el año ‘94 determinó que el cine se haga con los recursos del cine y del fomento. Estamos esperando lo que el Presidente prometió porque lo comprendió y sabemos que lo valora”, dice Coscia.
–¿Cuál es su posición?
–El tema del cine es un tema distinto porque muchos sostienen que el hecho de que el cine cuente con sus recursos es sinónimo de excepción. Pero esto que algunos llaman excepción no es tal, sino que es justicia. Que el cine maneje sus recursos significa que vuelva a la normalidad, una normalidad que viciada y fallida desde que en el ‘96 Cavallo, responsable del desmadre que vivimos los argentinos, se convirtió también en responsable del riesgo de desaparición del cine argentino. El decreto, de algún modo, volvería a la normalidad un cine que está demostrando con creces lo que es capaz de dar.
–¿Considera que hay un interés en Economía en que esto no se concrete?
–Eso no puedo saberlo. Si algún funcionario pensara que esto puede ser un mal ejemplo, en todo caso debería consultar la realidad del cine. Entonces, vería que la realidad del cine es absolutamente distinta a cualquier otra actividad industrial.
–¿Cuáles son las consecuencias de que el Fondo de Fomento Cinematográfico siga siendo administrado por el Ministerio de Economía? ¿Qué trastornos ocasiona?
–El trastorno mayor es que el Fondo de Fomento llega al cine recortado. No nos dan la totalidad del dinero recaudado. Esto es lo que ocurrió siempre. Por ahí, en la época de Menem siempre a fin de año aparecía un cheque y, de algún modo, aún pasando por tesorería, pasando por presupuesto nacional, llegaba casi la totalidad. En los dos años del gobierno de De la Rúa los recortes fueron in crescendo. Y en la actualidad también: contamos con un presupuesto de 30 millones 900 mil pesos, igual al de 2001. Ahora, supongamos que nos den la autarquía y que nosotros cobremos menos porque se recauda menos, estamos dispuestos a enfrentarlo y a aceptarlo porque, como dije antes, no es un acto de excepción sino de justicia. En todo caso, será menos dinero. Pero también es cierto que si se recauda menos tampoco nos van a dar lo que el presupuesto determine.
–¿En qué medida se verán afectadas las producciones nacionales si no se llega a un acuerdo?
–Yo creo que si no se firma este decreto se verá afectada la totalidad de nuestro cine. Y las consecuencias se van a ver a la brevedad. Perdón,las consecuencias no se van a ver. Cuando vemos cine argentino vemos lo que somos, lo que fuimos, lo que queremos ser. Puede haber gente que diga “¿cómo nos vamos a dar el lujo de tener cine?”. Hay gente que plantea esta contradicción absurda entre insulina y cine. Yo creo que si no tenemos cine tampoco vamos a tener insulina. El cine es una expresión industrial y cultural básica, clave. La rama uno de un país no es el acero sino la cultura. Es la cultura la que funda un Estado, no es un Estado el que funda la cultura. Y un país que renuncia a tener cine, rápidamente va a renunciar a tener insulina o a tener un proyecto de existencia.
–¿Por qué la autarquía se buscó por la vía del decreto y no a través de la sanción de una ley?
–Porque cada día vale oro y porque la pregunta es si vamos a tener o no cine. Si tenemos que esperar una ley como empezó a caminar y a transitar en el Congreso con esa cantidad de prioridades que muchas veces pareciera tener el Congreso, demoraría. Nosotros le reclamamos al Presidente que utilice lo que, en definitiva, es un recurso constitucional. No tenemos ninguna duda que el decreto es el modo más rápido para salvar nuestro cine y para corresponder a un cine ejemplar que, como industria y como cultura, ha demostrado lo que es capaz de lograr. Así que no hay tiempo que perder. Acá tres meses pueden ser definitivos.

Compartir: 

Twitter

Para Coscia, la situación actual, que deviene de una resolución de Domingo Cavallo, es insostenible.
 
ESPECIALES
 indice
  • “Si no hay autarquía, el cine estará en peligro”
    Por Oscar Ranzani

Logo de Página/12

© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados

Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.