[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Por Javier Del Pino *
Desde Washington

Tony Soprano quiere más dinero. El sobre con 400.000 dólares que recibe cada semana le parece ridículo en un gremio como el suyo. Amenazó a sus jefes con marcharse, pero le han dicho que si abandona la familia puede terminar entre rejas hundido por las deudas. No es ficción. Así están las cosas entre la cadena de televisión HBO, que produce “Los Soprano”, y el protagonista, James Gandolfini: se demandaron mutuamente en una rencilla económica que está a punto de acabar con la serie. De hecho ayer, HBO le comunicó al resto del elenco que el inicio de grabaciones de la quinta temporada está “suspendido indefinidamente”. “Cada año pide un aumento”, declaró el abogado de la empresa. “No tendrían que pagarle ni un centavo más. Además ya le fue ofrecido un importante aumento”, completó. Un portavoz del actor, en tanto, dijo que Gandolfini reclama lo que merece. “Cuando se empieza a llamar cerdo avariento a un actor que ha generado para HBO una astronómica cantidad de dinero y se le acusa públicamente de extorsión, se logra parecer estúpido”, dijo Dan Klores.
El conflicto mantiene en vilo a los medios especializados en espectáculos y no tanto en los Estados Unidos, así como también a los millones de fans de la serie, que esperan ansiosos la continuación de una historia por demás atrapante. Es que “Los Soprano” se convirtió, con el correr de sus capítulos, en una suerte de nuevo icono americano, con su aguda, realista y también graciosa descripción del mundo de la mafia en el siglo XXI. En cierto sentido, la creación de David Chase es una evolución temporal y temática de películas clásicas del género como El Padrino y Buenos muchachos.
El actor que interpreta al único mafioso de la historia con ataques de pánico buscó un recoveco legal en su contrato para demandar a la cadena por incumplimiento de lo pactado. Aunque sólo pretende un aumento de sueldo, a cambio recibió una reclamación que lo obligaría a pagar los 100 millones de dólares que la HBO considera que perdería si la serie deja de rodarse.
El actor asegura que los directivos de la cadena (propiedad del gigante AOL Time Warner) no cumplieron su obligación de notificarle formalmente la renovación de la serie. Y que se enteró por un artículo del diario The Wall Street Journal de que el creador de “Los Soprano”, David Chase, cobraría 20 millones de dólares por los 13 episodios de la nueva temporada. Gandolfini, que gana sólo 400.000 dólares por capítulo, también alega que la prolongación de la serie excede el límite de siete años establecido para contratos artísticos como el suyo en el estado de California. Detalle que es difícil que el juez estime, pues “Los Soprano” se graba en Nueva York, la HBO tiene su sede en Nueva York y James Gandolfini es residente de... Nueva York.
El abogado de HBO, Bert Fields, asegura que la cadena estaba negociando un aumento de sueldo con Gandolfini cuando recibió la notificación de la demanda. “Iba a conseguir más del doble de lo que gana ahora”, presumió Fields, seguro de que la maniobra sólo pretendía incrementar la subida de sueldo. Ahora, las partes se embarcaron en una batalla legal de la que será difícil salir. También es cierto que el sueldo de Gandolfini es bastante pobre si se lo compara con el recibido por las estrellas de otras series de igual impacto en la TV de Estados Unidos (caso “Friends”, “Seinfeld” o “The West Wing”), cuyas ganancias promediaban entre 800.000 y el millón de dólares por capítulo.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.