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El director teatral Julio Piquer falleció el lunes pasado en una clínica porteña, donde estaba internado desde hacía largo tiempo, pero su fallecimiento recién trascendió ayer. Piquer, teatrista prestigioso, egresó del Instituto de Arte de la UBA en 1963 y tres años después se integró al elenco GeitUBA, al que dirigió en las obras Feden, de Miguel de Unamuno; Corazón de tango, de Juan Carlos Ghiano; Yerma, de Federico García Lorca; Mientraiga, de Roberto J. Payró, y Los etcéteras de don Simón, de José María Pemán. Vivió seis años en Austria, donde tuvo como maestra a Eva Eberle, tras lo cual regresó a Buenos Aires y montó una recordada versión de Cómo ama la otra mitad. En 1980 dirigió Bodas de sangre, también de Lorca, donde el papel de madre lo asumía un hombre, así como Aquí nadie paga, de Darío Fo; Yrigoyen, de Ulyses Petit de Murat, y Catástrofe, de Samuel Beckett. Dedicado a la tarea gremial y docente, en 1996 intervino con otros en la elaboración de la Ley Nacional de Teatro, en tanto obtuvo el premio García Lorca que le otorgó la embajada de España en la Argentina. Entre sus últimos trabajos se recuerdan La invención del amor, de Tom Stoppard, y No me despiertes nunca, de Gastón Zambón Centeno, estrenado en 2003, el mismo año de Besaré tus pies, de Patricia Suárez.