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Por Isabel Piquer
Desde Nueva York

Quedan tres meses y ya empezaron los rumores y las apuestas. Llegan los Oscar. Las semanas previas a la fecha de cierre para poder entrar en competición vieron cómo las películas se amontonaban en los cines norteamericanos. Las nominaciones a los Globos de Oro ya han desatado las primeras especulaciones, pero lo cierto es que, a diferencia de otros años, no hay claros favoritos. Es un hecho comprobado: los miembros de la Academia tienen poca memoria. Salvo contadas excepciones todas las películas que aspiran al Oscar se han estrenado en las tres primeras semanas de diciembre. Algunas deben incluso limitar provisionalmente su distribución a Nueva York y Los Angeles y esperar varios días para ampliar su cobertura, simplemente porque no hay sitio en las salas. Ya nadie se acuerda de las películas que se estrenaron hace seis meses y los estudios prefieren centrar sus campañas de promoción en los dos primeros meses de 2002. Algunos largometrajes como Moulin Rouge o El Diario de Bridget Jones, que salieron a mediados del año pasado, volvieron a estrenarse en algunos cines para incrementar sus posibilidades de nominación.
Los Oscar se otorgarán el próximo 24 de marzo. El 31 de diciembre terminó el plazo de presentación de películas. El 8 de enero se mandaron las fichas para el voto. El domingo próximo se celebran los Globos de Oro, que ya darán las primeras pistas sobre los ganadores. El 12 de febrero se conocen las nominaciones y dos semanas después, el 27, todos los votos deben estar registrados. Los largometrajes que aspiran a la estatuilla y que se exhiben en estos momentos en las salas norteamericanas se pueden dividir más o menos en tres categorías aproximativas: los previsibles, los modestos y las sorpresas.
Entre los previsibles están megaproducciones como El Señor de los Anillos, la saga épica de Tolkien dirigida por el neozelandés Peter Jackson, A Beautiful Mind, la historia real del genio matemático John Forbes Nash interpretada por Russell Crowe, Ali, la biografía del legendario boxeador protagonizada por Will Smith, The Shipping News, con Kevin Spacey y Julianne Moore y Vanilla Sky, con Tom Cruise y Penélope Cruz, que fue completamente ignorada en la presentación de los aspirantes a los Globos de Oro, la semana pasada. Estas son las películas que tienen muchas posibilidades de ser nominadas entre las mejores y sumar además otras opciones: por ejemplo el galardón de mejor actor al que aspira Russell Crowe que ya ganó el año pasado con Gladiator, o Kevin Spacey que se lo llevó el año anterior por American Beauty . Will Smith es también un serio contendiente: interpreta a un mito afroamericano y hasta ahora ningún actor negro se ha llevado el Oscar en esta categoría.
Entre las películas más modestas de presupuesto que se han estrenado estos días en Estados Unidos y que esperan competir están Gosford Park, el último largometraje de Robert Altman, la vida de los ricos y poderosos en la Inglaterra de los años 30, In the Bedroom, un drama familiar interpretado por Sissy Spacek y Marisa Tomei que quizás hubiera pasado desapercibido sin las nominaciones a los Globos, y Mulholland Drive, de David Lynch, que ha vuelto a emerger tras años de cierta discreción cinematográfica, la temporada pasada con Una historia sencilla y ahora con este extraño thriller. The Man who Knew Too Much, la última creación de los hermanos Joe y Ethan Cohen, y Memento de Christopher Nolan, la película independiente de más éxito este año, tienen posibilidades.
Quedan las sorpresas. Moulin Rouge, el musical que pasó sin pena ni gloria por la taquilla estadounidense, reapareció de pronto al llevarse seis nominaciones en los Globos. Es ahora un serio aspirante a los Oscar, más aún, cuando su protagonista Nicole Kidman fue aplaudida igualmente por su actuación en Los Otros. Quedan dos estrenos que también podrían entraren la competición. El primero es Charlotte Gray, la historia de una escocesa que se alista en la Resistencia Francesa, y que encarna Blanchett, que también actúa en El Señor de los Anillos y The Shipping News. El segundo es I am Sam, el drama de un retrasado mental, interpretado por Sean Penn, que lucha por la custodia de su hija con la ayuda de la abogada Michelle Pfeiffer. Penn también podría aspirar a un Oscar por ese papel: Dustin Hoffman se lo llevó por ser autista en Rain Main y Tom Cruise por hacer de paralítico en Nacido el 4 de julio.