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–¿Cuál es su observación del proceso electoral que se desarrolla en estos días en Brasil y cuál su opinión sobre la posibilidad de que Lula resulte elegido presidente?
–Creo que Lula está más cerca que nunca. Porque hay una maduración general del PT y de Lula como candidato, y de la sociedad brasileña también. Creo que la clase media, los estratos medios de la sociedad, están más listos ahora para una alternativa de izquierda ¿Por qué? Por todo... Por la decadencia de los modelos neoliberales impuestos por Washington, por la crítica cada vez más fuerte al proceso de globalización centrado en los intereses de Estados Unidos y Europa. Por eso creo que ahora existe una oportunidad real para que alguien como Lula sea el presidente en Brasil.
–Usted tuvo una experiencia política, cuando se desempeñó como secretario de Cultura del estado de Bahía. Han pasado varios años de esa experiencia, ¿cómo la evalúa hoy?
–Fue una buena experiencia, porque todo en la vida es válido. Pero la lección que recibí es que no tengo talento para la política. La política es un arte marcial, que presupone la existencia necesaria de un adversario, y resultó muy difícil para mí. Yo tengo una personalidad más cordial, creo que la diplomacia me va mejor que la política... La gran lección para mí fue ésa: no tengo personalidad, no estoy preparado por formación, no sirvo para la política.