El juez federal Federico Fa-ggionatto Márquez dispuso el procesamiento, con prisión preventiva, del mexicano Jesús Martínez Espinoza, por considerarlo “jefe de banda” por su participación en una organización dedicada al tráfico ilegal de drogas sintéticas. Martínez Espinoza había asegurado ante la Justicia que no tenía ninguna vinculación con la banda que cayó en julio pasado a partir del allanamiento en una casaquinta de Ingeniero Maschwitz. En ese operativo, Martínez Espinoza fue el único que pudo escapar. Sin embargo, aseguró al declarar en la causa que era un comerciante honesto que venía a radicarse legalmente en la Argentina y al que le habían hecho “una cama”.

Faggionatto Márquez no le creyó y anoche lo procesó. De ese modo, convirtió en prisión preventiva la detención que Martínez Espinoza sufre en el penal de Marcos Paz. De comprobarse la veracidad de la acusación, que fue fundada por el magistrado en una extensa resolución, al imputado le podría corresponder una pena de ocho a 20 años de prisión cuando llegue la hora del juicio oral y público.

Desde el principio se sospechó que Martínez Espinoza era el jefe de la organización dedicada a la fabricación, comercialización y tráfico de estupefacientes. En el marco de la investigación, el juez Faggionatto Márquez ordenó el allanamiento de distintas propiedades adquiridas en la Argentina por Martínez Espinoza, en la búsqueda de indicios que sirvan para delinear la llamada ruta de la efedrina.

El caso se inició el 18 de julio pasado, cuando la Policía Bonaerense desmanteló un laboratorio de drogas sintéticas que funcionaba en la casaquinta de Maschwitz. Allí fueron detenidos nueve ciudadanos mexicanos y el argentino Luis Marcelo Tarzia, a quien después se vinculó comercialmente con Sebastián Forza, uno de los empresarios víctimas del triple crimen de General Rodríguez.