Es el único de los ocho atacantes que fue detenido tras la muerte del adolescente flogger Guillermo Joel Cáceres, a la salida de un boliche del valle de Traslasierra, en Córdoba. Y, según informó ayer el comisario mayor Oscar Criado, “cuando fue notificado de la acusación, se quebró, se largó a llorar, reconoció que participó del ataque, pero dijo que nunca pensó que iba a terminar en una muerte”. Por otra parte, la autopsia confirmó que Cáceres falleció como consecuencia de un infarto, o como dijo uno de sus amigos: lo mató el miedo.

Como el detenido sólo tiene 16 años, la causa que inicialmente tenía a cargo el fiscal de Villa Dolores, Emilio Andruet, pasó a la jueza de Menores de la misma jurisdicción, Elba del Valle Allende, quien será la que resuelva la situación procesal del sospechoso. Cumbio, una referente flogger, posteó sus condolencias.

Cáceres también tenía 16 años y fue encontrado el domingo a las 6.50 tirado en la calle y gravemente herido, cerca del local nocturno Nabuco, ubicado en la zona céntrica de boliches de Las Tapias, en el valle de Traslasierra, unos 200 kilómetros al oeste de la ciudad de Córdoba. Ayer, el comisario Criado, jefe de la departamental San Javier, comentó que la víctima es hijo de un policía retirado que prestaba servicios en la ciudad de Córdoba y explicó que los otros dos adolescentes que también habían sido apresados por el hecho recuperaron la libertad.

Juan Pablo, un amigo del chico fallecido, contó que cuando se alejaron unos 150 metros del boliche fueron sorprendidos por ocho muchachos de entre 17 y 20 años que les empezaron a gritar y a insultar. “Algunos salimos corriendo –recordó–, pero Guillermo tuvo la mala suerte de que tropezó y así lo agarraron entre todos.” Sin embargo, Juan Pablo afirmó que “no le pegaron tanto” y presumió que pudo haber muerto “del susto”. Elías Cáceres, padre del joven, coincidió con el amigo de su hijo y dijo que cuando le mostraron el cuerpo “no se notaban golpes, sólo las marcas que provoca la autopsia”. El hombre agregó que su único hijo “nunca tenía problemas con nadie”, que “no tomaba” alcohol y que si bien vestía a la moda flogger, lo hacía de manera “muy discreta”.

La muerte de Cáceres conmocionó a la pequeña comuna de Sauce Arriba, vecina a Villa Dolores, donde residía el chico fallecido, cuyos restos fueron inhumados en la tarde de ayer. También repercutió a nivel nacional al punto de que la flogger más conocida del país, Cumbio, publicó en su fotolog una nota en la que repudió esta muerte. “No solamente le quitaron el derecho de vivir a una persona, sino que dejaron a una familia y a sus amigos devastados”, sostuvo. Hoy los amigos del adolescente anunciaron que una marcha en Las Tapias, a las 16, para reclamar “el esclarecimiento del caso”.