SOCIEDAD › LE TOMARON LA DENUNCIA RECIéN SEIS DíAS DESPUéS DE LA AGRESIóN

Odisea para denunciar a un patovica

El hecho ocurrió en Navidad en una disco de Flores. En la comisaría no le tomaron la denuncia y la fiscalía estaba cerrada.

Lautaro sufrió la paliza de un patovica, en la madrugada de Navidad, y tuvo que esperar seis días para poder hacer la denuncia. En una comisaría se negaron a tomarle declaración y en un hospital no lo atendieron porque había asueto. “Después de la odisea que pasamos comprobé la terrible desprotección que en nuestro país tienen los jóvenes”, sentenció Alejandra Bonato, madre del chico de 20 años que fue agredido por el patovica. La golpiza se produjo en la disco porteña Evelyn, ubicada en Rivadavia y Nazca, en el barrio de Flores.

Cerca de las 5, en la madrugada de Navidad, Lautaro, su hermana y dos amigas estaban conversando en una de las barras de Evelyn, mientras dos hombres de seguridad de la disco pasaban por el mismo lugar. “Cuando iba para el baño, uno de los patovicas me gritó: ‘¿Qué hacías hablando con mi novia? Te voy a matar’. Entonces, me agarró del cuello y me arrastró hasta una pista en donde no había más de cinco personas. Ahí, empezó a golpearme la cabeza contra la pared y, después, con la ayuda del otro patovica, me tiró al suelo y empezaron a las patadas”, relató Lautaro a Página/12, todavía con el ojo izquierdo morado.

La violenta secuencia concluyó, al parecer, cuando otra persona que trabaja en la disco les ordenó a los patovicas que sacaran al joven a la calle. Para poder contar lo sucedido a las autoridades, Lautaro tuvo que atravesar el complicado laberinto de la burocracia.

“El 26 de diciembre, mi hijo fue a hacer la denuncia a la Comisaría 34ª, que es la que nos corresponde por la zona en la que vivimos, pero ahí le dijeron que la tenía que radicar en la seccional donde se produjo el hecho –relató Alejandra, la madre de Lautaro–. Entonces, fue a la Comisaría 38ª y un policía le dijo que desde el 9 de junio pasado, por ley, ese tipo de denuncias debían hacerse en una fiscalía especial.”

Los efectivos de la seccional no le supieron decir cómo contactarse con esa fiscalía. Además, según Alejandra, “un abogado nos sugirió que Lautaro se realizara un chequeo médico en algún hospital público para que quedara constancia de los golpes en el expediente judicial”. Cuando el joven fue al Hospital Penna, en la guardia le dijeron que no podían hacerle los estudios porque sólo atendían casos graves ya que había asueto para la administración pública.

Como el fin de semana pasada no hubo actividad judicial, “recién el lunes 29 Lautaro pudo hacerse los controles médicos y el martes 30, después de recorrer tres fiscalías y la Cámara Penal, pudimos radicar la denuncia contra el boliche y el patovica”, relató la madre. En la fiscalía le dijeron que la comisaría tenía la obligación de tomarle la denuncia. “Es increíble el manoseo que hay sobre las víctimas en esta ciudad”, concluyó la mujer.

Informe: Mariana Seghezzo.

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Lautaro, de 20 años, fue golpeado por un patovica en una disco de Rivadavia y Nazca.
Imagen: Pablo Piovano
 
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