SOCIEDAD › LO SUPONEN AUTOR INTELECTUAL DEL SECUESTRO Y CRIMEN, POR VENGANZA

Un (otro) detenido por Candela

El nuevo sospechoso habría surgido de una lista escrita por el padre de Candela con los nombres de probables enemigos suyos. Según la Bonaerense, el VAIC detectó intercambio de sms entre el acusado como autor del crimen y el nuevo detenido.

 Por Carlos Rodríguez y R. K.

Un hombre de 44 años, Héctor Horacio Moreira, fue detenido y señalado como el supuesto “autor intelectual” del secuestro y posterior asesinato de la niña Candela Sol Rodríguez, de 11 años. El móvil habría sido la venganza porque El Topo Moreira, como se lo conoce, habría tenido “un choque o una pelea” con Alfredo Rodríguez, el papá de la víctima. Según la información obtenida por Página/12, se trataría de una disputa relacionada “no sólo con la piratería del asfalto (delito por el que está preso el padre de Candela) sino también por drogas”. Moreira fue detenido luego de que se detectaran varias comunicaciones a su teléfono celular, utilizando una nueva versión del VAIC, sistema con el que cuenta la Policía Bonaerense para entrecruzar llamadas. La nueva versión del VAIC puede rescatar mensajes de texto borrados. De ese modo se supo que Moreira había mantenido contactos con Hugo Elvio Bermúdez –uno de los siete detenidos que tiene el caso–, señalado como presunto autor material del homicidio. Los contactos ocurrieron mientras Candela estaba desaparecida.

Los investigadores consideran que el caso está “virtualmente cerrado” porque sólo faltaría detener al joven de 24 años que sería quien “se llevó” a Candela, el 22 de agosto pasado, para luego entregarla a los secuestradores. El abogado Fernando Burlando, que representa a Carola Labrador, la mamá de Candela, coincidió en que “se está cerrando el círculo de la investigación”, mientras que el ministro de Justicia y Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, dijo que “es probable” que ya se tenga el nombre de los máximos responsables del caso.

En la causa hay siete detenidos, entre ellos Bermúdez, señalado por un testigo de identidad reservada como el presunto autor material del crimen de la niña. A pesar del optimismo que se advertía en relación con el esclarecimiento del caso, hasta ahora son pocas las certezas que se han confirmado: el ADN de Candela que ubica el secuestro en la casa de la calle Kiernan 992 y la autopsia. Ayer circuló la versión de que los estudios de ADN realizados en estas semanas habrían confirmado la presencia de algunos de los detenidos en el escenario del crimen, entre ellos Bermúdez, pero el dato, por ahora, es extraoficial.

Lo que se pudo saber es que los investigadores determinaron que hubo muchas llamadas, de los detenidos, a un teléfono celular que estaba en poder de una joven, cuyo domicilio fue allanado. La mujer dijo que el aparato pertenecía a su ex novio, que resultó ser Moreira. El aparato fue secuestrado y utilizando la nueva versión del VAIC, que tiene un software que permite recuperar mensajes de texto que fueron borrados, se estableció que hubo una serie de contactos entre Moreira y Bermúdez, durante el tiempo en que Candela estuvo desaparecida. El nuevo sistema de VAIC es manejado en forma directa por la Fiscalía a cargo de Marcelo Tavolaro. El dinero para el nuevo software fue aportado por dos intendencias del conurbano bonaerense, una de ellas el municipio de Morón.

Sergio Doutres, el defensor del Topo Moreira, informó a la prensa que su representado se negó ayer a declarar ante el fiscal Tavolaro. Informó que la detención se produjo en la casa de Moreira, en Villa Ballester, por orden del juez de Garantías Alfredo Meade. Doutres aseguró que la “situación física y anímica de Moreira es muy adversa porque él es inocente de estos hechos”. Por eso “le aconsejé que se abstuviera de declarar”, señaló el abogado.

“Lo vi consternado y destruido. Tenía intenciones de tirarse por la ventana de la oficina donde nos entrevistamos antes de la indagatoria”, sostuvo Doutres, quien defiende a Moreira desde hace “cinco o seis años”, ya que tiene “una causa anterior por estafas”. Aclaró que es un caso en el cual “aún no tiene sentencia firme” y por el que “nunca estuvo detenido en un penal”. El abogado aseguró que Moreira “no es peligroso”, que “trabaja como comerciante”, y que en relación con el secuestro y asesinato de Candela “el fiscal le hizo una acusación genérica”, diciéndole que “forma parte de la organización involucrada en el hecho”.

Según Doutres, “el elemento más fuerte” es que su defendido figura en una lista “con cinco nombres” que confeccionó en la cárcel el padre de Candela. Admitió que Moreira y Alfredo Rodríguez se conocen porque un hermano de su representado “convivió con una hermana del padre” de la nena. Esto habría ocurrido “hace quince años”. Según el abogado, Moreira “no conoce a la madre de Candela ni a ninguno de los detenidos”.

Carola Labrador, la madre de Candela, consideró que están “cerca” de esclarecer el caso. Luego negó que los captores le hayan pedido dinero para el rescate y dijo que nunca recibió llamados “con pruebas de vida” que indicara la presencia de un intento extorsivo. “Esta gente que la tenía se asustó y ella les conoció la cara y la mataron. Le tocó a mi hija, pero podría ser otra nena”, afirmó Labrador. Insistió en que su familia no tuvo “nada que ver” con el secuestro y que cuando su abogado, Fernando Burlando, habla del “entorno” se refiere “a amigos de amigos y gente del barrio”, pero no a familiares. Del mismo modo refutó las informaciones que dicen que el caso “tiene relación con las drogas”.

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El Topo Moreira es el nuevo detenido en el caso Candela, una investigación que tiene más certezas que pruebas.
Imagen: Télam
 
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