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En lo que representa la primera sentencia para este tipo de delito en la provincia de Buenos Aires, un comerciante de La Plata, a quien se le seguía un proceso por acoso sexual contra una empleada suya, fue condenado ayer a un año de prisión en suspenso por el Tribunal Oral en lo Criminal número II de la capital bonaerense, por considerar que el comerciante había despedido a su empleada luego de que ella se negara a acceder a sus propuestas sexuales. Los dichos de una testigo, quien afirmó haber presenciado el acoso, sumado a los informes psiquiátricos y psicológicos efectuados a la víctima, convencieron al tribunal para que dictara su sentencia y considerara probado el delito.