SOCIEDAD › LA VíCTIMA, UNA CHICA DE 19 AñOS, DENUNCIó QUE FUE VIOLADA POR CUATRO HOMBRES

Ataque sexual en una disco de Congreso

El hecho ocurrió en la madrugada del sábado en un boliche de Rivadavia al 1900. La joven relató que ninguno de los empleados de seguridad la auxilió. El lugar registra algunos antecedentes. Anoche fue allanado por la policía.

 Por Soledad Vallejos

Una joven de 19 años denunció que fue violada por cuatro hombres en un boliche de Congreso, que ninguno de los empleados de seguridad del local la auxilió cuando pidió ayuda a los gritos y que sólo un muchacho, también concurrente a la fiesta, le preguntó qué le pasaba al verla llorar. Fue ese chico quien le prestó un teléfono celular para contactar a sus amigas, con las que había entrado al local de Rivadavia al 1900, donde cada semana se realizan las fiestas “@lternativ@”. Los empleados del lugar “no le dieron ni asistencia primaria, ella no podía caminar. Tiene marcas en los brazos, en las piernas, la agarraron muy fuerte. Tiene dificultad para caminar, tiene un desgarro importante en la zona genital”, detalló el abogado Andrés Bonicalzi, en diálogo con Página/12. Ayer, la joven brindó testimonio a la prensa en dos oportunidades, porque, explicó Bonicalzi, “fue su decisión hablar, ella quiso”. Al fin del día, efectivos policiales allanaron el boliche por orden de la fiscal de instrucción Graciela Gils Carbó, ante quien esta mañana la chica dará testimonio. Hasta anoche no había sospechosos identificados, aunque la joven aseguró que reconocería a uno de los atacantes.

Los efectivos de la División Delitos para la Salud, de la Policía Federal, allanaron el boliche Le Click/La Negra en busca de evidencias materiales y de lo registrado por las cámaras de seguridad en la madrugada del sábado. En poder de la fiscal Gils Carbó ya obra la denuncia realizada en sede policial y la primera declaración testimonial de la joven, que habló con la prensa resguardando su imagen y usando el nombre de fantasía Camila.

El abogado Bonicalzi contó a este diario que la divulgación del caso se tradujo en el acercamiento de testigos de lo sucedido. Además, dijo, “en este mismo boliche tenemos noticia de al menos tres antecedentes: en marzo, una tentativa de abuso sexual; hace cuatro meses, un chico impidió que se cometiera una violación; hace mes y medio, otro chico contó que fue testigo de una violación no denunciada por la víctima”. El letrado explicó que al boliche le cabría responsabilidad civil y que aún no sabe si el lugar estaba correctamente habilitado.

En la noche del viernes, Camila y tres amigas salieron a bailar para celebrar el cumpleaños de una de ellas. Porque nunca antes habían ido, eligieron la fiesta “@lternativ@”, que se realiza cada semana en el local de Rivadavia al 1900, un boliche con tres pisos y distintas pistas de baile con capacidad para alrededor de 1500 personas. Hacia las cinco de la madrugada, el grupo de chicas se dirigía de una pista de baile a otra. Camila iba última en la fila de cuatro. “Ibamos en fila y yo era la última. En ese momento, un hombre me agarró del brazo y me empezó a besar por la fuerza. Yo le decía que no quería”, contó la chica a la prensa en la sede de la asociación Ayuda a Víctimas de Violación (AViVi), a la que concurrió en busca de ayuda luego de denunciar lo sucedido, y cuya presidenta, María Elena Leuzzi, estuvo presente durante el encuentro con los medios.

A fuerza de tironearla fuera de la pista de baile, el hombre, de “ojos celestes y el pelo rubio oscuro”, la llevó a un segundo piso, un lugar oscuro, dijo Camila. “Me empezó a agarrar fuerte y yo quería zafarme de él y no podía. Luego de eso me agarró en una esquina y me llevó a un rincón oscuro. Ahí me empujó y me tiró al piso, empezó a ponerme en cuatro”, relató la joven. “Esto fue dentro del boliche. Y después de eso, vinieron tres personas más que eran sus amigos y a mí me empezaron a violar. Yo escuchaba murmullos y sonidos entre ellos”, agregó Camila, quien señaló: “Yo gritaba con todas mis fuerzas, yo gritaba un montón y nadie me hacía caso. Había gente, pero en ese lugar donde me llevó estaba todo oscuro. No sé si (los demás) se daban cuenta, sólo sé que gritaba muy fuerte”.

Luego de los abusos, la chica quedó a solas con el hombre que la había capturado, porque los amigos de él se esfumaron sin que ella pudiera verles la cara. El hombre “me ayudó a levantarme la calza, me decía ‘te vas a callar y te vas a calmar’”, y caminó con ella de regreso a la zona de la pista de baile. El abogado Bonicalzi, integrante de AViVi, explicó a este diario que “ella tenía mucho miedo de que la llevara a otro lado dentro del boliche, que la encerrara en algún lugar, la siguiera violando, por eso cuando ve que vuelve a estar rodeada de gente empieza a pedir ayuda a los gritos y el tipo se va, se mezcla entre la gente”.

“Yo gritaba y decía ‘por favor, me violaron, por favor, ayúdenme’ y la gente pasaba y nadie me ayudaba. No sé si me creían o qué. Era la primera vez que iba a un lugar así porque no sabía que era de esa manera”, dijo la joven a la prensa, en referencia a que concurría “gente de toda índole, gente rara”. Sólo un chico notó su desesperación y le prestó su celular, con el que Camila envió un mensaje a sus amigas y desde el cual el mismo muchacho llamó a la policía y la ambulancia. En la puerta del boliche, Camila pidió ayuda a los empleados de seguridad, dijo que la habían violado. “Pero los empleados de seguridad la ignoran. Ahí, en la puerta, Camila se encuentra con sus amigas y una llama al padre para que las vaya a buscar”, contó el abogado Bonicalzi. En los 20 minutos que tardó en llegar ese padre, al lugar no había concurrido ni una ambulancia ni un patrullero.

Camila fue atendida en el hospital Fiorito, de Avellaneda, donde intervino el cuerpo médico forense para preservar pruebas de lo sucedido. La denuncia quedó radicada en la Comisaría 6ª, que le tomó las primeras declaraciones. Acompañada por su familia, Camila contactó a AViVi. La joven declarará esta mañana ante la fiscal Gils Carbó, quien ya recibió las actuaciones policiales y la citó a las 9.

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Según la víctima, la violación ocurrió en el segundo piso de Le Click, el boliche que anoche fue allanado.
Imagen: Leandro Teysseire
 
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