SOCIEDAD › FRANCIA DISCUTE SI INSTAURA EL CASAMIENTO HOMOSEXUAL

Arde París por la boda gay

La intención del intendente parisino de celebrar un matrimonio del mismo sexo el 5 de junio desató la polémica. Mientras la derecha se opone, el PS presentó un proyecto para legalizarlo.

 Por Eduardo Febbro

Luego de que el líder e intendente ecologista Noël Mamère anunciara hace poco más de un mes que tenía la intención de celebrar el primer matrimonio de la historia francesa entre dos personas del mismo sexo, el Partido Socialista salió de su reserva proponiendo la elaboración de un proyecto de ley sobre el casamiento homosexual. La dirección del PS decidió “trascender” la unión legal administrativa (Pacto Civil de Solidaridad, PACS) votado bajo el mandato del ex primer ministro socialista Lionel Jospin y encarar la reflexión hacia una ley definitiva que enmarque el matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
El debate se desató en Francia cuando Noël Mamère, intendente de la localidad de Bègles, decidió realizar el próximo 5 de junio un matrimonio entre homosexuales con el argumento –válido– de que el código civil napoleónico no estipulaba el sexo de los contrayentes. Conscientes de que existía en la ley un desliz que permitía el matrimonio, las asociaciones de homosexuales no recurrieron a ella porque, en primer lugar, no había intendentes que asumieran el hecho y, en segundo, porque preferían una ley antes que servirse de una argucia.
La iniciativa de Mamère desató una ardua polémica. El ministro francés de Justicia, Dominique Perben, pidió a las autoridades judiciales que se opusieran al matrimonio y hasta el mismo Partido Socialista consideró que “el papel de quienes fueron elegidos consiste en hacer respetar la ley republicana”. El presidente conservador francés, Jacques Chirac, el primer ministro, Jean Pierre Raffarin, y casi toda la derecha se oponen a una ley semejante. El jefe de gobierno estimó hace poco que era hostil al principio porque “desviaba el matrimonio de su vocación”.
Sin embargo, en el seno de la izquierda opositora, la idea cuenta con partidarios de peso. Desde el ex primer ministro socialista Laurent Fabius, pasando por el ex titular de la cartera de Economía Dominique Strauss-Kahn hasta el actual intendente de París, Bertrand Delanoë, quien nunca escondió su homosexualidad. El primer secretario del Partido Socialista francés, François Hollande, considera que “toda sociedad debe estar organizada en torno al principio de igualdad de los derechos y los deberes. Por consiguiente, el matrimonio debe estar abierto a todo el mundo”. Aunque los partidarios del matrimonio entre homosexuales sean mayoritarios dentro de la izquierda, el tema suscita algunas reflexiones. Muchos temen que una ley acarree un aumento de la homofobia en la sociedad. A fin de calmar el frente de las críticas, el PS decidió abrir también una reflexión para luchar contra la homofobia.
El proyecto de ley debe ser aprobado por la dirigencia del PS antes de que sea presentado en la Asamblea Nacional. Sin embargo, el problema que se desprende de una ley semejante atañe la otra demanda de las asociaciones de homosexuales, es decir, posibilidad de que dos homosexuales unidos por el matrimonio puedan ejercer alguna autoridad parental, es decir, adoptar o tener hijos de una u otra forma. El reconocimiento de ese derecho está lejos de provocar consensos. La derecha se opone tajantemente, mientras que la izquierda aparece francamente dividida. Algunos, como la ex ministra de Justicia socialista Elizabeth Guigou, estiman que “no puede haber derecho a tener hijos”. Al contrario, la diputada Marisol Touraine asegura que “reconocer el matrimonio es una manera de reconocer que dos personas de un mismo sexo puedan ocuparse de un hijo”. Dominique Strauss-Kahn dio su pleno consentimiento a la adopción de hijos por los homosexuales.
La mayoría conservadora que gobierna Francia desde hace dos años arguye que el reconocimiento del matrimonio entre homosexuales abre “la vía de la adopción, y ello no se puede autorizar”. Los comunistas y los ecologistas, que ya presentaron un proyecto de ley, son los más fervientes defensores de que el matrimonio sobrepase la barrera de la heterosexualidad. Por paradójico que parezca, la división entre la izquierda y la derecha y en los mismos rangos de la izquierda no refleja el estado de la opinión pública. Un sondeo de opinión publicado por la revista Elle revela que un 64 por ciento de los franceses aprueba el matrimonio gay y que un 49 por ciento está de acuerdo con que los gays adopten niños. Las cifras muestran que incluso los militantes de la derecha –54 por ciento– no se oponen a uniones de ese tipo. La campaña lanzada por el movimiento LGBT (lesbiana, gay, bi y transexual) convenció más a la sociedad que las proclamas del ministro francés de Justicia, para quien el matrimonio entre homosexuales es “contrario al Estado de derecho”.

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Mientras en Francia el debate recién comienza, en Massachusetts ayer hubo filas para casarse.
 
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