SOCIEDAD › CRECEN LOS ATAQUES CONTRA GAYS EN GRAN BRETAÑA

Alerta por brote de homofobia

De acuerdo con estadísticas policiales, la violencia contra homosexuales en el Reino Unido se encuentra en pleno aumento. Los gays acusan a políticos y a cantantes que incitan a la homofobia.

 Por Marcelo Justo

Es la otra cara de una sociedad que se ha ganado una reputación en las últimas décadas de tolerancia por la diversidad y los derechos de las minorías. Una encuesta de las fuerzas policiales en todo el Reino Unido revela que la violencia contra homosexuales se encuentra en pleno aumento. Según la investigación del Independent on Sunday, el número de ataques homofóbicos denunciados a las autoridades aumentó en un 23 por ciento el año pasado y en algunas regiones llegó a triplicarse. Las organizaciones gays han puesto el grito en el cielo y los medios han empezado a cuestionarse si se trata de una virulenta reacción contra una sociedad que se preciaba de avanzada.
Esta reacción se manifestó con toda su violenta contundencia días atrás con el asesinato de un barman homosexual, David Morley, a las orillas del Támesis en el centro de Londres. Morley había sobrevivido un atentado con bomba a un pub gay en la capital inglesa en 1999, que causó tres muertes y decenas de heridos. Esta vez, la paliza que recibió a manos de seis adolescentes fue tan demencial que no llegó a recobrar la conciencia. El asesinato de Morley no es un caso aislado. En los últimos seis meses otros tres homosexuales murieron en ataques similares en Londres. El año pasado se registró un aumento de un 12 por ciento de episodios de violencia contra gays en la zona metropolitana. En áreas como Mereyside, en el norte de Inglaterra, el aumento fue de casi un 50 por ciento, mientras que en regiones supuestamente “tolerantes”, como la rica Surrey en el sur, el incremento fue del 134 por ciento.
En respuesta al asesinato de Morley, los grupos gays organizaron una manifestación en el centro de Londres y exigieron que se promulgue una nueva ley que, como el caso del racismo, declare ilegal la “incitación a la homofobia”. El gobierno británico se ha negado por el momento a legislar sobre el tema, pero no ha permanecido inmune a los reclamos. La semana pasada decidió no conceder la visa de ingreso al país al cantante jamaiquino de reggae Sizzla, conocido por la violencia homofóbica de sus canciones.
Los grupos gays acusan a cantantes, como Sizzla, y políticos, como el ex candidato a comisionado europeo de justicia y seguridad Rocco Butiglione, de crear una cultura permisible a la demonización de los gays y la promoción de la violencia homofóbica. “Nadie puede sorprenderse que gays y lesbianas sean blanco de ataque en esta cultura que tolera que políticos, estrellas pop y columnistas expresen abiertamente todo tipo de prejuicios antihomosexuales”, señaló Ben Summeskill, del grupo gay Stonewall. La Unidad contra el Crimen Racial y Violento de la Policía Metropolitana anunció que a instancias de los grupos gay investigaría las letras de ocho grupos reggae, entre los que se destacan Beenie Man, Elephant Man y Bounty Killer. Aquel Reggae de Bob Marley, música progresista de fines de los ’70, es hoy historia.
Según otro de los adalides de los derechos homosexuales, los porcentajes que revela la encuesta del Independent on Sunday son apenas la punta del iceberg. “Muchos hechos de violencia contra homosexuales no se denuncian. El número real debe ser dos o tres veces más grande”, señaló Peter Tatchell, fundador del Grupo Outrage. Como lo admite la misma policía, la situación es similar que en los casos de violaciones o robos: la realidad de los números esconde una situación mucho más grave.
El caso de Rocco Butiglione revela que esta reacción antigay no se limita a Gran Bretaña. El demócrata cristiano italiano suscitó una virtual crisis institucional el mes pasado al enfrentar al parlamento y la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de los 25 países que conforman la Unión Europea, por sus posiciones antigay. El caso de Butiglione no es el único. La reelección de George Bush demostró que Estados Unidos está partido en dos mitades: una conservadora y otra liberal. Según numerosos analistas políticos, George Bush empezó a ganar las elecciones a principios de este año, cuando California aprobó los matrimonios gay.
En Gran Bretaña este retorno del puritanismo ha tenido claros seguidores. En los últimos años, una serie de diputados laboristas y conservadores han hecho gala de una retórica tradicionalista con casos de sesgo claramente antigay. A pesar de ello, un diputado laborista homosexual, Chris Bryant, señaló al Independent on Sunday que la situación es muy diferente a Estados Unidos. “Hace diez años si uno hablaba de derechos gay era acusado de extremista. Hoy en día, la mayoría de los diputados ha votado a favor de la legislación igualitaria que ha impulsado este gobierno”, dijo Bryant.

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La escalada tuvo su máxima expresión en el crimen de un barman gay y generó repudio en toda Europa.
 
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