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Los querellantes de la causa Cromañón desataron una tormenta de críticas ante el eventual pedido de excarcelación de Omar Chabán. El abogado defensor del empresario de la noche, Pedro D’Attoli, anunció que presentará el pedido formal de excarcelación porque cuenta con las “pruebas suficientes” para demostrar que no fue responsable de las 193 muertes de diciembre. Aunque los querellantes creen que el pedido no prosperará ante el juez de instrucción, sostienen que en la Cámara existe jurisprudencia para habilitarlo. En diálogo con este diario explicaron cuáles son las “falacias” del argumento de D’Attoli e inscribieron el anuncio como una “estrategia falaz para ganar consenso mediático”. En tanto, el juez Julio Lucini someterá hoy a un nuevo careo a la ex subsecretaria de Control y Gestión Comunal del gobierno porteño, Fabiana Fiszbin.
El anuncio del abogado de Chabán causó sorpresa e indignación entre los abogados de las víctimas de la tragedia de diciembre. Pedro D’Attoli había descartado un pedido de excarcelación pero ahora lo hizo público ante los medios aunque aún no lo formalizó. Según el abogado, lo que provocó la mayor parte de las muertes en el boliche fue la inhalación de ácido cianhídrico, un componente de los paneles de sonido que según D’Attoli está permitido en la Argentina a diferencia de otros países del mundo. “Es un imprevisto, algo en lo que Chabán no tuvo nada que ver”, explicó. “No existe ninguna norma en el instituto IRAM que se refiera a lo perjudicial de esa sustancia o indique que deba prohibirse su utilización en lugares públicos.”
Para fundamentar el reclamo, hará uso de un fallo de la Sala I de la Cámara del Crimen porteña a la que ya le temen los querellantes. En el caso llamado “Bárbara”, el tribunal declaró inconstitucional la prisión preventiva cuando se entiende que el procesado no se profugará ni entorpecerá el accionar de la Justicia.
Como uno de esos camaristas estará a cargo de revisar el planteo de la defensa de Chabán, el abogado José Iglesias, padre de una de las víctimas, ya se mostró preocupado. “La prisión preventiva también persigue como objetivo la presencia del procesado durante todo el juicio –indicó Iglesias a Página/12–. Y por las características de Chabán, dado que ni siquiera figuraba como titular del negocio, porque su nombre no aparece entre las cargas impositivas ni fiscales, es altísimamente probable que si queda libre se vaya.”
Si eso sucede o no será materia de debate en la Cámara y entre los abogados de las víctimas que en este momento se sientan a analizar los argumentos de la defensa de Chabán. Según el propio Iglesias, “el argumento del ácido cianhídrico no es la única razón por la que la Justicia decidió dictarle la prisión preventiva”. En ese sentido, enumera parte de la prueba en contra que se encuentra compilada en el expediente: “La puerta de emergencia cerrada con candado; el exceso de personas en la disco habilitada para 1031 personas y su propia conducta durante la noche del incendio”. De acuerdo con testigos de la causa, recuerda Iglesias, Chabán tomó el micrófono cuando se desató el fuego para decir “ahora cállense”. Y cuando comenzó el caos por el incendio “se desentendió del problema y se fugó sin quedarse siquiera a prestar una ayuda”.
Entre los argumentos de D’Attoli se encuentra alguna explicación sobre la media sombra que cubría el techo del boliche de Once la noche de la tragedia. El abogado dirá que el empresario no sabía que ese material producía ese ácido. Para Fernando Soto, representante de unos cincuenta familiares, este argumento “es una mentira”. Soto explicó que los bomberos ya declararon en la causa que, cuando habilitaron el local, la media sombra no estaba. “Y Chabán sabía que era altamente peligrosa porque el local ya se había incendiado tres veces.” Tal como lo sostuvo Iglesias, en su caso también recordó otros datos de la noche del incendio. Chabán “agarró la caja de la plata, salió y se quedó enfrente mirando”. E insiste: “No es que tampoco sabía que no funcionaba la puerta de emergencia, porque esa noche la única luz prendida era la de esa puerta, el sector hacia donde corrieron los que intentaron escaparse y donde aparecieron pilas de cinco metros de cuerpos”.
Para Soto, detrás del pedido de D’Attoli existe una estrategia de prensa: “Habla antes de hacer el pedido porque intenta conseguir consenso en la opinión pública y presionar sobre los jueces”.
En el día de hoy, el juez Julio Lucini enfrentará a Fiszbin con el ex coordinador operativo de inspecciones, Rodrigo Cozzani, por las contradicciones que surgieron en las indagatorias respectivas. La funcionaria que estaba a cargo del control de los locales bailables de la Ciudad y Cozzani se endilgan mutuamente responsabilidades respecto del control de habilitación de los locales clase C, entre los que se hallaba República Cromañón.