SOCIEDAD › LA ONU RECLAMO QUE ARGENTINA FIRME UN TRATADO POR LAS MUJERES

“Los derechos deben ser realidad”

La máxima autoridad en Derechos Humanos de las Naciones Unidas pidió al gobierno argentino que ratifique el Protocolo de la Cedaw. Bielsa recordó que ya lo viene impulsando desde 2004.

 Por Mariana Carbajal
Desde Mar del Plata

A escasos metros del canciller Rafael Bielsa y ante más de un millar de mujeres de todo el país, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Luise Arbour, le tiró de las orejas al Gobierno y lo exhortó a que la Argentina ratifique el Protocolo Facultativo de la Cedaw, uno de los tratados internacionales más importantes para combatir la discriminación hacia las mujeres. Tal vez sin esperarlo, esta prestigiosa abogada canadiense se ganó una ovación de las tribunas femeninas del polideportivo de esta ciudad. “No hay ninguna razón que sea creíble para privar a las mujeres de las herramientas que tienen para reclamar sus derechos”, consideró Albour y se llevó otro fuerte aplauso de las militantes de organizaciones sociales y políticas –muchas de ellas piqueteras de Capital y el conurbano– que llegaron a Mar del Plata desde todo el país para participar del acto oficial a diez años de la Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Beijing.
“Necesitamos hacer del pleno goce de los derechos humanos una realidad aquí y en el resto de los países del mundo”, por eso “hago un llamado para que este protocolo sea ratificado por todos los estados en la región: es un instrumento de derechos humanos muy importante”, resaltó Albour, la máxima autoridad en Derechos Humanos de la ONU, en su último día de visita al país. Minutos antes, sobre el mismo escenario armado en el gimnasio cubierto del polideportivo, el canciller Bielsa se había adelantado al reto que podría venir de la funcionaria de Naciones Unidas y había recordado que el Gobierno, en diciembre de 2004, mandó al Senado el mensaje presidencial para pedir la ratificación del Protocolo Facultativo, un anexo de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw, por sus siglas en inglés). Pero lo cierto es que, a pesar de su decisión política de ratificarlo, el Gobierno todavía no logró vencer el fuerte lobby en contra que viene haciendo la jerarquía católica para cajonearlo, porque sostiene que abriría la puerta para la legalización del aborto, un argumento sin fundamentos ya que el protocolo no crea nuevos derechos (ver aparte). La Argentina es el único país del Mercosur que todavía no lo ratificó. En Latinoamérica hay otros 12 estados en la misma situación. En el mundo lo aceptaron 71.
“Asignamos carácter prioritario al reconocimiento de los derechos de las mujeres”, afirmó Bielsa en su discurso. “Para el Gobierno –destacó–, la promoción de la igualdad y la eliminación de la discriminación no solamente benefician a las mujeres sino a toda la comunidad.”
El acto fue la apertura de un encuentro organizado por la Cancillería para evaluar los avances y retrocesos en materia de derechos humanos de las mujeres en el país y en la región, al cumplirse diez años de la aprobación de la Plataforma de Acción de Beijing, un ambicioso programa que los países se comprometieron a cumplir en la Conferencia Mundial de la Mujer que se hizo en China en 1995, y que los obliga a implementar políticas y medidas concretas para combatir la discriminación hacia las mujeres.
Después de Bielsa fue el turno del ministro de Salud, Ginés González García, que consiguió varios aplausos de las presentes al reafirmar su política en salud sexual y reproductiva. En ese sentido, aseguró que seguirá garantizando “el acceso a los elementos que necesitan para tener los hijos que quieran tener, cuando los quieran tener y que cuando los tengan estén sanos”. Para que no quedaran dudas de sus palabras, una veintena de promotoras del Ministerio de Salud se encargó de distribuir preservativos entre el público. A pedido del funcionario, las “chicas de Ginés” le entregaron un condón hasta a la misma Albour, que se sorprendió por el regalito. Entre las oradoras estuvo también la representante especial para temas de la Mujer de Cancillería, embajadora Juliana Di Tullio, organizadora del evento, que explicó que la elección de Mar del Plata para el balance a diez años de la IV Cumbre de Beijing respondía a que allí mismo se habían realizado las reuniones preparatorias con vistas a ese encuentro mundial. Eran tiempos menemistas y el país acompañaba las posiciones más conservadoras en cuestiones de derechos de las mujeres. Di Tullio se encargó de marcar las diferencias: “Desde hace dos años se votan sin reservas”, es decir, sin cuestionamientos, los mandatos de la ONU en esa materia.

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El intendente Víctor Katz, Juliana Di Tullio, Bielsa y González García, en Mar del Plata.
 
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