SOCIEDAD

Las dos colegialas que jugaron a la viuda negra con un compañero

Las chicas, de 15 y 16 años, habrían convencido a su compañero para que las invite a su departamento, en Flores. Hubo sexo, pero también somníferos, y cuando el chico despertó faltaban, según la familia, unos cien mil dólares en billetes y joyas.

 Por Carlos Rodríguez

La historia de dos viudas negras Sub-16 es la novela de moda en la zona sur del barrio porteño de Flores. El caso, denunciado como real, se parece a una leyenda urbana de esas a las que le van sumando detalles inverosímiles en cada esquina y variantes erótico-grotescas propias de un American Pie made in Argentina. Los protagonistas, según confirmaron voceros de la comisaría 38ª, que recibió la denuncia, son dos chicas de 16 y 15 años y un pibe, también de 15, que pagó muy caro lo que puede haber sido su debut sexual. La denunciante fue la mamá del jovencito, quien aseguró que las lolitas fatales se llevaron de su casa una suma “cercana a los cien mil dólares”, luego de seducir al galán ingenuo y de darle una poción somnífera que lo dejó de cama. Las sesiones de sexo habrían sido al menos dos y al dinero, en pesos, dólares y euros, hay que sumarle joyas valiosas que fueron retiradas de la casa por las dos niñas. Todo ocurría en ausencia de los padres del varón seducido y robado.

“El caso fue caratulado ‘averiguación de robo’ y en la investigación interviene el Juzgado de Menores número 7”, confirmó a Página/12 el titular de la seccional 38ª, comisario Guillermo Sodini, quien recordó que en la casa de los padres del chico, en un departamento del quinto piso del edificio de Juan Bautista Alberdi al 2300, se produjeron “al menos dos robos, el primero de ellos en diciembre y el segundo hace unos días”. De acuerdo con el jefe policial, “las autoras habrían sido dos chicas que solían ir a la casa cuando el chico estaba solo, en ausencia de los padres, y luego de mantener relaciones, lo dormían con un somnífero”.

Otra fuente policial consultada por este diario aclaró que “el monto total de lo robado es por ahora uno de los puntos por investigar”. De ese modo, se abstuvo de confirmar o desmentir que el monto haya sido de cien mil dólares, como afirman los damnificados. Los tres jóvenes protagonistas de la historia son de clase media alta y se conocían porque concurren al mismo colegio privado, en el vecino barrio de Caballito.

El primer episodio, “con sexo y todo el repertorio”, según graficó con énfasis una fuente policial, habría ocurrido en diciembre del año pasado, pero en ese momento la denuncia de la familia apuntó hacia otro lado. María, como dijo llamarse la mamá del chico, aseguró que en esa fecha habían desaparecido de su casa “unos cien mil pesos”, pero en ese momento ellos pensaron que los autores del robo habían sido miembros del personal de servicio. La semana pasada, al comprobar por segunda vez la ausencia de dinero en efectivo y joyas, la mujer le arrancó a su hijo una confesión que cambió el rumbo de la investigación.

“A mi hijo le dieron media pastilla para dormirlo y en esas condiciones lo encontré cuando llegué a mi casa”, dijo María en declaraciones a la prensa. Las dos chicas sospechosas “primero lo llamaron por teléfono y le dijeron a mi hijo que querían verlo para charlar. Luego, una vez adentro de la casa, una de las chicas lo invitó a tener relaciones sexuales”. Mientras tanto, la otra adolescente revisó los muebles y se llevó dinero y algunas joyas, luego de violentar un placard que estaba cerrado con llave. La mujer cree ahora que fueron las dos chicas, que ya han sido identificadas aunque sus nombres se mantienen en reserva por ser menores, las que se llevaron los “cien mil pesos”, que según ella desaparecieron de su domicilio en diciembre pasado.

“Nosotros no sabemos si es cierto que había tanto dinero. Lo único que podemos confirmar es que en casa de una de las chicas apareció una suma en dólares y algunas joyas que fueron reconocidas como suyas por la madre del chico. Las dos chicas y el chico se habían conocido en un colegio privado al que concurren todos y se veían con cierta frecuencia”, dijo a este diario la fuente policial. “La madre nos dijo que la semana pasada, luego del robo, una de las chicas lo había llamado por teléfono a su hijo y le había preguntado, en forma irónica, si había dormido bien, lo que confirmaría la presencia de un somnífero”, comentó el vocero. Una fuente de la Federal dijo que el monto encontrado en poder de una de las chicas era de “unos 3500 dólares”, además de las joyas. Las dos adolescentes fueron puestas a disposición de un juez de menores. Una de ellas fue encontrada en compañía de su novio, de 19 años, a bordo de una moto y “con algunos cigarrillos de marihuana”, acotó la fuente policial. Se dice que las chicas compraron esa moto y un auto con el dinero robado, que hubo “ménage à trois más de una vez” en el departamento de la calle Juan Bautista Alberdi, que es posible que haya un tercer implicado en el robo y que las pruebas contra las presuntas autoras podrían derrumbarse, y el caso “quedar en la nada”. La mamá del chico clama justicia: “Ellas son terribles. Uno ya no puede estar seguro ni en su propia casa porque esto es una selva”.

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Las lolitas, luego de seducir al chico, le dieron una poción somnífera que lo dejó de cama.
 
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