SOCIEDAD › PADRES DE CROMAÑON RECLAMAN ANTE LA CASA DE LA JUEZA

Una vigilia para protestar

Los padres exigen que Ibarra sea imputado en la causa. Un fiscal pidió que se citara a declarar a una madre acusada por amenazas. La Cámara confirmó el delito de estrago doloso contra Callejeros.

 Por Raúl Kollmann

La Sala V de la Cámara del Crimen resolvió ayer mantener la dureza de la acusación contra el grupo Callejeros respecto de la tragedia de Cromañón. En concreto, se imputa a los músicos el delito de estrago doloso, que significa haber provocado, de hecho, el incendio que derivó en las muertes del boliche de Once. El abogado de Callejeros, Eduardo Guarna, argumentó que no hubo dolo, es decir, intención, pero los jueces le contestaron que en todo caso eso deberá ser resuelto en el juicio oral. Al mismo tiempo, la tensión con algunos padres de las víctimas tuvo ayer un nuevo pico. Frente al domicilio de la jueza María Angélica Crotto se instaló una especie de guardia del grupo de padres más duro, lo que es considerado por la propia magistrada como una presión. Esos familiares exigen que sea citado como imputado el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. En forma paralela, el fiscal Fernando Cudicio pidió ayer, por primera vez, que Norma Bonomini, que integra ese grupo de padres duros, sea citada a declaración indagatoria por el delito de amenazas.

Los integrantes de la Sala V, Gustavo Bruzzone, María Laura Garrigós de Rébori y Rodolfo Pociello Argerich, rechazaron la pretensión de Callejeros de aliviar la acusación en su contra. Ese mismo tribunal ya había dicho en su momento que el grupo musical coorganizó el recital de Cromañón junto a Omar Chabán y que, además, incentivó el uso de bengalas. Con el antecedente de un incendio en los días previos, los jueces sostuvieron que los músicos no hicieron lo que correspondía para evitar la tragedia, por lo que consideraron que su responsabilidad va más allá de la de un accidente.

Quien primero tomó la decisión de agravar la situación de Callejeros fue el juez Julio Lucini, luego mantuvo la misma postura Crotto y ahora la Cámara no aceptó el planteo de cambiar la calificación. El tribunal considera que los hechos evaluados son los mismos que antes, los músicos siguen en libertad y, por lo tanto, alterar la calificación no produce ningún efecto decisivo. Por lo tanto –afirman los magistrados–, la cuestión de qué delito cometió Callejeros debe ser resuelta en el juicio oral.

Es casi seguro que el abogado de los músicos va a apelar ante la Casación, pero difícilmente prospere. De todas maneras, es evidente que mientras sus defendidos estén en libertad le conviene seguir apelando y demorar el juicio oral todo lo posible, porque es en esa instancia donde los rockeros corren el riesgo de un fallo que los lleve a la cárcel.

Respecto del grupo más duro de padres, fuentes policiales hicieron trascender que ocho familiares de víctimas de Cromañón se presentaron ante el domicilio de Crotto, en Barrio Norte, y se instalaron allí con fotografías de los chicos y velas encendidas “como si fuera una especie de santuario”. La custodia advirtió de la situación a efectivos de la comisaría 19ª, ante cuya llegada los manifestantes se retiraron llevándose consigo los objetos que desplegaron sobre la vereda.

La presión sobre la jueza Crotto se manifestó ya varias veces. Una de las últimas, hace tres semanas, motivó una denuncia sobre la que se expidió ayer el fiscal Cudicio pidiéndole a la jueza Fabiana Palmaghini que citara a declaración indagatoria a Norma Bonomini. En aquella oportunidad un grupo de tres padres, Bonomini, Luis Fernández y Jorge Giralt llegaron hasta el juzgado de Crotto y pidieron hablar con ella. Como ya había habido una amenaza previa, la magistrada ordenó que los padres fueran recibidos por dos secretarias. La escena fue de máxima tensión, porque los familiares exigieron que la jueza citara a Aníbal Ibarra en durísimos términos: “Ya debería estar indagado, procesado y preso. Si lo echamos no fue para que esté sentado en su casa”. De acuerdo con la denuncia efectuada por Crotto y firmada por las dos secretarias, Bonomini dijo: “Como fui a buscar a los legisladores y al camarista Bruzzone a la calle Córdoba, lavoy a ir a buscar a ella a su casa. No me importa si tiene custodia o no. Los chicos están en el cielo para juzgarla y se van a encontrar muy pronto”.

El pedido de que Bonomini sea citada a indagatoria está siendo estudiado por la jueza Palmaghini, que ahora deberá resolver.

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El grupo argumentó que no hubo dolo, pero los jueces dijeron que eso será resuelto en el juicio oral.
 
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