La Comisión para la Reforma Tributaria porteña, encargada de estudiar modificaciones al proyecto oficial para reajustar el impuesto de Alumbrado, Barrido y Limpieza, comenzará a sesionar el próximo viernes en la Legislatura porteña. Estará integrada por 14 miembros, cuatro representantes del Poder Ejecutivo y diez legisladores de los tres bloques mayoritarios: el macrismo, el kirchnerismo y los aliados del jefe de Gobierno. A partir del viernes comenzarán a contarse los 30 días que dio Jorge Telerman para analizar su propuesta. ¿Qué pasará entonces? El oficialismo y el macrismo pretenden hacer modificaciones al controvertido impuestazo, de manera de hacerlo más digerible: establecer algunas excepciones y aumentar con más fuerza las propiedades suntuarias. Los kirchristas rechazan de plano esa posibilidad. “Si quieren aumentar el ABL en Puerto Madero y Las Cañitas, estamos de acuerdo, pero más allá de eso no, al menos sin un estudio serio”, afirman.

La comisión convocada por Telerman el lunes, cuando suspendió la aplicación del reajuste en el ABL, en realidad, ya había sido creada hace casi tres años, en diciembre de 2004, por la ley 1546. Su misión era estudiar y proponer una reforma tributaria en la ciudad. Pero en aquel diciembre ocurrió la tragedia de Cromañón, la Legislatura tuvo otra prioridad y la comisión nunca llegó a integrarse.

El cuerpo estará integrado por cuatro diputados macristas (Diego Santilli, Rodrigo Herrera Bravo, Alvaro González y Carlos Araujo), tres de la Coalición Cívica que respalda a Telerman (Alejandro Rabinovich, Helio Rebot y Guillermo Smith) y otros tres del kirchnerismo (Juan Manuel Olmos, Diego Kravetz y Sebastián Gramajo). El Ejecutivo tendrá cuatro representantes: el director de Rentas, Jorge Serdarevich, y tres de sus colaboradores, Analía Leguizamón, Gabriel Vilches y Ricardo Luszinsky.

Lo que aún no está definido es cómo será el funcionamiento de la comisión. No podrá equipararse a una comisión legislativa, ya que está integrada también por funcionarios del Ejecutivo. Por lo tanto –en principio– no emitiría dictamen de mayoría o minoría sino que debería arribar a un consenso.

De los tres bloques legislativos, los telermanistas y el macrismo intentarán buscar una fórmula consensuada para mejorar el controvertido proyecto de Telerman. Del otro lado, los kirchneristas aseguran que no están dispuestos a avalar un ajuste de impuestos que, según consideran, tiene un afán recaudatorio. La iniciativa del jefe de Gobierno preveía aumentos según zonas (mayores en la zona norte, menores en el sur) que van de un 50 a un 230 por ciento. Debido a los cuestionamientos que recibió, suspendió su aplicación por 30 días.

“Queremos corregir la inequidad con un revalúo más progresivo”, dice Santilli, del PRO. “No puede ser que en cualquier municipio de la provincia de Buenos Aires se cobre más que en Recoleta o Puerto Madero ni que la patente sea más cara que el impuesto inmobiliario”, agrega, en defensa del aumento. El legislador macrista propone corregir la reforma de Telerman eximiendo de los aumentos, por ejemplo, a “las viviendas ubicadas en la cuenca del Riachuelo, como las de Villa Soldati o Villa Lugano, que están afectadas por la contaminación”.

Por su parte, Rabinovich, de la Coalición Cívica, propone elaborar un mapa de ajustes más diverso, ya que “dividir la ciudad en tres zonas (como lo hizo Telerman) implica un alto riesgo de injusticias”, dijo. “Cuanto menos zonas haya, más regresivo es el impuesto”, afirmó. El diputado telermanista también se pronunció a favor de eximir a algunas zonas o sectores (por ejemplo, las viviendas únicas, familiares, de una superficie determinada) y gravar con mayor energía las propiedades ubicadas en zonas donde se registró un boom inmobiliario.

En cambio, en el kirchnerismo no se sienten apremiados por llegar a una conclusión en 30 días. “La comisión, que se creó por ley en 2004, no tiene plazos para llegar a una conclusión”, dijo a Página/12 Juan Manuel Olmos. “Es necesario hacer un estudio pormenorizado, propiedad por propiedad. No se puede aplicar un revalúo por zona”, agregó. Los kirchneristas se oponen a lo que consideran un intento por “maquillar” el proyecto de Telerman y sólo aceptarían un aumento de emergencia “si solo se gravan las propiedades de Puerto Madero y de Barrio Parque, donde vive Mauricio Macri”.