El niño de 12 años que admitió haber asesinado a uno de sus compañeros de séptimo grado en Ituzaingó, Corrientes, se negó ayer a declarar frente al juez, por lo que no ratificó su confesión. Mientras E. V. (así es como figura el chico en la causa) sigue internado en el hospital local, su futuro tiene un solo interrogante. Según explicó el fiscal de la causa, la única duda es si los tratamientos que recomienden los especialistas se le realizarán en la casa de sus padres o de algún familiar, es decir de manera ambulatoria, o en un instituto cerrado.

Ya cerca del mediodía, E. V. llegó al juzgado en un automóvil oficial y con vidrios polarizados. Bajó encapuchado, la medida acostumbrada en estos casos para evitar que los fotógrafos retraten al menor. Desde allí caminó hasta el despacho del juez a cargo del caso, Oscar Anocíbar, donde se produciría la audiencia de trámite, como se denomina al primer encuentro entre el magistrado y el detenido.

En esa sala no estaban sólo ellos dos. A E. V. lo acompañaban sus padres y un defensor técnico, el asesor de Menores de Ituzaingó, Enrique Carbone, y el fiscal Eugenio Balbastro. La reunión no duró más tiempo del que le llevó al juez enunciarle al chico los hechos que se investigan y las pruebas que hay en su contra, porque el niño de 12 años se abstuvo de declarar, siguiendo el consejo de su abogado.

Balbastro explicó a este diario que en los próximos días se deberá ordenar el traslado del niño hacia la capital provincial, donde el Poder Judicial cuenta con “un equipo psiquiátrico especialista en jóvenes que realizará un diagnóstico sobre el estado psíquico” del chico.

Una vez completado ese proceso, y en base a los resultados, los caminos que puede determinar Anocíbar son dos: “entregarle la custodia a un familiar y que los tratamientos recomendados por los especialistas se le realicen de manera ambulatoria, es decir en su casa, o bien alojarlo en un instituto cerrado”, aseveró el fiscal. De todas formas, Balbastro señaló que la alternativa del encierro “se debe elegir sólo en última instancia”.

Ayer, los compañeros de la víctima y de E. V. asistieron por primera vez a clase después de conocido el hecho. “Los chicos están muy tristes y desilusionados, porque manifiestan haber sido engañados por un par”, reveló a Página/12 Marta Báez, la directora.

Informe: Eugenio Martínez Ruhl.