SOCIEDAD › LA EXTRAñA MUERTE DE UN COMISARIO

El otro misterio

 Por Carlos Rodríguez

El comisario Néstor Píccolo apareció muerto en un pasaje ubicado detrás de la Iglesia Nuestra Señora de la Consolación, a pocos metros de la sede de la Brigada de Investigaciones de la Policía de Salta, que había participado en la pesquisa del caso de las turistas francesas. Ayer se decía, en fuentes judiciales, que su familia podría pedir que se reabra la investigación porque ellos creen que “no fue un suicidio, como se dijo oficialmente, sino que lo mataron porque tenía datos importantes sobre el crimen de las turistas”.

Píccolo apareció muerto el 24 de noviembre de 2011, cuando salió de su oficina y se dirigió al lugar donde lo encontraron. “Enseguida vuelvo”, habrían sido sus últimas palabras. Su madre, Teresa Siglioni, declaró ante la prensa local que su hijo “recibió un llamado y salió a reunirse con alguien; no se suicidó, lo mataron”. La mujer sostuvo que su hijo “era diestro y el arma la tenía en la mano izquierda”. Ella, la esposa de Píccolo y el abogado de la familia, Pablo Cardozo, quieren que se reabra una causa que “se cerró muy rápido y con un montón de dudas”.

La sentencia que condenó sólo a Gustavo Orlando Lasi redobló la presencia de antiguas dudas sobre cómo acontecieron los hechos:

- Una de las sospechas es que el crimen podría haber ocurrido en otro lugar y no en el mirador del cerro. Es un lugar que tiene una bajada profunda y es muy difícil que allí se haya producido el ataque. El turista que encontró uno de los cuerpos había bajado para orinar, porque no es un sitio donde la gente pueda pasear tranquilamente.

- Otra duda es si no hubo una segunda arma –y dos personas que dispararon– porque Houria Moumni tenía un impacto en su antebrazo izquierdo y otro por la espalda, a la altura de la cintura. No se sabe la secuencia, pero es difícil que le hayan disparado de frente (el impacto que le rozó el brazo hizo un recorrido de adelante hacia atrás), mientras que el otro vino directamente de alguien que estaba a sus espaldas.

- Walter Lasi, que trabajaba para la concesionaria del paseo, Puma Expeditions, cuando llegó la policía le indicó que fuera hacia el lado opuesto al del hallazgo, cuando era un conocedor de la zona y había sido informado sobre el turista acerca del lugar donde apareció el primer cuerpo. Luego encontraron el segundo.

- El puestero Fernando Tejeda, detenido y torturado, sostuvo en el juicio que él estaba cerca del lugar y no escuchó disparos entre las 17.30 y las 19.30 del 15 de julio de 2011, cuando se cree que ocurrieron los hechos.

- Ese día habían subido al cerro 101 personas y en el horario citado todavía quedaban treinta caminando por la zona. Nadie se presentó para decir que había escuchado disparos. Los cuerpos recién fueron encontrados el 29 de julio, mucho después de la fecha establecida como el día del crimen.

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