El temporal que azotó la zona centro del país alcanzó también a las provincias de Catamarca, San Luis, Santa Fe y Santiago del Estero. Como consecuencia de las intensas lluvias que cayeron en los últimos días, unas 600 personas fueron evacuadas en Catamarca y otras 375 en San Luis. En todas se repitió el mismo panorama: calles anegadas, paralización del transporte público y clases suspendidas.

El Comité Operativo de Emergencia (COE) de Catamarca informó que más de 600 personas fueron evacuadas en la localidad de Bañado de Ovanta, a unos 150 kilómetros al este de la capital, luego de las precipitaciones que se registraron desde la noche del lunes en todo el departamento Santa Rosa.

Las familias evacuadas fueron alojadas en escuelas, iglesia y clubes deportivos. Personal de Desa-rrollo Social, Defensa Civil y policía provincial las asiste con indumentarias, alimentos, colchones y contención psicológica. Asimismo, varias localidades quedaron aisladas, como Manantiales, Alijilán, Quirós, La Aguada Bella Vista y Las Tunas.

En el norte de San Luis, la cantidad de evacuados se elevó a 375, debido a las lluvias que tuvieron lugar entre las últimas horas del lunes y las primeras de ayer. Entre las localidades más afectadas se encuentra Lafinur, un poblado de 600 habitantes del departamento Junín, que se vio afectado por la crecida del río Conlara, que anegó calles y produjo el colapso del sistema cloacal.

En la localidad de Concarán, 25 personas debieron dejar sus hogares, en Santa Rosa fueron 120 los pobladores que se evacuaron. A ese total se suman 120 ciudadanos de las localidades de Quines y Candelaria, del departamento Ayacucho.

El director de Protección de Defensa Civil de Santa Fe, Marcos Escajadillo, evaluó que la situación más compleja por las lluvias en la provincia se presentan en las zonas centro y norte de Santa Fe. Durante toda la madrugada de ayer se registró la caída de unos 70 milímetros de agua.

Las lluvias anegaron la ciudad de Santa Fe y localidades cercanas como Esperanza y San Carlos, ubicadas a 25 y 30 kilómetros respectivamente. Además, provocó la suspensión del dictado de clases, de la actividad pública y la restricción de la circulación del transporte urbano. En principio no se registraban personas evacuadas.