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Demasiado grandes para moverse lejos

En el suroeste de Africa, en la República de Namibia, hace 80.000 años se estrelló el meteorito más grande del mundo. El Hoba, de 66 toneladas, fue descubierto en 1920 y llamado así por la granja Hoba Oeste, donde se encontró y donde permanece, ya que nunca fue movido por su gran masa.

El bólido que es Monumento Nacional de Namibia desde marzo de 1955 tiene una forma plana, tabloide, mide 2,7 metros por 0,9 de altura y está compuesto en un 84 por ciento de hierro y en un 16 por ciento de níquel, con algunas señas de cobalto. En términos científicos, se clasifica como una ataxita (meteorito de hierro con altas cantidades de níquel).

El que, hasta el descubrimiento del Gancedo, ocupaba el segundo lugar en el podio de los más grandes era el meteorito llamado El Chaco. Fue hallado en Campo del Cielo en 1969 por Raúl Gómez, un poblador de la zona, y fue desenterrado recién en 1980 por la Fuerza Aérea. La excavación la dirigió hasta 1972 William Cassidy, astrónomo de la NASA que realizaba investigaciones en el lugar desde 1962.

Una balanza comercial del pueblo de Gancedo sirvió para pesar a El Chaco, que registró 33,4 toneladas y quedó abandonado junto a su cráter. Recién en 1990, cuando un traficante de meteoritos intentó comprarlo, volvió a ser considerado.

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