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Domingo, 19 de septiembre de 2010

IDENTIDAD Y FOMENTO DE PRODUCTOS Y SERVICIOS DE LA ECONOMíA SOCIAL

Marca colectiva

La subsecretaria de Fortalecimiento Institucional del Ministerio de Desarrollo Social, Karina Yarochevsky, explica la iniciativa que incorpora valor agregado a los emprendimientos de la economía social.

 Por Natalia Aruguete

La marca colectiva surgió por una ley impulsada por la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, en su paso por el Senado. Herramienta del Plan Nacional Manos a la Obra, es un signo que identifica productos y servicios de la economía social: su origen e imagen, su carácter comunitario, su sentido social y colectivo con visión de mercado y ciertos estándares comunes de producción. Cash dialogó sobre esa iniciativa con la subsecretaria de Fortalecimiento Institucional de ese ministerio, Karina Yarochevsky.

¿Con qué obstáculos se encontraron?

–Los grandes abogados tuvieron, al principio, muchos pruritos y consideraron que la gratuidad de la marca iba a generar un desprestigio del derecho marcario. La realidad mostró que pudimos dar un valor agregado a los emprendimientos de la economía social. Estos ocho años de trabajo con proyectos dentro de la economía social mostraron que se puede trabajar con líneas de acción que dan un mayor valor agregado a los emprendimientos. No se trata sólo de la marca.

¿De qué otra cosa se trata?

–La marca colectiva habla de agrupamientos, de un conjunto de personas que trabajan en forma asociada para hacer un producto o prestar un servicio. Se trata del empoderamiento colectivo de un proceso productivo.

¿En qué se diferencia de los registros de marcas tradicionales?

–Alicia Kirchner dice que la marca colectiva es una “franquicia solidaria”. La diferencia está en lo que hay detrás del producto o servicio. No se trata sólo de dar la marca para visualizar el producto, sino de mostrar que detrás del packaging hay un grupo de personas que quiere salir adelante a través del trabajo y mejorar su calidad de vida. La marca es inclusión, que los emprendimientos tengan la misma oportunidad de promover su producto y en las mismas condiciones que otros ciudadanos.

¿Qué impacto tiene en términos de comercialización?

–Los emprendedores se sienten estimulados por tener su propia marca, el packaging y el signo distintivo común, que la simboliza. Los promueve a mejorar su producto en conjunto y les abre nuevos mercados, aunque para esto no es condición tener la marca.

¿Qué deben hacer los emprendedores para tener su marca?

–Los trámites para inscribir una marca suelen ser muy onerosos y no todos tienen acceso a esa posibilidad. El trámite de la marca colectiva es gratuito. Trabajamos con un grupo de abogados del ministerio que tiene una visión social de la economía y con diseñadores gráficos que asesoran a los emprendedores con una imagen atractiva, que tenga que ver con su historia y el lugar de donde viene el emprendimiento. En algunos casos son empresas recuperadas. El objetivo es tener una mejora continua para que el producto y su contenido sean competitivos. Además, es importante rescatar los valores del consumidor.

¿Cuáles son esos valores?

–Trabajamos con el concepto de “compre social” o “consumo solidario”. Apostamos a que los ciudadanos compren de manera responsable a los emprendedores de la economía social, que tienen productos de calidad.

¿A cuántos emprendedores alcanzó la marca colectiva en estos dos años?

–El proceso es largo. Trabajamos desde la asesoría jurídica del ministerio acompañando a los emprendedores en el proceso de inscripción. Ellos se ponen de acuerdo en qué condiciones tendrán sus productos a través del reglamento de uso de marca colectiva. Estamos trabajando con más de cien marcas en proceso de registrarse y con las marcas de inclusión social. Trabajamos en forma conjunta con el área de comercialización. Los que trabajamos en políticas de inclusión, de acceso a derechos, estamos relacionados.

¿A qué apuntan esas políticas de inclusión?

–Cuando pensamos un proyecto, pensamos que nuestra gente sea monotributista social, que tenga oportunidad de facturar e ingresar a la economía formal, que pueda acceder a un microcrédito, que tenga la posibilidad de tramitar un insumo desde los talleres familiares. Pensamos los emprendimientos desde una visión integral. Estamos trabajando fuertemente en propiciar encuentros donde invitamos a emprendedores de todo el país que tengan la oportunidad de vender sus productos, más allá de los encuentros que se hacen a nivel local.

¿A partir de estas relaciones, se armaron cadenas de valor?

–Sí, en estos encuentros se conectan con los distintos espacios de comercialización permanente, en todo el país, que son los lugares donde ellos venden sus productos a diario. Estamos trabajando con un proyecto de ley nacional de “mercados permanentes”. Ya salieron leyes provinciales en Río Negro y Misiones, también salió la primera ley de ferias francas

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Karina Yarochevsky: “El trámite de la marca colectiva es gratuito”.
Imagen: Leandro Teysseire

reportaje

inclusión

-“La marca colectiva habla de agrupamientos, de un conjunto de personas que trabajan en forma asociada para hacer un producto o prestar un servicio.”

-“Detrás del packaging hay un grupo de personas que quiere salir adelante a través del trabajo y mejorar su calidad de vida.”

-“La marca es inclusión, que los emprendimientos tengan la misma oportunidad de promover su producto y en las mismas condiciones que otros ciudadanos.”

-“Trabajamos desde la asesoría jurídica del ministerio acompañando a los emprendedores en el proceso de inscripción.”

 
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