El mercado local sufrió la victoria de Donald Trump y la bolsa porteña acumuló caídas de casi 10 por ciento en las últimas dos jornadas hábiles. El Gobierno de Cambiemos había apostado fuerte a la candidata demócrata Hillary Clinton y no consideró un plan b ante la llegada al poder de Estados Unidos del candidato republicano. Incrementos en el costo del financiamiento, que limita la estrategia de Mauricio Macri de megaendeudamiento, caída en el precio de las materias primas y menor volumen de comercio mundial son algunas de las principales tensiones que enfrentará el equipo económico en los próximos meses.
Pablo Wahren, investigador de Citra-Umet, aseguró a Cash que emitir deuda externa a los ritmos que se hizo desde principio de año ya no será tan sencillo. “Un aspecto que preocupa particularmente al Gobierno es el del costo de financiamiento, justo cuando el ingreso de capitales financieros se ha convertido en un pilar de la estrategia económica”, indicó. Agregó que “en el corto plazo las tasas en Estados Unidos han subido producto de la mayor incertidumbre generada por la victoria de Trump. Ahora resta ver cómo evolucionará la tasa de interés que fija la Reservas Federal, la cual marcará el costo de financiamiento a futuro y la magnitud en qué los capitales que especulan en mercado emergentes regresan hacia los países desarrollados”. 
En materia de inversión extranjera directa, según Wahren, se enciende otro foco de preocupación para el equipo económico de Macri. “A las de por si escasas inversiones de 2016 se sumará ahora la presión de la nueva administración de Estados Unidos de que las inversiones de empresas estadounidenses se realicen en dicho país”, indicó. Precisó que en la práctica la disminución de la inversión extranjera es un proceso que puede tener impacto macroeconómico más agudo en regiones como Asia, debido que las inversiones de las multinacionales norteamericanas en América latina se concentran en la explotación de recursos naturales y, por tanto, no son trasladables.
“En su plataforma electoral en el apartado vinculado a comercio, la primera propuesta de Trump es eliminar el TPP impulsado por Barack Obama, un acuerdo de libre comercio que abarca a Estados Unidos y 11 países y al que el presidente Macri expresó su intención de unirse”, apuntó el investigador del Citra-Umet. Remarcó que “si se hace efectiva esa propuesto sería una buena noticia para la industria argentina y la soberanía económica, debido a las cláusula que se contemplan en este tratado en materia de liberalización del comercio, protección al capital extranjero e injerencia de la legislación internacional en detrimento de las normativas locales”. El mayor proteccionismo comercial de Trump, aseguró Wahren, debe preocupar en mayor medida a otros países de la región con vinculación más estrecha con Estos Unidos. La Argentina sólo destina 6 por ciento de exportaciones a ese país.
La victoria de Trump implica a nivel global un cambio de las tendencias económicas y, por tanto, el discurso de muchos políticos ya no será el mismo. “A pesar de ser un candidato claramente ubicado a la derecha del arco político con un discurso xenófobo, homofóbico y misógino, en lo económico, al menos en lo discursivo, se presenta como un crítico de las tendencias neoliberales que se desarrollan en el mundo desde los ‘70 y que en la región recobraron vigor a partir de las presidencias de Macri y Temer”, dijo Wahren. Agregó que “Trump logró reconocer cuál era su electorado y seducirlo. Además de apelar al racismo, la violencia social y la misoginia imperante en Estados Unidos, la clave de su victoria parece haber estado en captar el voto de la clase trabajadora que vio perder o deteriorarse sus empleos en las últimas décadas producto de la deslocalización de la producción de Estados Unidos hacia otros países en el marco de la globalización. Por ello sus victorias en los estados que conforman el denominado “cinturón del óxido”, por las industrias abandonadas”