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¿Cómo incide el empleo de larga duración en la posibilidad de reinsertarse en el mercado?

Julio Neffa: –Entre 40 y 45 por ciento está desocupado más de seis meses. En un país desarrollado, el desempleo de larga duración es más de un año, aunque en Inglaterra, el que está un año desocupado ya no es empleable. Además, aquí 60 mil personas reciben el seguro de desempleo. Hay un grupo importante que no lo recibe.

Emilia Roca: –No es tan importante la cuestión de la larga duración al estilo europeo porque al no haber una cobertura tan amplia del seguro de desempleo, la gente no se permite estar desocupada mucho tiempo.

¿Creen que es necesario modificar esa norma?

E.R.: –El seguro contributivo clásico fue diseñado con mucha restricción, eso acotó el acceso. O se adapta la legalidad a un mercado precario o hacemos que el mercado precario se vuelva más protegido. Es importante no abandonar las características contributivas. Eso no quiere decir que en el corto plazo haya que subsidiar a las personas que no acceden.

J.N.: –Es una asignatura pendiente. El tema es que si se generaliza el acceso y se eliminan algunas restricciones, entrarían 2,5 millones de personas y hay que ver si hay presupuesto.

¿Y frente a “lo que vino” qué sucedió?

J.N.: –La ley no cambió.

E.R.: –Y apareció el Plan Jefe, un sucedáneo.

J.N.: –Yo pienso que fue más una política social con reminiscencias de salario universal, no se pensó como seguro de desempleo.

E.R.: –No en sentido estricto, pero la clasificación del Plan Jefe tenía que ver con un subsidio al desocupado.

J.N: –Sí, pero tres cuartas parte de los beneficiarios son mujeres y eso no significa que los varones que no se inscribieron estaban ocupados.

E.R.: –Por eso es que fue una estrategia combinada, el tema es que el seguro tienen que ver con la contribución. Y eso recorta.