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La Canasta Básica Alimentaria (CBA) que mide el nivel de indigencia contiene los requerimientos energéticos y proteicos imprescindibles para que un hombre adulto de actividad moderada pueda escaparle a la desnutrición. Las necesidades nutricionales de mujeres y chicos se calculan luego tomando como referencia a ese adulto. A diferencia de la Canasta Básica Total (CBT) que mide la pobreza, la CBA no contempla bienes y servicios no alimentarios como salud, educación, transporte y vestimenta. Sólo figuran 27 alimentos, especificando la cantidad mínima necesaria que se debe consumir en cada uno de los casos. El listado incluye pan, leche, harina, fideos, carnes, papa, azúcar, hortalizas, frutas, aceite, yerba y bebidas no alcohólicas, entre otros alimentos. La CBA se valoriza cada mes con los precios relevados por el Indice de Precios al Consumidor. Según los últimos datos del Indec, una familia tipo de 4 miembros (jefe de hogar, esposa y dos hijos pequeños) necesita 324,06 pesos para evitar la indigencia, monto que se volvió inaccesible para 9.411.000 personas debido a la caída de ingresos y a la disparada de precios. Durante el 2002 la harina aumentó un 162,7 por ciento, el aceite mezcla un 134,4 por ciento, la leche entera en sachet un 66,7 por ciento, los fideos secos un 72,7 por ciento, la docena de huevos un 80,6 por ciento y el kilo de papas un 138 por ciento. La contracara son los salarios congelados de la mayoría de los trabajadores y los casi 5 millones de desocupados y subocupados.