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Domingo, 12 de abril de 2009

CULTURA › MICROSOFT: FILOSOFIA POLITICA Y ECONOMICA DE UN GIGANTE

“La piratería tiene un impacto social muy claro”

Sebastián Lancestremère, director de Operaciones para MS Argentina, y Jorge Cella, gerente de Estrategia Corporativa, defienden a su empresa de las acusaciones de monopolio, proponen “derramar conocimiento” y sostienen que el futuro tecnológico es “soft y servicios”.

 Por Luis Paz

En 2006, la Fundación Bill y Melinda Gates recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional. Ese mismo año, el creador de Microsoft se acarició a sí mismo y adquirió un manuscrito de Da Vinci por 25 millones de dólares. Pero es sólo un contrapunto curioso. En realidad, el momento en el que Bill Gates y la empresa de ingeniería informática que fundó en 1975 perdieron el derecho al beneficio de la duda fue cuando el ideólogo de Windows apareció por primera vez en la lista de las mayores fortunas que publica Forbes. Entonces se dio una seguidilla que incluyó acusaciones por monopolio, la aparición pública de la foto identikit del joven Gates detenido “por hacker” y escraches públicos. Gates aún no recobra su derecho.

Cada tanto, y esto sí sucede, algunas situaciones permiten pasar de la querella a la fiscalía. El trabajo de la fundación del matrimonio es un buen ejemplo, no muy distinto del de cualquier firma consecuente con la “responsabilidad social empresaria”, pero con disponibilidad de fondos exponencialmente mayores. Otro pequeño espacio de recupero del beneficio de la duda se dio cuando Gates dejó su cargo de presidente de Microsoft, en junio pasado, y legó el ejecutivo a Steve Ballmer.

Pero en ocasión de la publicación de aquella Forbes de 1994, lo que se puso en juicio fue también la filosofía de su empresa. El papel de abogado defensor, en esta ocasión, es compartido por Sebastián Lancestremère, director de Operaciones para MS Argentina; y Jorge Cella, gerente de Estrategia Corporativa. Se les propone un ejercicio.

–Asociación libre sobre la filosofía política de MS...

Lancestremère: –Ayudar a las organizaciones y personas a alcanzar su máximo potencial. Esto es: cómo hacer que la tecnología trabaje para la gente, cómo volver a poner en protagonismo al ser humano como el verdadero héroe e intentar que la tecnología sea un habilitador para los gobiernos, empresas, organizaciones y usuarios finales. Creemos que la tecnología informática potencia las capacidades del ser humano, pero las capacidades de creación y colaboración están en las personas.

Cella: –No importa lo que hace el software, sino lo que la gente puede hacer con él, ésa es la premisa. Lo importante es que nosotros diseñamos los productos con esta visión, los pensamos y desarrollamos así, para que las personas realmente puedan explotar su potencial.

–Bien, ¿y sobre la filosofía económica de MS?

Lancestremère: –Es un modelo asociativo en el que gana el cliente, gana el socio, hay valor agregado para todos. Microsoft generó esta industria, que es de 4 mil millones de dólares anuales en ventas de software, hardware y servicios. Trabajamos con una comunidad de más de 1500 empresas en la Argentina que desa-rrollan juegos, muchos para la exportación, que instalan redes o arman computadoras. Son todas pymes con entre 20 y 40 empleados, en promedio, pero con cobertura en todo el país. Algo muy valioso, porque están cerca del usuario, dándole respuestas y trasmitiendo conocimientos a organizaciones y usuarios.

–¿O sea que MS es como esa copa que rebasa y derrama sobre otras?

Cella: –Hay que ver que lo nuestro es software de infraestructura: un sistema operativo como Windows o lenguajes de programación donde se montan determinadas prestaciones y soluciones. Las necesidades de infraestructura son básicamente las mismas en todo el mundo, pero el soft que va por arriba es muy diferente. Por ejemplo, el de gestión: la argentina es una de las contabilidades más difíciles y requiere una customización local. Eso genera un montón de negocios y de empresas que viven a partir del soft de MS. Decimos que un dólar que se gasta en soft de MS son 10, 14, 17 dólares generados en servicios locales.

–¿Y además derrama conocimiento?

Lancestremère: –Trabajamos con 53 universidades y sus dependencias regionales (UTN, Fasta en Mar del Plata, la Nacional de Córdoba), por un lado, y luego con clientes y distribuidores en cada provincia, cerca de los alrededor de 30 polos tecnológicos del país, para pensar cómo transmitir conocimiento a los profesionales. Para eso hay gente de MS con la misión de que los docentes estén preparados, que los profesionales tengan acceso a las últimas tecnologías y también en lo que es “la crema”, los investigadores. Por ejemplo, en el área de MS Research, donde entregamos más de un millón de pesos en premios para que se lleven trabajos de investigación en ciencia aplicada (para dispositivos móviles) y a las ciencias de base, como la investigación de nuevos paradigmas de desarrollo. El ámbito académico es muy importante para nosotros y para la historia de las tecnologías.

–Las tecnologías de la información y la comunicación tienen una función fuertemente social, aunque no dejan de ser una industria. Esa función social es requerida por públicos que no pueden tener acceso a ella en forma legal. ¿Cómo se para entonces MS frente a la piratería?

Lancestremère: –La piratería es un flagelo que afecta a la industria de soft, a las empresas locales, a los globales y a las que exportan y abren nuevos mercados para seguir creciendo, generando trabajo y dando ayuda en temas culturales y de educación. Pero no culpamos al usuario porque hay dos terceras partes que no saben que su producto es pirata, lo compraron en buena fe y no saben. ¿Cómo los ayudamos? Educación: usamos herramientas informáticas que les avisen que su software puede no ser legal y les expliquen las consecuencias de seguridad, de fraude y de riesgos de las que tal vez no está enterado. Y claro que nos molesta que las organizaciones que generan este perjuicio estén al margen de la ley. Entonces hay que trabajar para que esto no ocurra y para no exponer a los usuarios a todos esos riesgos.

–Bueno, muchas bandas pujantes sacaron rédito de ser pirateadas...

–Pero en el caso del software no conviene en nada: es un problema para el usuario, cuando uno piensa en la gente que lo compró original es competencia desleal; y por cada punto porcentual de ventas piratas en software se pierde la posibilidad de generar cientos de puestos de trabajo en una industria que podría ser más pujante. Hay que entender que la piratería tiene un impacto social muy claro.

–¿Cuál es la responsabilidad en ello de MS como empresa cultural?

–La responsabilidad es muy grande cuando a nivel mundial hay más de mil millones de personas que usan nuestra tecnología. Más nos preocupa que haya gente que no está accediendo a esa tecnología o a Internet. Ahí trabajamos con ONG y con el Gobierno para incentivos de ventas de PC para los que tienen la posibilidad de comprar una a largo plazo. Y como hay parte que ni siquiera tiene ese acceso, este año inauguraremos el centro comunitario de acceso tecnológico número cien, donde se les enseña con acceso libre y gratuito a usar Internet y las herramientas informáticas. De aquí a marzo, además, esperamos generar un impacto en 6 millones de alumnos a partir de la capacitación docente. En un mundo cada vez más competitivo, la alfabetización digital es muy necesaria.

–¿Cuáles creen que son los aportes de MS en estos 34 años?

Lancestremère: –El más claro: haber creado una industria del soft. Luego el éxito en la innovaciones, la inversión en investigación y desarrollo, el trabajo en colaboración con pymes y universidades. Aquel modelo asociativo en el que todos ganan. De aquí a la publicación de Windows 7 invertiremos 8 mil millones de dólares en investigación y desarrollo y ya quedó demostrado que el modelo de soft comercial es el que más trabajo genera, más aplicaciones y socios de negocios. Y aunque haya compañías o empresas de desarrollos que elijan otra herramienta tecnológica, con el trabajo de interoperabilidad hacemos que la integración siga dándose, así como mediante la inversión logramos que llegue a todos a quienes aún no llegó la tecnología.

–Y por último, ¿en qué línea deberá darse el desarrollo de las TIC durante la próxima década para que sigan estando al servicio de aquellas capacidades humanas (colaborar, comunicarse) y no al revés?

–El eje estará puesto en el de-sarrollo de software y servicios. El soft es el modelo tradicional, pero en la evolución se está dando un crecimiento importante del soft como servicio para dispositivos móviles, para que a través de un celular y con un navegador se pueda acceder a una aplicación, pero también a sistemas de gestión de ventas, por ejemplo. Nuestra visión a futuro es de “soft y servicios”.

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Lancestremère y Cella dicen que el desafío de MS consiste en “hacer que la tecnología trabaje para la gente”.
Imagen: Sandra Cartasso
 
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